Capitulo 6

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6.

Han pasado meses.
Señales de Guillermo no hay. Mi misión con él y Katherine (más con Katherine) ha terminado. No volveremos a mantener contacto (no al menos que yo lo desee o él me busque, que lo dudo).
Debo admitir que volverlo a perder me está matando. Viene y se va pero aún sigue presente «como el aire».
El tiempo me hace creer que me equivoqué. Me ilusioné. Me dejé llevar por un momento de debilidad. Seguiré repitiéndome siempre que él está por casarse o quizás ya lo hizo y yo... Sigo aquí; viendo como las rosas rojas siguen marchitandose con el paso de los días haciéndome saber que no regresará pero yo seguiré esperándole.
Veo a Alex frente a mi en la sala de mi hogar, entre cuatro paredes blancas, sentado en el sillón de cuero. Tiene puesta una camisa roja y vaqueros bien ajustados.
Noto que no me quita la vista de encima y le sonrío para romper tensión.
-Estás pensando de nuevo en él -dijo Alex.
-No.
-No puedo leer tus pensamientos pero podría asegurarlos. ____, te conozco muy bien.
Su comentario me tomó por sorpresa. Le quiero y le adoro a Alex pero ocultarle que extraño a Guillermo es inevitable y él se da cuenta de lo mal que estoy cuando mi vista se paraliza y normalmente me cae el veinte de que es verdad.
-No lo hago con frecuencia.
-Pero me estáis jodiendo ____.
Vaya que a este muchacho le gusta discutir y no le daré el gusto. Quizás él solo cree que le miento.
Y después de 8 años estoy llorando otra vez por un hombre... Y el mismo.
Lo dejo en la sala y camino con lágrimas en los ojos, las siento, se apoderan de todos mis sentimientos. Parezco una niña pequeña llorando a mares por algo que no tiene, que tonto, que estúpido, ¡qué patético! Cierro la puerta, mi voz se torna chillante y mis ojos están hechos una lluvia en julio. Lloro aún más y más. Sentí un dolor en el pecho, uno que hace tiempo no lo sentía... No desde hace ocho años. Y las siento como si hubiesen sido ayer. Grité. Grité porque no lo soportaba, no soportaba el inmeso dolor.
Alex abre la puerta de mi cuarto rápidamente y me ve en la cama desecha... Desgarrada... De una manera en la cual jamás me había visto.
-¿Es por Guillermo? -lloro aún más- dime ____, que salgo ahora mismo y lo golpeo al hijo de puta. Podrá ser mi amigo pero tú eres mi mejor amiga desde siempre.
Me abraza para controlar mi llanto. Escucho palabras de consuelo y unos cuantos chistes con malas palabras salir por su boca, no me prohibo el derecho de reírme después de llorar.
Estamos separados ahora, sentados en mi cama, siento mis ojos hinchados de tanto llorar y mi nariz roja.
-¿Qué te ha dicho?
-Nada ____.
-Sé que si Alex. Lo ves.
-Bueno... Se fue de vacaciones con Katherine. Preparan la boda cuando regresen. Estuvo pensando en invitarnos a los dos pero dice que no quiere verte allí pues se negará al verte.
-Que no se moleste en darme invitación que le daré más espacio para los demás invitados que estarán felices por los dos.
-No entiendo _____. No sé que te pasa. Estuvimos tan relajados durante los últimos cinco años y llega Guillermo y gira tu mundo. Te sientes como si estuvieses en la perdición en la cual no estás. Si quieres a un hombre ve y búscalo. Si quieres a alguien como Guillermo ve y búscalo. Que te aseguro que miles como él hay.
-No hay nadie como él. No físicamente, mucho menos alguien con su personalidad. Ojalá me volviese a sonreír y poder ver como se le alargan. Es una de las pequeñas cosas que me encantan.
-¿Aparte del puré de papa? -pregunta con una sonrisa traviesa.
Le sonrío.
-Aparte.

*

Entro al restaurante mientras espero. Espero, espero y espero. No llega Guillermo pero sí otras personas.
Acepté una comida con él por el simple hecho de querer saber bien las cosas. No quiero ilusionarme y mucho menos seguir aplastando mi autoestima. Sufro suficiente estrés con la boutique, no necesito más problemas «que valdrían la pena -cómo Guillermo-» en mi vida personal.
Sé las palabras que quiero escuchar: "He dejado a Katherine. ____ escúchame, podemos conseguir una firme relación. Por lo tanto podemos intentar y probamos que tal puede funcionar. Sino te parece me voy y no regreso. Tú decides." Aunque obviamente eso no sucedería.
Miró la puerta y cinco personas tratan de entrar. Entre ellas está Guillermo. Le pregunta al hombre que está en la entrada y apunta hacia mi.
Mi respiración se agita. Me siento la persona más asustada del mundo. Respiró hondo mientras se acerca a mi. Joder, que se mira muy apuesto. Sonríe coquetamente besando mi mejilla haciendo que no me levanté de mi asiento.
Él toma lugar en su silla y me mira por unos segundos. Sé que estoy ruborizada porque no me quita la mirada de encima. Toma la cartilla del menú y la observa para ya no verme. Se queda callado por minutos y cada segundo parece una eternidad. Deja la carta por un lado para después entrelazar sus dedos de la mano y así apoyarlos sobre la mesa. Su mirada es sería y llamativa.
-¿Hablaremos? -dice.
-Necesito saber algo.
-Dime.
-¿Por qué me mandaste ese jodido ramo de rosas sí tú estas apunto de casarte?
-Déjame explicarte...
-¿Por qué pretendes recuperar el pasado con una forma tan estúpida al querer pretenderme estando comprometido -le interrumpí.
-Desearía que me dejarás responde tus respuestas.
-Hazlo. Sólo que estoy desesperada.
-Mira. No sé que me pasa -dice a medias pues un camarero llega ofreciéndonos vino tinto. Ambos asentimos y nos proporcionan una pequeña cantidad en una copa de cristal para cada uno. Nos pregunta si ordenaremos y ambos optamos por un poco de más tiempo.
-Prosigue -le digo.
-Bien -le da un trago a su copa-. Como te digo, no se que me pasa contigo.
-¿Eh?
-Llegaste y me hiciste dudar de mi amor por...
-No. Yo no te hice nada -volví a interrumpir.
-¿Por qué eres tan impaciente? Déjame terminar -asiento dándole turno-. He tratado de reflexionar estos últimos días con Katherine. Alex te dijo que me fui con ella y lo hice por lo mismo. No dejé de pensar en ti en ningún momento. Y no sé porqué.
-Que patético -dije. Me miró molesto.
-¿Crees en el destino?
-Si.
-Entonces; ¿por qué crees que nos volvimos a reencontrar? -pregunta con una media sonrisa.
-Porque Madrid es grande pero el centro muy pequeño.
-Toma las cosas seriamente por favor, ____.
-Eso hago. Pero no entiendo... ¿Estuviste enamorado de mí?
-Si... Lo estoy. Y sé que puedes pensar que soy patético pero, ¿qué más da? Estoy sentado frente a ti y sé que tarde o temprano terminarás olvidándome como todas las personas que alguna vez me importaron. Todas y cada una de esas chicas que me rompieron el corazón, se alejaron porque me creían un patán, un rompe corazones. Pero soy todo lo contrario.
-Guillermo. Tú me importas -sus ojos se iluminaron-: pero no tendría sentido seguir comunicándonos de una manera sí tu estás comprometido. No le veo la gracia de mantener una relación de amigos cuando sentimos más que eso.
-Ahora comprendes la situación.
-¿Lo haces?
-Lo hago -respondo firmemente-. Y por eso me voy. Me estoy alejando porque es para nuestro bien.
Me levanto para salir lo más rápido posible e ir por mi coche. Vigilo que Guillermo no venga detrás de mi «aunque desearía que lo hiciese».
Me subo al auto y le enciendo. Veo a Guillermo buscándome con la mirada y notó que no me encuentra. Sigo en mi camino, sin ningún lugar a donde ir.
Mi vista se nubla y sé que las lágrimas están apuntó de caer. Detesto que esto este sucediendo a menudo. Lo aborrezco. No me gusta llora por alguien que no se merece mis lágrimas ni mi tristeza.
Ambos sabemos que nos gusta estar juntos. Que estamos contentos por estar nuevamente unidos y que esta vez si sea más cerca. Aunque él jamás estará conmigo. Tengo que resignarme, tengo que darme la oportunidad de encontrar otra persona que completé el vacío que dejo Guillermo. Pero la más mínima cara parecida no querrá estar con él porque no será Guillermo. No hará los mismo gestos que él absolutamente nada se compara con la persona que más me hiere últimamente... Que lo ha hecho desde siempre.
Enciendo la radio y están los Beatles, mi grupo favorito con "for no one" y la canción me entristece aún más. Siento que el ritmo y el poder de la letra se me sube a la cabeza y me llega a todas las extremidades del cuerpo.
Él me hace feliz de una u otra manera.
¿Estará conmigo después de la muerte? Que cuestionamiento tan más tonto...







*****AVISO*****
Muchas gracias batracias. Síganme en mi Twitter ( @rockme_niallh ) para saber sí ustedes leen mi historia y mándenme un tweet para saber si quieren la continuación. Muchas gracias, me siento feliz de ver que muchas batracias la leen. Pasen nuestra historia y así seremos muchas.
Pd: un capítulo diario. <3

Eres mi mayor recuerdo (willyrex y tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora