-Esperen –Me separe de ellos inmediatamente- Apenas y me conocen y yo...tengo 18 años apenas. Ni siquiera he vivido lo suficiente.
-¿Nos estas rechazando? –Pregunto Harry mirándome con dolor.
-Yo nunca dije eso –Refunfuñe- A lo que voy, es que siendo humana, yo no me enamoro como ustedes. Para mí no es al instante, tal vez el clic si lo es, pero lo demás...toma tiempo.
-Estaremos juntos toda la vida, créeme que tenemos tiempo princesa –Dijo Damon con voz gruesa. Su tono hizo que mi piel se erizara.
-Okay... -Conteste no muy convencida.
La puerta de la habitación se abrió inmediatamente. Me gire y vi la cara preocupada de Malia, Killian, Jasper y Nathan. Inmediatamente el lugar se llenó de tensión. Mis mates se levantaron con rapidez y me pusieron detrás de ellos para luego comenzar a gruñir.
-¡Admes! –Exclamo Malia intentando llegar a mí, pero su pareja la detuvo- ¿Qué haces? –Le pregunto confundida- Quiero estar con mi hermana.
-Ahora les pertenece a los príncipes –Contesto su alma gemela. Jasper y Nathan soltaron jadeos de sorpresa.
-Vaya amiga –Interrumpió Nathan con una sonrisa- ¡En hora buena! Tú decías que te parecía bonito el lugar...lo que son las cosas, que ahora eres dueña de esta gran mansión. Te aseguro que tienen una sala de cine –Me guiño un ojo- Donde podremos ver Gravity Falls.
-Oye si –Quite a mis mates que estaban enfrente de mi- ¿Tienen sala de cine?
-No –Contesto Harry- Pero podemos hacer una.
-Que emoción –Soltó Jasper de repente. Se le veía muy emocionado- Apuesto a que hacen todo lo que tú les digas. Diles que me regalen un millón de dólares.
Killian le pego en el estómago al escuchar las incoherencias que estaba diciendo. Yo solo me limite a reírme. Sentí las miradas de Harry y Damon sobre mí. Eso me hizo ponerme nerviosa. Deje de reír y me limite a ver a mis amigos frente a mí.
-Tenemos que irnos –Sugirió Killian- Los príncipes no se sienten cómodos con nuestra presencia.
-Si deberíamos irnos –Intervine haciendo el intento de ponerme de su lado. Pero claro, mi intento fallo, ya que sentí las manos de Damon sobre mi cintura- Valía la pena intentarlo. Además...tengo hambre. Quiero una hamburguesa de McDonald's.
-Pues nos veremos mañana Admes –Dijo Nathan mirándome con una sonrisa- Me alegro mucho que encontraras a alguien.
-¿Ya ves Admes? Ese brillo que tienes hizo esto –Completo Jasper.
Sonrei de oreja a oreja. A pesar del maldito ataque que acabamos de tener hace cinco minutos. Mi corazón estaba feliz de tener a alguien. Aunque, el hecho de no disfrutar de mi soltería, lo hacía un poquito difícil. Porque vaya que me gustaban las fiestas.
-¿Segura que estarás bien Admes? –Yo asentí- Te quiero, y Admes...regla numero cuatrocientos diez: Ten cuidado con los celos de tu mate. Oh en este caso...de tus mates.
-¿Celos? –Abrí los ojos como platos- Pues yo soy muy celosa también.
-Basta de charlas –Intervino Damon enojado- Es hora de que se vayan.
Todos salieron de la habitación. Harry decidió que los acompañaría hasta la puerta principal, además de que tenía asuntos que arreglar en la manada, debido al ataque de los Rox. Nos quedamos solos Damon y yo. Para mí la verdad era un poco incómodo. Porque este hombre es un mastodonte y yo simplemente mido un metro cincuenta, soy flaca, pero no demasiado, y no sé, hacía que me encogiera de hombros de vez en cuando.
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Lycan Queen. (#1)
WerewolfLa guerra contra los vampiros había terminado hace más de diez años, no habíamos tenido incidentes con ninguno de ellos. Hasta esa noche, donde yo encontré a mis mates y me convertí en la reina de los lobos.