Probablemente están en un problema mental importante. Un desorden de ideas colosal, pero tranquilos, no son los únicos. Me encuentro absolutamente apabullado por la situación. De todas formas, deberé reorganizarme y poder digerir y procesar correctamente circunstancias como esta. Vamos a empezar de vuelta.
Es jueves, ya hacen dos días desde que me hallaba en el puerto sin entender qué sucedía. El miércoles fue feriado, ¿por qué fue feriado? No sé, mi memoria en fechas célebres es terriblemente mala. Probablemente otra causa por la que no recuerdo qué se recuerda ese día es porque el acto fue deplorable. La calidad de sonido fue nefasta, y desde nuestra localización no se conseguía distinguir lo que decían los profesores encargados de leer. Estoy acostumbrado a eso, de todas formas.
No tengo muchas novedades de mis amigos últimamente, es más, noto que algunas relaciones están decayendo bastante repentinamente. Es más, sé que toda amistad tiene sus altibajos, pero mi camaradería, que hasta definiría como hermandad o confraternidad, con Gabriel está en un claro declive. Si digo que no es feo darse cuenta de esto, y notar la falta de capacidad mía para evitar que los hechos se sigan dando de esta manera, les estaría mintiendo indudablemente. Sin embargo, hay otras personas con las que estoy teniendo una afinidad que va creciendo gradualmente. No sé si todo este rollo de soñar cosas raras, de estar paranoico, y de sospechar de mis amigos me está afectando, y estoy cambiando mi forma de ser, o si los demás están comenzando a actuar de alguna manera bastante singular. Creo que debería ir al psicólogo, pero si le cuento a mi madre sobre esto, tardaría una eternidad, y, además, no me gustan los psicólogos.
Es curioso, pero dudo de muchas cosas. Mis amistades, la situación, y más que nada, de mí. No sé quién soy, pero, ¿cómo llegué hasta acá? Por un sueño. ¿Vale la pena? No lo sé, siempre dije que los sueños solo son sueños, pero, cada vez dudo más, como de todo. Bueno, después de todo, Borges dijo que la duda es uno de los nombres de la inteligencia, ¿verdad? Quizá tan errado no estaba. Quizá el errado soy yo. Buscar la certeza sería totalmente un error para mi persona, ya que me encerraría en mis pensamientos. Quizá dudar sea lo mejor en este caso, y la mejor decisión a tomar es reflexionar un rato, como estoy haciendo.
Quizá una mejor idea sea preguntar a algún profesor de psicología sobre sueños, además de buscar información por mi cuenta en libros. Es un tema totalmente interesante, que creo que es vastamente amplio como para encontrar datos sobre él. ¿Me ayudará esto a dejar de soñar cosas malas? No lo sé, pero me quedaría mucho más tranquilo si conociera su significado, o si por lo menos tuviera conocimiento de estar volviéndome un loco de remate, en el caso de ser así. Nada de esto puede ser tan malo, ¿no es así?
Me acabo de dar cuenta que no les conté bastante información sobre mi estilo de vida, y el de mi familia, sobre todas las cosas. Nos gusta viajar mucho, por supuesto. No hay nada más bello que poder ir a un lugar del cual pueda adquirir conocimientos, como su cultura, historia, y poder vivir una realidad diferente a la que estoy acostumbrado. Aunque quizá con esto de a entender que me gusta viajar a lugares exóticos, en África, o quizá en Asía, no es eso lo que más me gusta. Al contrario, uno de los viajes que más me gustó fue el realizado hace dos años, cuando pude conocer el norte argentino. Para mí, la experiencia de conocer un pequeño lugar supera con creces a la de una ciudad turística y grande. ¿A qué viene todo esto? El sábado salimos de viaje, pero esta vez es especial. Salimos a Gran Bretaña, el país de mis sueños. Por lo que aún hay que ver algunos detalles sobre los trenes que tomaremos una vez en territorio británico.
- Hijo, ven aquí, debemos estudiar un rato más. – Escucho desde la cocina.
Esa voz era, sin duda alguna, la inconfundible voz de mi madre, que quería que vaya a estudiar inglés, porque claro, vamos a viajar, pero para comunicarnos, necesitamos saber del idioma que se habla allí.
- Ya voy, ¿qué tema toca ahora? – Pregunto yo, esperando ansiosamente que sea algo de gramática, algún tiempo verbal avanzado, o algo del estilo.
- Más vocabulario, en este caso, sobre restaurantes, para poder pedir comida amablemente cuando salgamos a comer. – Me dice ella alegremente.
- Ufa... - Contesto.
Vocabulario. Qué pesadilla. Me quedan 2 de las 20 palabras que aprendemos por semana, más o menos, porque, al no usarlas, no me acostumbro a ellas y terminan sin formar parte de mi léxico de esta lengua extranjera.
Listo. Terminamos, ha pasado una hora muy tediosa llena de trabajo y esfuerzo. Espero que pueda utilizar todos estos términos una vez en suelo inglés, ya que, de otra manera, va a haber sido un desperdicio de tiempo y energía. A propósito, no vamos solos, sino que invitamos a la familia de una amiga de mi mamá, familia de mi amiga Isa, la cual les nombré y comenté que cuenta chistes malísimos. Tengo miedo de contagiarme durante esta travesía de ensueño.
Esta tarde nos vamos a encontrar en su casa, para tomar mate, y hablar con ella un rato... Es normal, nos llevamos cada vez mejor, y le tengo mucha confianza, para ser sincero. Creo que le podría contar a ella sobre el sueño, es una persona confiable, leal, honesta, y bastante inteligente, a decir verdad. Como no falta mucho para ir, me parece que debo decidirme, y sí, finalmente le contaré a alguien sobre esto, para saber su opinión, o para que las palabras salgan de mi boca, y hasta me ayude a reflexionar.
Estoy llegando a su casa, queda cerca, por lo que vine con madre caminando, ya que ella va a charlar con la mamá de Isa. Mi amiga se encuentra en el sofá acostada, como de costumbre, y al verme no se muestra tan alegre como de costumbre.
Me mira de una manera poco común, realmente extraña. Parece confusa, y, al parecer, me debe decir algo.
- Sé lo que necesitás y querés que haga. – Dice.
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Dreams are Only Dreams
Teen FictionSoñar es ver la vida de otro modo, pero no siempre es el modo que nosotros desearíamos...