Capítulo 1

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Miro el reloj, son las 3 de la mañana, otra vez el mismo sueño me invade. Es la misma pesadilla que sueño hace 13 días consecutivos, y hace que duerma bastante menos de lo normal y llegue cansado al colegio. Me tapo de vuelta y me dispongo a dormir. No sé qué tan normal es para un chico de 13 años lo que me sucede con esta pesadilla, pero ahora no es momento para pensar en eso, debo dormir, a las 6 me debo levantar.

Como siempre me costó un montón despertarme por la falta de sueño culpa de esa pesadilla... Si supiera al menos como "evitarla", pero ni eso sé.

- ¡No me digas que otra vez lo mismo!- Me pregunta Gabriel

Gabriel es mi mejor amigo, nos conocemos desde que comenzamos la escuela secundaria, pero en 3 años ya nos conocemos muy bien. Es de las pocas personas que me entienden, y la única que sabe lo de mi pesadilla. No será la mejor persona dando consejos, pero sabe escuchar, y eso vale mucho para mí.

- Sí, otra vez, creo que debo aceptarlo y empezar a dormir más temprano para no venir con tanto sueño al colegio- Le contesto.

Soy una persona que por lo general, tiene sueño, sea la hora que sea, y a la noche me cuesta dormirme y estoy hasta las 12 tratando de dormirme.

- Deberías ver a algún especialista en sueños, debe saber qué es lo que te pasa, y por lo menos intentar explicarte el origen... -Me responde- Leí muchas cosas sobre los sueños, y depende que sueñes puede significar algo en tu vida, pero en serio, deberías recurrir a ayuda profesional.

- Pero debería decirle a mi mamá antes todo, y... Es cuestión de tiempo... Ya va a... Terminar – Trato de terminar la conversación

- Sabes que no es así, pero si vos lo decís... Te creo – Finaliza él.

Luego de formar mientras se izaba la bandera, entramos al aula para la clase de historia, juro que nunca había tenido una clase más aburrida que esa. El profesor nos explicó cosas de Europa de hace siglos, que sinceramente, no le encuentro la utilidad de saberlas ahora, en el siglo XXI, y sobre todo porque esto es América, pero yo no soy quien da la clase.

Después en el recreo no hablamos del tema de la pesadilla de vuelta con Gabriel. Evité el tema hablando con más amigos, ya que él ahí no va a contar lo del secreto, así que no podríamos tocar el tema. Después de tener otras clases aburridas de Tecnología y Formación Ética y Ciudadana voy a mi casa, para poder relajarme un poco.

- ¡Apurate, ya está la comida! –Grita mi mamá desde el comedor.

Otra vez por supuesto, ¿Qué hay de comer? Sopa. Si hay algo muy importante en mí es que odio profundamente la sopa. Más que nada porque hacen 35°C y es lo que comemos 5 veces a la semana, pero igual, de mala gana tomo toda la sopa y voy a mi pieza.

En mi tiempo libre me gusta tocar la guitarra, o ponerme a leer, aunque prefiero escuchar música. Agarro la guitarra, me acuesto, y toco un rato. Se pasa más rápido el tiempo para mí, tanto que cuando quiero acordar el reloj marca las 3 y media de la tarde. Tengo que ir a educación física en 20 minutos. Agarro la mochila, llevo botellas de agua con hielo, y salgo caminando.

En el camino pensé sobre qué podía ser mi pesadilla, mis amigos nunca tenían pesadillas, o por lo menos no me lo contaban. Aunque yo tampoco tenía nunca pesadillas, para ser más preciso hace 5 años que no tenía ni una. Ahora hace casi dos semanas consecutivas sueño lo mismo. Aunque sé que son solo sueños, no puedo evitar sentirme preocupado, sentirme como si algo o alguien estuviera intentando darme una señal. Sinceramente tengo miedo. No sé si debería sentir miedo o no por algo así, pero me da miedo. Es una incomodidad constante cuando trato de dormir, porque me cuesta dormirme, y si duermo sé que me voy a topar con esa pesadilla.

Cuando tenía 7 años pensaba que las pesadillas eran una señal del destino para avisarme que algún acontecimiento malo o extraño iba a ocurrir. Obviamente con los años descarté esa teoría, y al no haberme cruzado casi con pesadillas en ese ínterin tampoco tuve que replanteármelo.

Unos 5 minutos antes de que comience la clase me encuentro entrando en calor, trotando, por pedido de mi profesor. Sinceramente no sé cómo puede costar entrar en calor en verano, pero bueno, los deportes no son lo mío.

En la clase hicimos ejercicios de Voleibol, algo que específicamente nunca se me dio bien. Pero logro superar todo sin recibir retos del profesor, y puedo irme a mi casa así me baño y me acuesto a dormir.

Parecerá curioso, pero siempre sueño la pesadilla de noche, no a la siesta, y siempre me despierto de golpe a las 3 de la mañana, nunca falla, y eso hace que todo sea aún más raro. No descarto la idea de convertirme en murciélago y dormir de día y no de noche, pero hablando en serio, no sé qué me está sucediendo.

Después de bañarme, y dormir, ceno, y me pongo a leer. Son las 10 de la noche. Pienso dormirme tarde. Mi cuerpo está descansado gracias a la siesta de 2 horas.

No puedo leer, no me concentro, así que agarro un cuaderno y me pongo a elaborar teorías de por qué sueño lo que sueño, pero como la imaginación no es mi fuerte, termino sin pensar nada, tachando todo y dibujando. Hasta que recuerdo que dibujar no es mi fuerte tampoco, así que arranco la hoja, la tiro a la basura y me acuesto a dormir.

La pesadilla me despertó a las 3 de la mañana como es usual, pero lo dejo pasar como siempre. Hay que dormir.

El día siguiente voy al colegio, y en el recreo me encuentro con mis amigos. No pienso contarles nada sobre mi sueño, solo confío en Gabriel, ya que él no me defraudaría ni le diría a nadie. Noto que me miran raro, Gabriel había faltado. Cuando llego con ellos parecía que nadie se animaba a hablarme. Hasta que Lucas, un amigo con el que hace 1 año que no hablo, me pregunta de repente:

- Y... ¿Seguiste con tu pesadilla?

Dreams are Only DreamsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora