La guerra contra los vampiros había terminado hace más de diez años, no habíamos tenido incidentes con ninguno de ellos. Hasta esa noche, donde yo encontré a mis mates y me convertí en la reina de los lobos.
Me desperté a causa de un ruido en mi cabaña, abrí los ojos llevando una mano a ellos para cubrirlos del sol. Hice cara de disgusto. El rostro de Jasón sonriendo recargado en la puerta me hizo bufar rápidamente. Me di la vuelta.
-Eso no -Sentí un aire caliente que me empujo fuera de la cama- Es hora de entrenar.
Me senté en la cama adormilada.
-¿Que no duermes? -Gruñí tocándome la cara. Vi el reloj- Las 6 de la mañana, ¿Por qué tan temprano?
-Porque quiero -Contesto gruñón -Tienes 5 minutos -Dijo y salió de la cabaña dejándome con la boca abierta.
Bostece sintiendo demasiado sueño. Quería estar en cama con Harry y Damon, sentía que de alguna manera si los necesitaba, eran lo más preciado para mí además de mi hermana. No tenía de otra más que levantarme. Camine hasta la ducha, no le haría caso a Jasón y a sus 5 minutos, soy una dama y tengo que estar presentable hasta para ensuciarme.
Salí de la cabaña con mi ropa deportiva, el rostro de mi profesor no fue nada agradable, pero no dijo absolutamente nada. Alce los hombros siguiéndolo entre todas las cabañas hasta un claro donde no había nada más que puro pasto y arboles alrededor, realmente bonito. Sonreí.
-Lo primero que tienes que saber Admes, es que no siempre ganamos las peleas -Hablo el con voz fuerte, dándome la espalda- Pero procura siempre ganar.
-Lo tendré en mente -Hice una mueca.
-Me parece sorprendente que siendo una simple humana tuvieras estos poderes. No sucede mucho, pero eres una en un millón -Sonrió de lado- Cada uno de nosotros guarda un ser mágico dentro, incluso los humanos. Pero la mayoría nunca lo descubre, porque están tan ocupados en sus vidas que ni siquiera lo sienten dentro. Tus manos tienen el poder de hacer cosas inimaginables, como destruir, o salvar. Tú decides.
-¿Cualquier humano puede tener poderes? -El negó con la cabeza.
-Solo aquellos que son extraordinarios de mente y corazón.
-Eso es difícil hoy en día -Murmure.
-Pero bueno -Camino lejos de mí- Atácame.
-¿Que? -Pregunte frunciendo el ceño.
-Regla número uno Admes: haz todo lo que te diga -Bufo molesto- Atácame.
-Que sutil-Susurre. Me puse en posición de ataque, y corrí hacia él, a decir verdad con mucha inseguridad porque es la primera vez que alguien me pide que prácticamente le haga daño. Pero Jasón tiene más experiencia que yo, ¿que esperaba? ¿Que lo lanzara por los aires? Pero claro que no, si ni siquiera lo toque y fui a dar con el piso con el mismo aire caliente que hace rato. ¿Cómo lo hacía sin quemarme?
-Control Admes -Me tendió la mano para levantarme- Es tu poder, tu eres su dueña, tú lo controlas. Tendemos a pensar que el poder nos controla a nosotros, pero no es así.
Me sacudí la ropa llena de pasto y lodo.
-Nuevamente -Ordeno.
Y lo hice, quise atacarlo nuevamente, y otras 100 veces más, pero apenas y lo tocaba. Me encontraba sumamente adolorida, ya no podía conmigo misma. La última vez que caí al piso, no pude volver a levantarme, me dolía el cuerpo de tanto caer. Mire las nubes que cubrían el sol, pronunciando una gran tormenta. ¿Que harán Harry y Damon? algo tengo por seguro; piensan en mí. Y lo agradezco porque me hace sentir querida, necesitada y especial. No podía dejarme vencer, por más que me doliera el cuerpo, incluso el alma. Mi dolor muscular no era más fuerte que mi propósito.
-Una vez más Admes, y nos iremos a comer -Tome un fuerte respiro. Como pude, con mucho esfuerzo, me levante del piso.
Me tambalee un poco, cansada, sudada, sucia de tanto caer. Mi respiración era agitada, la cabeza me dolía muchísimo, sentía que estaba a punto de explotar. No cedi. Corrí hacia Jasón, pero...me detuve frente a él. Es que no tenía que tocarlo para atacarlo. Negué con la cabeza, mi compañero me miro un tanto confundido.
-A volar -Susurre y un aire helado salió de mi cuerpo poco a poco, con fuerza. Dio de lleno en el cuerpo de Jasón, haciéndolo volar por los aires, por lo menos a unos 4 metros de mí. Cayó de frente. Gimió de dolor- Creo que es hora de comer -Dije dándome la vuelta, lo escuche reír a lo lejos. Estaba cansada, demasiado. Mi cuerpo pesaba demasiado.
Hasta que caí, en medio del campo. Me desvanecí por completo. Solamente escuche la voz del peli-negro como un eco en mi cabeza, diciendo mi nombre, preocupado.
-Tú sabes que no ganaran -Susurro una escalofriante voz en mi mente. Obscuridad, era todo lo que veía. Nada más- Porque eres débil -La voz comenzó a reír.
-¿Débil? -Esta vez me reí yo- Si tanto crees que ganaran ustedes, ¿qué haces hablando conmigo? Yo creo que tienes miedo -Reí aún más.
La voz callo por unos segundos.
-Pronto abriremos la Infraterra y todos en la tierra morirán -La última palabra resonó en mi cabeza, una y otra vez, hasta que abrí los ojos- Pero primero iremos por ti.
Jasón me cargaba en sus brazos, observe su rostro de preocupado. Al verme despertar me dejo en el piso con delicadeza. Trate de meditar todo rápidamente. Hasta que abrí los ojos completamente asustada.
-Vienen hacia acá -Susurre con los ojos bien abiertos.
-¿Quienes? -Pregunto el preocupado, tomándome de los hombros.
-Todos -Susurre- Todos y cada uno de ellos.
***
Les tengo una noticia;
En la página de instagram habrá videos con narraciones y diálogos de las novelas! Mañana subiré el contenido para que estén atentas.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
