Capitulo 4

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4.

Miré mi iPhone tentadoramente. Di click al botón Home para ver la hora: 8.37. Sigo esperando su llamada, ¿por qué estoy esperando tanto esto? Muevo los papeles a otro lugar de la sala y se quedan en otra mesa cerca de mi presencia en el sillón. Esta vez el teléfono está lejos de mi. ¿Por qué? Porque no quiero seguir atormentando.

Me levanto para ir a la cocina sin tener hambre. Solamente estoy dando vueltas por toda la casa para poder distraerme pero está aún en mi mente. Mi teléfono de casa comienza a sonar y camino rápido hacia él. Contesto al siguiente tono... Ahí estoy, muerta en vida, retenida por él. Mis oídos tienen otra vez un estímulo.

-Hola -escucho a través del teléfono.

-Hola -trato de sonar lo menos feliz posible.

-¿Cómo estás?

«¿Qué si cómo estoy? Adivina, tontín.»

-Bien. ¿Te has desocupado?

-Si, gracias a Dios -sonrío- ¿Quieres mañana ir a comer algo?

-Claro, me encantaría -respondo un tanto insegura.

-Paso por ti a las 3.30 en tu boutique.

-¡No! Digo, ¿qué pensara Katherine de esto?

-Absolutamente nada. Es una cita de amigos.

«Mmm... Cita.»

-Bueno, te creo. Ahí te espero.

-Nos vemos ____ -dijo mi nombre, sonando lindo.

-Buenas noches.

Colgué el teléfono sin muchas ganas y lo deje en su lugar. Camine hacia la sala. Y comencé a brincar de la emoción, tal parece que así siempre ha actuado una persona enamorada para demostrar felicidad pero la verdad es que parecen idiotas y estúpidos enamorados. Tal como yo en estos precisos momentos.

*

Salí del trabajo para ir a casa por unos documentos. Al bajarme del auto saqué mi celular para responder los mensajes que no dejaban de sonar. Venía distraída y choqué con la puerta transparente del lugar. No se puede ser tan gilipollas como yo. Coño.

-Ten cuidado.

Mientras me frotaba la frente del dolor, me estremecí al escuchar su voz. Él parado allí, con un traje negro y camisa de lino blanca con corbata larga negra. Dios, ¿me vio?

-Me lo hubieses dicho antes -le dije. Se acercó a mi, beso mi mejilla y yo imite su acto.

-Ibas muy distraída con tu aparato electrónico -dijo y se alejó de mí. ¿Por qué tiene la mano hacia atrás?

-Ven, vamos adentro.

-Espera -dijo. Extendió su brazo que tenía en la parte traseras su cuerpo y me dio las flores.

-¿Gracias?

Estaba confundida. «Bueno, tú te vas a casar. ¿por qué me traes flores? ¿Por qué vamos a una cita a comer? ¿Por qué sí te casarás?»

-De nada."

Sonrió demasiado hermoso para explicarlo. Sus labios realmente son hermosos, tanto que me muero por tocarlos con los míos... Entramos a mi oficina y dejé los papeles en la mesa. Miré un jarrón en una repisa de papeles y ahí las iba a colocar. Solamente necesitaba distraerle.

-Oye, Guillermo.

-¿____?

-¿Qué hora es?

Eres mi mayor recuerdo (willyrex y tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora