Capítulo 5

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- ¡Bienvenidos a la reaparición, del diablo de los sueños, he aquí el mayor miedo que cualquiera podría tener, soy el demonio de las pesadillas! – Gritó Lucas.

- ¿Quién eres? – Pregunto.

- ¡¡Soy el engendro de todos los males, el rey de los infiernos, la pesadilla de las pesadillas, el lucifer de los sueños!! – Dijo él con un tono muy imponente.

- Pareces simplemente Lucas. – Le contesto abrumado yo.

- No sé para qué paso horas buscando presentaciones geniales en internet si después pasa esto... - Dice decepcionado Lucas.

- ¡A ver, ¿me podés explicar de qué estás hablando?! – Le digo yo potentemente.

- Oye, tranquilo viejo, el que tiene que dar miedo acá soy yo. – Empieza él hasta que lo interrumpo.

- No digas pavadas, no le das miedo ni a una mosca. Ahora me explicás ya qué estás diciendo. – Me enfado yo.

- Está bien, si me trabo entendeme, soy nuevo en esto. – Me aclara.

- Calláte y explica de una vez idiota. – Le contesto.

- Ahí va. Resulta que te parecerá raro (lógicamente) pero te tengo que contar sobre cómo me metí en un asunto delicado; los sueños; un día encontré un libro tirado entre la biblioteca familiar, donde hay libros que pasaron de generación en generación, y naturalmente nadie los lee. Vi que era un libro con tapa dorada, parecía "prestigioso" además de antiguo, así que decidí ver qué era. Se titulaba "Invocaciones; Cómo se llaman y como llevarlas a cabo". Obviamente al leerlo re flasheé, y me dije "Vamos Lucas, probalo y demostrá que es falso". Así que leí unas cuantas hasta que encontré una llamada "El demonio de los sueños" y me interesó, tanto como para intentar realizarla. Primero empecé por conseguir los materiales, dos huesos de más de 10 centímetros de largo, un poco de sangre humana, una frazada y una almohada, en la cual se hayan soñado muchas cosas. Empecé paso por paso todo el proceso, pero antes de darle el toque final, tuve que hacer un juramento que estaba escrito en el libro "Juro que voy a obedecer al demonio de los sueños, seré su fiel discípulo, y estaré junto a él hasta el fin de mis días, en las buenas y en las malas, hasta poder presenciar la revolución de las pesadillas, donde mi amo dominará el mundo". Yo obviamente no tenía ni la más mínima idea de qué estaba haciendo, porque como es lógico yo pensé que era cualquier estupidez de un libro de terror, o algo por el estilo. Y de golpe terminé la invocación y lo que ocurrió fue sorprendente. Los materiales usados empezaron a flotar y moverse en círculos, empezó a temblar el piso en mi casa, y de golpe todo se volvía oscuro, todo se volvía raro, como jamás lo había visto antes en mi vida. Fue algo impresionantemente aterrador, que jamás quisiera volver a presenciar. Hoy en día lamento mucho ese día, y mi estupidez al pensar que nada podía salir mal. Yo, Lucas Iglesias había pactado con el diablo un encuentro. No era un encuentro común y corriente, era un encuentro con el demonio, el diablo, el lucifer, el Mefistófeles de los sueños. Era gigante, no era nada parecido a cómo uno imaginaría al diablo, era alto, pero no muy robusto, era calvo, y tenía pies enormes, tanto que dudé en si era el diablo o pie grande. Tenía una personalidad imponente, te asustaba mirarlo a sus ojos rojos, que nunca pestañaban, y ver la ira en ellos. – La explicación de Lucas me impresionaba pero al mismo tiempo me hacía dudar entre si creerle o no.

No sé cómo llegué a esto, un lunático estaba en mí casa hablando cosas raras que no tienen ni el más mínimo sentido, y milagrosamente sin despertar a mis padres, no entiendo absolutamente nada. Debería resolver mis dudas.

- Ok, bueno, sí, ajá, ahora una pregunta, ¿Me podés decir como llegaste a mi casa antes de que llame a la policía? – Pregunto yo.

- Por el portal que mi amo acaba de crear para poder llegar acá. – Lucas decía "mi amo" con un tono de adoración, se debía sentir muy ligado emocionalmente a él.

- Ok, sí, y yo puedo volar y todo. – Agregué sarcásticamente.

- Esto no es mentira, ¡estoy hablando en serio! – Con furia contesta.

- Ajá, tampoco es mentira que tengo un unicornio, que ahora se me perdió y no sé dónde está. – Le vuelvo a contestar.

- Ja-ja-ja eres tan gracioso. – Me dice displicentemente él.

Ahora todo empieza a tomar sentido, o eso pienso, pero debo averiguar un poquito más aún, sé que una pequeña cantidad de información más podría cambiar toda mi hipótesis, o confirmarla.

- Y, ¿cuál es el trabajo que tu diablo te ha encomendado? – Le pregunto haciéndome el interesado.

- Oh, qué bueno que preguntes eso, la verdad, tenía la explicación preparada. Solo esperá que la encuentre. – Empezó a tantear su bolsillo, y el otro, y el del pantalón, así por un minuto.

- Está bien. – Voy perdiendo la paciencia.

- Acá está. – Dijo sacando un papel.

- Dale, apurate, no tengo todo el día. – Me urge que explique todo sin dar tantas vueltas.

- De acuerdo, el señor que para ti es innombrable, "Megalos", cuyo nombre viene del griego, y significa "grande" me ha mandado con la tarea de acudir aquí y poder hacer la renovación de las pesadillas, en el epicentro de una, para que mi señor no pierda poder aquí. – Me dijo él.

Entiendo todo, renovar pesadillas, epicentro de una, poder de su señor, es más que obvio lo que pasa, mi hipótesis va muy acertada, pero necesito el último toque de información.

- Es decir que tú y tu amo... ¿Son la causa de mi pesadilla? – Digo.

Dreams are Only DreamsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora