Mostrándote mis sentimientos

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Dedicado a: @CarmenCaric gracias por leerme siempre, te adoro un mundo

"La vida es curiosa" muy cierto, "La vida es dura" no podría estar más de acuerdo pero, sólo porque la vida sea difícil no significa que no podamos conseguir nuestros sueños.

Estaciono el auto frente a nuestra casa, quiero llevarla caminando hacia el parque y declararle mi amor como siempre he querido, quiero mostrarle el lugar en el que conocí a mi primer y único amor, pero Ana Petterson es un hueso duro de roer. Abre la puerta del auto apenas lo detengo y baja, imaginaba que lo haría así que fui más rápido que ella y la vuelvo a colocar sobre mi hombro, es tan liviana

—¡Christian!

—Lo siento Ana, pero no confío en tu capacidad de quedarte quieta, además, no entraremos en casa

—¿Eh? ¿Porqué?

«Creo que deberías haberlo supuesto»

—El lugar al que vamos es cerca, así que te llevaré caminando

—Bien... bájame

—No

—Dijiste que me llevarías caminando

—Exacto, te llevo y voy caminando, en ningún momento la frase te menciona a ti con los pies sobre la tierra

—Christian...

«Dios Ana, amo hacerte rabiar»

Después de bloquear mi auto caminé a paso lento hacia el parque, Ana se removía incómoda, y admito, que caminaba demasiado lento a propósito, la sonrisa no abandonaba mis labios y por alguna extraña razón, Ana dejó de removerse

—Mira Joshua ese chico es un pervertido

«Ah, ya entiendo»

Continué mi camino a pesar de oír al pequeño, además, yo no era un pervertido

—Misael, ya te he dicho que está mal señalar a las personas

—Lo sé, pero eso no le quita lo pervertido al chico

Reí, los niños saben como divertirse a costa de los grandes, aunque no creo que lo que hago con Ana sea una escena muy graciosa, ¿o si?

—Misael... ¿no quieres llegar a casa pronto? Avery debe estar por despertar de su siesta, ¿no quieres ser el primero en cargarla?

—¡Es cierto!

—Lo siento

Los oí correr pero no me volví, los músculos de Ana se relajaron, no me había dado cuenta que estaba tan tensa, pero si tomamos la situación anterior, creo que Ana debe estar colorada como un tomate

—¡Christian! ¡¿Ves lo que provocas?!

—Ya no falta casi nada de camino

—¡Igual bájame!

—Callada

Le di un golpe en su trasero que la hizo sobresaltarse y sonreí

«Una de mis fantasías se acaba de cumplir»

Cuando llegué miré con detenimiento el parque, estaba bastante viejo a decir verdad, habían asientos que parecían no haber sido pintados por mucho tiempo, la pileta seguía en el centro y había un heladero viejo pasando por allí, unos ancianos estaban sentados hablando animadamente, volviendo a suspirar bajé a Ana, sostuvo su falda y cuando logré bajarla esperaba un golpe o una cadena de insultos pero no lo hizo, se quedó mirando el lugar con el ceño fruncido

—¿Lo recuerdas? —le pregunté y confundida negó —. ¿Estás segura?

—Sólo... siento que he estado aquí antes

«Lo estuviste, por mucho tiempo»

—Qué pésima memoria tienes Ana, no me sorprende que no me recordaras

Susurré, Ana se mudó de aquí después de nuestro único encuentro, avancé hasta la pileta para poder pasarla de largo y llegar a la parte de los árboles, hasta el lugar en el que la vi por primera vez.

«Siempre pienso en éste lugar, en ese día»

Me senté bajo la sombra del ya viejo árbol, y tal como aquel día levanté mi mirada hacia ella, era demasiado hermosa

—Nombre

Volvió a fruncir el ceño, abrió sus ojos con sorpresa pareciendo recordar algo y sus labios temblaron

—Tu... tú eres

—Lo soy, soy...

«Tu primer amor»

—El niño de ojos vidriosos

—¿Eh?

«Dios Ana, en serio, ¿quién podría no amarte?»

Reí pero Ana no lo hizo, su pequeño cuerpo temblaba mientras miraba nuestro alrededor, yo no quité mis ojos de ella.

«Volví muchas veces a éste lugar, queriendo encontrarte, desde ese día aprendí a tratar mal a mis padres, no les dije que había oído su desprecio para conmigo; pero notaron el cambio, desde ese día no pude volver a pronunciar un "Te amo" y, desde ese día, aprendí a amarte»

—Eras tú... tú... ¿sabías que era yo?

—Si, siempre lo supe

Siempre

Comprometiendo a mi enemiga. [Libro 2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora