Nunca claudiques, ya nos alcanzarás.

2.7K 188 62
                                    

Música opcional 

(Solo para la primera parte)

¿Ahora que soy? Una nube quizá, lo ultimo que sentí fue un beso en la frente, aquella voz que amé por años decir "buenas noches"

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

¿Ahora que soy? Una nube quizá, lo ultimo que sentí fue un beso en la frente, aquella voz que amé por años decir "buenas noches".

 Ahora a donde miro, solo veo un brillante blanco por todos lados, pero un sonido me rodea, es tan pacifico. Es el mar.

En cuanto sonrió teniendo por seguro  que eso es el mar, corro con emoción, no no puedo evitar reír como una niña, es mas, ni siquiera noto que lo que ahora cubre mi cuerpo es un vestido color azul celeste, corto hasta las rodillas y de tela tan liviana que parece moverse con el aire, de tono muy claro, en lugar del uniforme que siempre estaba abajo de las ajustadas correas, las cuales siempre sentí como ataduras a mi deber, mis pies ahora van descalzos, libres de las largas y duras botas llenas de lodo, y mi cabello parece cepillado, esta suelto y danza con un aire que no logro saber de donde viene volteo a todos lados, no hay nada. Puedo sentir que sobre mi nariz descansan mis gafas de lectura, las de armazón ovalado fino y plateado. Mis labios se mueven, pero... no sale ningún sonido de ellos, no es necesario. El sonido del mar y el aroma cada vez esta más cerca, hasta que finalmente, frente a mi la inmensa luz blanca se disipa dejando ver aquella hermosa costa, y a dos personas ahí, uno inquieto en el mar, jugueteando y otro solo sentado mirando al horizonte, hasta que siente mi presencia, volteando su clara mirada a donde estoy, me sonríe. Él tampoco lleva el uniforme, ambos visten camisa y y pantalón en tonos claros y simples. 

Oh, cuando los extrañe, se me contrae el corazón, desde que tuve que decirle adiós a cada uno de ellos, una parte de mi alma los acompañaba. Mis lentos pasos hacia ellos se convierten en una acelerada carrera, que ahora ambos corresponden. Gritó, grito sus nombres con una alegría tan inmensa, pero no sale ningún sonido, ni de los labios de ellos cuando gritan, pero aun así se que ambos dijeron mi nombre al unisono. Las lagrimas me humedecen la vista, pero la enorme sonrisa que tengo no se borra.

En cada paso que doy, siento mis dedos hundirse en la calidez de aquella arena, es tan suave, oh dioses, es delicioso, el destino no dejo disfrutar cosas así antes, pero no puedo arrepentirme. Menos cuando la carrera entre nosotros tres se esta acabando ahora, y estoy tan cerca que prácticamente junto los pies para impulsarme y saltar a ellos, con una abierta sonrisa y los brazos extendidos. No dejo de llorar, pero jamás había sentido una dicha así de grande, sintiendo claramente como me atrapaban y me abrazaban con total amor, dándome la bienvenida, no sé exactamente a donde, pero estaba con ellos ¿Qué más da?. Beso sus mejillas, los atasco de besos por todo el rostro. 

Sé, en el fondo de mi corazón que mi partida te dolió, pero nunca dejes de ser valiente, ni te desesperes. Pronto llegarás a nosotros, a este lugar, a esta costa ¿Qué más da si no sabemos nadar? ¡Aprenderemos, carajo! ¡Tenemos tiempo de sobra! Y te esperaremos, a este maravilloso mundo en donde no necesitamos nada, nada mas que a nosotros, no hay titanes, no hay dolor...no hay guerra. Solo nosotros 4. Tranquilo, llegarás y seras perfectamente recibido, aquí no hay adiós, solo hay....amor. 

Bonne Nuit, Hanji.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora