No se ve mucho, está oscuro. Miro el reloj, son las cinco y media de la mañana. ¿Por qué me desperté? La alarma de mi mamá, o la de Ana, no sé de quién. Lo que importa es que estoy despierto, es el gran día. Es sábado, y volví a dormir bien, sin soñar con la pesadilla asquerosa. Es un gran día, y creo que va a ser aún mejor. Isa está en la misma situación que yo, al parecer, tiene mucho sueño.
- Por fin, llegó el día. - Me dice emocionada.
- Sí, era hora.
Es raro, van dos días seguidos que no sueño con la pesadilla. No es que esto me moleste, pero me parece muy raro, ya que venía tiempo teniéndola ininterrumpidamente. Ahora que lo pienso, ¿tendrá que ver con que Lucas se va? No. No puedo creer las estupideces que estoy pensando... Como si alguien pudiera tener la culpa de un sueño. En fin, son solo sueños.
Salimos en auto a las siete en punto, y, por supuesto, a pesar de los nervios, Isa y yo dormimos casi todo el viaje, así que mucho no puedo explicar, solo que manejaba el padre de Isa, y que al lado iba Ana, atrás iba yo a a la izquierda, Isa al medio, y mi mamá a la derecha.
Al llegar al aeropuerto, fuimos a hacer toda la aburrida fase que es puro papeleo, cosa que no me gusta. Luego de un rato, que no sé cuánto fue con exactitud, ya que he perdido la noción del tiempo, nos dirigimos hacia el avión. Es mi primer vuelo, y me da impresión el tamaño colosal de la nave en la que nos transportaremos en minutos. Isa está muy feliz, da vueltas por todos lados, y me habla sin parar de cosas poco relevantes, debido a su emoción.
Un hombre nos indica que era la hora de subir al avión, y así lo hacemos. Por dentro era más grande de lo que imaginaba. Una azafata nos pide que nos ubiquemos cada uno en su asiento. Hay dos filas de 2 asientos cada una, y me toca con Isa, yo del lado de la ventana, y ella del lado del pasillo. Nuestras madres, sin embargo, estaban sentadas una al lado de la otra pero 2 filas más adelante, por lo que no podíamos comunicarnos mucho desde nuestro lugar.
- Estamos por salir. - Le digo a Isa.
- Sí, sí, sí, ya, ahora. - Se muestra muy, pero muy, feliz.
- Estamos por ir a Gran Bretaña, en segundos salimos. - Yo también siento una alegría enorme.
- Sí, va a estar genial.
Y luego de decir esas palabras me abraza.
Estamos felices en el viaje. Nuestro viaje, nuestro sueño. La travesía que siempre quisimos realizar estaba a punto de iniciar. Había miles de motivos para estar alegres, y así lo estábamos.
- Reino Unido, allá vamos. - Dice ella.
El avión despegó. Pasamos unos minutos en silencio, hasta que comenzamos nuevamente a charlar sobre cosas sin importancia.
- Y, ¿te acordás qué prometiste? - Me pregunta.
- ¿Yo? ¿Prometer? - Intento zafar.
- Sí, me ibas a contar de una vez qué era o es lo que te pasa.
- Ahh, sí. - Asiento.
- Bueno, soy todo oídos.
- Pero, antes, una cosa. - La interrumpo.
- ¿Sí?
- No se lo he dicho a nadie, serás la primera persona en saber esto, ¿entiendes? - Le explico.
- Y, ¿por qué no lo has dicho? - Pregunta.
- Nadie me había dado tanta confianza como vos.
- Ahh, gracias, yo también confío en vos. - Me contesta.
Ahí todo el mundo era diferente. Nada de sufrir, nada de pasarla mal. Ahora no dudo, sé muy bien quién soy: un chico que va a disfrutar de las tierras británicas más que nadie, con una amiga mejor que nadie.
- Bueno, ¿terminaste? - Ella me pregunta.
- Sí, ya está, era eso. - Le digo.
- Entonces, te escucho, Nico.
- Bueno, dejame organizar mi mente para ver cómo contártelo, es que empezó hace bastante. - Le explico.
Ella asiente. Tras unos segundos de pensar, empiezo a contarle.
- Miro el reloj, son las 3 de la mañana, otra vez el mismo sueño me invade. Es la misma pesadilla que sueño hace 13 días consecutivos, y hace que duerma bastante menos de lo normal y llegue cansado al colegio. Me tapo de vuelta y me dispongo a dormir. No sé qué tan normal es para un chico de 13 años lo que me sucede con esta pesadilla, pero ahora no es momento para pensar en eso, debo dormir, a las 6 me debo levantar.
Como siempre me costó un montón despertarme por la falta de sueño culpa de esa pesadilla... Si supiera al menos como "evitarla", pero ni eso sé. De todas formas, no importa, los sueños solo son sueños.
Fin.
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Dreams are Only Dreams
Novela JuvenilSoñar es ver la vida de otro modo, pero no siempre es el modo que nosotros desearíamos...