Mi hermana Malia y yo nos mudamos a Arrow Hills hace una semana y las clases en el instituto WolfBlood comenzaban mañana. Apenas nos estábamos adaptando al gran mundo de los lobos, donde todos y cada uno de ellos, tenían un alma gemela. Excepto yo, yo nací diferente al resto de mi familia muerta, Malia tenía un destino mejor al mío, era mayor seis años, tenía todo lo que yo no. Pero recibía enormes cargas que no debería de tener sobre sí. Tenía que cuidar de mí, de su pequeña hermana de 18 años, una humana nacida entre todo un linaje de lobos.
Mis padres murieron cuando yo tenía cinco años, intentando protegerme del reinado del vampiro Rox. Ellos despreciaban a los humanos y no podían soportar que dos de los lobos tuvieran uno. Así que mis demás hermanos, mis abuelos, y familiares lucharon por una buena causa.
Malia aún no encontraba a su mate y ella decía que no le necesitaba, que estaba bien así, que me tenía a mí. Pero yo bien sabía que tenía un gran vacío en el corazón.
Comenzó a trabajar como veterinaria en un hospital del pueblo, a veces tenia turnos de noche para cuidar a las criaturas de ahí, y no venía a dormir, lo cual me daba miedo. Vivíamos en una pequeña casa al lado del bosque, no muy lejos de la manada de los príncipes del mundo lycan.
A mi hermana no le agradaba la idea de vivir en una manada, decía que era peligroso y que las atacaban muy a menudo. Pero yo no había escuchado de un ataque desde que tenía memoria, aunque yo sé muy bien que ella intenta protegerme.
-¿Están tus cosas listas para mañana? -Pregunto mientras cenábamos. Yo asentí.
No tenía ánimos de nada.
A veces solía mirar las fotos de mama y papa, pienso en lo que pudo haber sido, la familia que pude haber tenido. Pero todo se desvaneció, ya no está...
-Se acerca la fiesta de la luna azul -Añadió mirándome.
-¿Y quieres ir? -Negó con la cabeza- ¿Entonces?
Alzo los hombros.
En la luna azul se juntaban todas las manadas para que algunos de ellos pudieran encontrar a sus mates. Yo sé lo que significaba.
Me despedí de ella y subí a mi habitación. Mañana era mi primer día, a decir verdad, no sabía si encontraría amigos. En mi anterior instituto tenía muchos de ellos, pero me tuve que alejar, esas son las reglas de Malia.
-Nunca te encariñes tanto con alguien porque no sabes cuándo lo puedes llegar a perder.
Y eso era tan cierto.
No me di cuenta cuando caí dormida, hasta que a la mañana siguiente sonó el despertador.
-¡Es hora! -Grito Malia desde abajo.
Yo gruñí y me volví a sumergir en mi cómoda almohada.
Odiaba la escuela.
Odiaba a los alumnos.
Odiaba...
-¡Que ya es hora! -Malia interrumpió en mi cuarto gritando- ¡Admes!
-¡Cállate ya mierda! -Le conteste enojada.
-¿Qué dijiste?
-Lo que oíste, sorda.
Sentí los pasos de mi hermana alejarse, Sonrei victoriosa.
-¡Sorda tu tarada! -Mi cuerpo se sintió mojado de un momento para otro, abrí los ojos como platos y me senté en la cama.
-¡Que te pasa estúpida! -Ella salió corriendo y la seguí- ¡A ver quién te barre y trapea el cuarto!
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Lycan Queen. (#1)
WerewolfLa guerra contra los vampiros había terminado hace más de diez años, no habíamos tenido incidentes con ninguno de ellos. Hasta esa noche, donde yo encontré a mis mates y me convertí en la reina de los lobos.