Mi Ana

3.2K 212 16
                                    

Mi querida querida Ana, ¿porqué eres tan inocente? Es que acaso finges, huyes de nosotros, de aquellos que te hacemos daño, pero crees en una maldita nota sin sentido, te odio tanto, tanto como te amo, te quiero sólo para mí y por eso necesito que el resto te odie, corres lo más rápido que puedes pero no es suficiente como para que Bárbara no te alcance ya que, es imposible que alguien como tú, deje atrás a alguien que es parte del grupo de animadoras, te vas hacia adelante y desvío mi mirada, no me gusta ver cuando te lastiman pero, ¿porqué cuando te veo llorar quiero seguirlo haciendo? ¿Porqué amo verte llorar? Soy un idiota, nos manteníamos a distancia mientras Bárbara jugaba contigo.

-Vamos chicos, no le dejemos toda la diversión a Bárbara.

Eleonor caminó junto a los chicos riendo y los seguí en silencio, Bárbara le lanzó los lentes, ella estaba temblando así que se los puso con dificultad, mantenía su mirada baja, la miré detenidamente, era tan pequeña y frágil, tan dulce, tan amarga. «Eres como el extracto del cacao, tan amargo pero con tan dulce aroma, ahh, te deseo tanto» nos mira rápidamente aterrorizada, supongo, para verificar que éramos todos nosotros, «aquellos que destruimos tus sonrisas para convertirlas en nuestras», baja la mirada y sigo el curso de ésta, sus rodillas sangran, su piel es tan frágil, ¿he dicho ya cuánto la deseo? Sus ojos se posan en los míos y mi cuerpo entero tiembla, ¿lo demuestro? Primero muerto.

-Ay cuatro ojos aparte de boba eres fea. ¿De verdad creíste que un admirador secreto te estaría esperando? Eres tan ingenua.

Las palabras que prácticamente escupo la hieren y baja la mirada para después cerrar sus ojos con fuerza, me siento molesto de nuevo. «¿Lloras por lo que te digo? ¿Temes que nadie se interese en ti? Créeme, no dejaré que te aparten de mi lado y así sea odiándome tendré tus pensamientos sobre mí»

-No puedo creer que ésta boba ya vaya a llorar, ¿en serio eres tan tonta? Ya vámonos.

Me vuelvo negándome a verte llorar hoy. «¿Porqué hoy me haces cambiar de parecer? Claro, es porque lloras por otro, cualquiera menos yo sería estupendo para ti, ¿cierto?» Los chicos avanzan riendo pero me detengo, nadie lo nota y me vuelvo, Sanders está con ella, la ayuda a levantarse y lo hace con dificultad, cuando lo mira sus ojos brillan y sus mejillas se tiñen de rojo, maldita sea.

-¡Christian! -me vuelvo lentamente hacia el frente y avanzo hacia Bárbara, no me detengo a su lado y continúo mi camino -. ¡Eh Christian!

-Camina rápido Bárbara, no tengo tiempo para perder contigo.

-¿Voy... a tu casa hoy?

-No estoy de humor.

Sé que ha dejado de seguirme y me relajo, Bárbara es una chica impulsiva, voluble, triste, cuando la conocí no era nadie y al juntarse conmigo llamámos la atención a tal punto que nos volvímos populares, frente a todos es fuerte y segura pero es muy frágil. «¿No tiene todo sentido ya? Bárbara es alguien que, a pesar de su belleza, es insegura y necesita a otros más débiles que ella para sentirse mejor» Salgo al estacionamiento y desbloqueo mi auto para después subirme y salgo hecho un animal. «¡¿Porqué mierda Ana está enamorada de ese imbécil?! Y Bárbara con sus estupidezes de querer que Sanders se le acerque para marcarla, ¡¿acaso creen que lo permitiré?! Hoy mismo tengo que arreglar todo»

Me recuesto en la cama, la compra ya estaba hecha hace tiempo y la remodelación de la casa está completa, justo donde la quiero, cerca del lugar en el que te vi por primera vez. «¿Lo recuerdas Ana? Tu mirada sobre mí, tan altiva, tan fuerte, quiero que vuelvas a lo que eras, tu actual ahora me vuelve loco. ¡¿Acaso no es bastante obvio?! ¡Quiero tus ojos sobre mí!»

Mi celular vibra y lo tomo molesto, sin mirar el número deslizo mi pulgar por la pantalla para abrir la llamada y pulso el altavoz lanzándolo a mi lado volviendo a posar mis ojos en el techo.

-Aquí Christian.

-Soy yo joven, hablé con los Petterson, sus padres planearon la cita para mañana en la noche.

-¿Saben lo que tienen que decir?

-Están al tanto.

-¿Y ella?

-Lo harán ver como un compromiso sorpresa hecho para ella joven.

-Buen trabajo Arnold.

-Cuando quiera joven.

Colgué, ¿acaso estaba siendo demasiado rápido? No, Ana tenía que ser mía ya, sólo estaba siendo cuidadoso, Peter Sanders podía tocarla si ella estaba así de ilusionada como lo estaba, me levanté y caminé hacia la mesilla de noche, abrí el último cajón y saqué una carpeta negra, la tomé contra mí, era mi tesoro, años que había perdido con ella estaban aquí, abrí ésta.

Ana Rose Petterson

Edad: 10 años

Sexo: Femenino

Estatura: 90 cm

Peso: 38 kg

Fecha de Nacimiento: 22 de Julio

Características: Niña blanca, cabello castaño claro, ojos marrón claro.

1. Primer Informe Anual.

Se quedó en casa todo el día, su madre estaba un poco delicada de salud y hubo lluvia, salió para sentarse en las escaleras mientras se empapaba desde las 14:00 hasta las 20:00, su padre llegó sin notarla hasta que ésta entró a la hora ya mencionada, al día siguiente a las 6:55 salió para caminar hacia su escuela, no parece triste, sonríe siempre.

Había una foto de Ana cuando corría con una enorme sonrisa por la acera, sonreí pasando la página, era tan hermosa, odiaba el hecho de haber estado en institutos privados, cambiaría todo lo que tengo para poder haber visto de frente cómo crecía.

Ana aún no llegaba y me estaba impacientando, ¿es que acaso pensaba faltar? Iba a levantarme para salir cuando sonó la puerta, me quedé quieto hasta que el maestro las dejó entrar, Ana pasó de largo con la mirada baja, sabía yo que las chicas no harían nada puesto que estaban en su clase favorita con el maestro joven, había estado mirando a Ana hasta que una chica que hasta ahora había notado se sentó a su lado.

-...continuando con la clase...

Miré al frente aburrido y entonces estornudé, ¿estaba resfriado? Nah, seguro que alguien me había maldecido, sonreí, ya me hacía una idea.

Comprometiendo a mi enemiga. [Libro 2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora