Capítulo 11

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Una gran palabra es "amigo". Se puede decir mucho, a pesar de que sea una palabra totalmente simple. Para empezar, viene del latín, de "amicus", que, a su vez, deriva de "amare", el verbo "amar" en ese idioma. Hasta ahí, la palabra nos da a entender que un amigo es alguien a quien uno ama. Esto es verdad, al menos para mí, pero creo que el verdadero concepto de amigo es mucho más vasto. También hay diferentes tipos de personas al momento de hacer amigos, pues hay algunos que los hacen con facilidad y en cantidad, otros no tanto, y tienen menos, pero, toda persona necesita tanto de un amigo como de su corazón para vivir. No se puede vivir en soledad, ¿verdad? Hoy me replanteo quiénes son mis verdaderos amigos, y quiénes son solo algo más que conocidos. Gabriel últimamente está actuando de manera bastante extraña, pero no lo voy a culpar, ya que todo lo que me sucede es raro, y lo peor es que no encuentro una explicación para nada de todo esto que acontece.

- ¿Y? ¿Qué te parece la idea? - Es Isa hablándome.

Me había colgado pensando en esto de los amigos, pero, ¿por qué? Porque ella me pregunto si quería ser su "mejor amigo". Yo, sinceramente, no creo que serlo sea como un título, que se pongan de acuerdo para ser mejores amigos de alguien, sino que sencillamente se da, como por arte de magia.

- Bueno, la verdad, es que no me parece mala. - Intento no ser muy directo ni hiriente con mis palabras.

- Sé que no es algo que se decida de un día para el otro, pero, no sé... Vamos a tener que convivir allá en Gran Bretaña de todas formas. - Me explica.

- De todas formas, está bien, sí. - Corto yo.

¿Cuándo fue que Isa se volvió más relevante que Gabriel? ¿Cuándo cayó Gabriel tan bajo? O, mejor dicho, ¿cuándo caí yo tan bajo que no sé quiénes son mis amigos? Tres preguntas, ninguna respuesta.

- Che, ¿Te parece que juguemos a algo? - Pregunta.

- Bueno, ¿Pero a qué podemos jugar?

- No sé, ¿A qué sabés jugar con cartas?

- No a mucho, me olvidé de cómo jugar al truco. - Cada vez me siento más inútil.

- Bueno... Y, ¿Te gusta jugar a la play? - Busca otra idea.

- Sí, bueno, depende a qué juego. - Respondo.

- Vamos, te muestro cuales tengo. - Me dice amablemente.

Wow, todo está bien. Hace mucho que no iba así la situación. No pasa nada raro, está todo más que tranquilo, estoy pasando un lindo día, no sé, se siente hermoso. Qué genial es poder jugar a cosas con amigos, es una de las sensaciones más lindas que hay en el mundo entero.

- Bueno, hijo, deberíamos irnos ya... Está atardeciendo... - Dice mi madre.

- Está bien, ahora voy, madre. - Contesto. Justo cuando la pasaba bien.

- ¡Nos vemos! - Dice Isa saldudándome.

- Chau, vuelvan cuando quieran. - Dice la madre de Isa, Ana, con una gran sonrisa en la boca.


Y marchamos rumbo a mi hogar. Algo que no comenté del viaje es que la familia de Isa no va completa, sino que, por distintos motivos, van solo Ana e Isa. Nostros también vamos solos los dos, así que nos vamos a hospedar en un hotel con habitaciones para cuatro, y, básicamente, vamos a vernos obligados a convivir entre nosotros durante todo el tiempo que estemos en Europa. Esto no sé si me alienta o no, pero, malo no me parece.

He estado mirando muchos lugares, en internet, más que nada. Hay demasiada información sobre lugares turísticos, o historia de las ciudades que conoceremos. Ups, ya es tarde, debería acostarme a dormir, así mañana estoy despierto temprano, pero bien descansado. Obviamente, siempre pasa lo mismo, imposible dormir sin la pesadilla. Bueno, en realidad, me iré a dormir cuando pueda despedir a Isa, que está hablando conmigo en el celular ahora. Qué maravilloso invento, la tecnología móvil, que te permite estar en contacto con personas estén donde estén. 

Ella mediante el chat me habla bastante, hace mucho no hablábamos por acá.

- ¿Y? Estás emocionado por el viaje, ¿No? - Ella escribe.

- Sí, lo estoy.

- Yo tengo muchas ganas de que llegue ya, pero no solo por el hecho de visitar un lugar nuevo.

- Ah, ¿por qué más? - Pregunto.

- Porque en el avión me vas a contar qué es lo que te pasa. - Ella remata.

- Sí, e imagino que vos me vas a contar unos chistes bastantes buenos, ¿No es así?

- No prometo nada. - Pone ella con un emoticón de risa al lado.

Una de las cosas que no entiendo en el mundo, es el uso y abuso de emoticones, o también llamados "emojis" para comunicarse. No estoy en contra de que los utilicen, pero, a veces lo hacen excesivamente.

- Espero que por lo menos intentes que parezcan buenos. - Le digo.

- Sí, seguramente lo sean, es más, tengo uno justo ahora. - Ella me contesta.

-  Pero...

- ¿Cuál es el colmo de una escoba? -  Pregunta.

- No sé, nomás espero no tener que barrer más en mi vida. 

- Ser alérgica a polvo. - Pone eso, y esa frase vino acompañada de una multitud de caritas amarillas riéndose.

- Yo sinceramente no puedo creer a lo que llegás... - Ya realmente me parece impresionante.

- Bueeeeno, ponele onda, son las ansias por viajar que me tienen tonta. - Explica.

- Entonces toda tu vida estuviste ansiosa.

- Eso ya es bullying. - Y pone esta vez una cara que demuestra que alguien está ofendido.

- Acostumbrate.

Uy, ya pasó más tiempo del esperado, hace como 15 minutos dije que debería dormirme. ¿Qué importa? Si todo esto me hace disfrutar, tendría que dejar de preocuparme tanto de las cosas. Aunque, voy a ir poniendo la alarma, para no seguir de largo mañana. Pero, de todos modos, debería dormirme, falta que me reten, sería ya el colmo.

- Oye, Isa, me debo ir a dormir. - Digo sin pensar siquiera.

Lo único que podría dejar a este día como el mejor en mucho tiempo, es que la pesadilla no me despierte. No me importa, estoy feliz, soy feliz, otra vez.

- Bueno, yo también voy. - Me contesta.

- Adiós. - Digo.

- Buenas noches, Nico.

Dreams are Only DreamsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora