Eres mi mayor recuerdo (willyrex y tú)

Capitulo 7

7.

¿En dónde estoy? ¿Por qué no me siento como yo misma? ¿Dónde coño estoy? No puedo ver absolutamente nada... Todo está en blanco, lo único que se me viene a la mente son nombres que son conocidos y significantes para mi. No puedo abrir mis ojos y parece que estoy atrapada en un cuarto negro. Trato de moverme mas no lo consigo, mi mente sigue pronunciando nombres lejanamente... Todos están lejos.

Siento unas inmensas ganas de llorar otra vez. Lloro para mis adentros porque dudo que una lágrima llegue a caer.

¿Cuánto tiempo llevaré así? No tengo noción del tiempo y sigo sin tener esfuerzos para abrir mis ojos.

Me siento sola por no entender en donde y con quienes estoy a mi alrededor aún sin verlos.

Por alguna u otra extraña razón una luz blanca que aparece, me parece ser la salvación. La luz comienza hacerse aún más grande y acaba con el negro que estuvo hace tiempo allí. Me veo de pie al lado de Guillermo conmigo mientras ambos sonreímos. Tal parece ser un sueño pero entonces, ¿por qué estoy consciente? ¿Estaré loca?

La imagen de Guillermo comienza a desaparecer. Corre lejos de mi y salgo corriendo detrás de él «Tengo que alcanzarlo» pero pronto desaparece. Comienzo a extrañarlo, a sentir que me hace falta y que lo quiero. Volteé mi cabeza hacia todos los lados y no miré a nadie en aquel tranquilo y cálido lugar color blanco. Podría seguir corriendo hoy, mañana y siempre por el amor aunque me cansara y mi sudor fueran lágrimas, mis ojos estarían empapados y me dolería muy feo derecho del corazón.

Me despierto en mi cama con los ojos llenos de lágrimas. Un sueño lo bastante raro, una imaginación desagradable he tenido últimamente estos días. Deseó comer algo pero no tengo muchas ganas de levantarme.

La puerta es tocada cuatro veces, a lo que necesariamente tengo que ir a ver quién es. Abro y Alex está frente a mi; me abraza como si tuviese tiempo sin verme y le correspondo. Le hago pasar y en su mano tiene Sushi.

-Es sólo para ti. Me suponía que estarías en tu cama de floja y depresiva.

-Me conoces lo bastante bien -sonrío y sacó la comida de la bolsa- mmm, que rico. Gracias Alex.

Inhalo la comida, sacó los palillos y comienzo a comer.

-Necesito que mañana vayas al trabajo.

-¿A qué? -pregunte llevándome un pedazo de comida bastante grande a la boca

-Hay tantas personas muriendo y muchas queriéndose casar y tú aún estas aquí.

-Alex, eso sonó feo.

-No me interesa -sonreí.

-No quiero ir.

-Ya te dije ____. Hay mucho trabajo y gracias a eso tienes está inmensa casa.

-De acuerdo, iré.

Alex se fue.

Me recosté en mi cama nuevamente a pensar en el jodido sueño.

Guillermo se me está yendo de las manos a mi. Puedo luchar por su amor pero se sí me elegirá a mi. Tuvo razón, el destino volvió a juntar a dos personas que no lo estuvieron en el pasado.

Me he encariñado lo bastante en estos 8 meses. Con lo que hizo y con lo que dijo. Me he perdido en mi misma con el tiempo, me hace perderme en el tiempo conmigo misma y es algo triste.

Solamente Dios sabe lo mucho que le quiero.

*

Manejo directo al trabajo. Estaciono el auto cerca y camino hacia la entrada. Tenía más de dos semanas sin estar aquí. ¿Y si Guillermo viene o vino o ni siquiera lo hizo? No, no, no. No me puedo permitirme estar así por él, no de nuevo. NO otra vez.