Siendo Sincero

1.3K 156 9
                                    

«¿Dejar ir a Ana? Ni loco, me había dado una razón para reír cuando ya no la tenía, ¿porqué tendría que ser generoso con Perla? ¡Ana es mía!»

—¡Christian espera!

Me detengo cuando la mano de Bárbara toma mi antebrazo, me vuelvo hacia ella irritado

—¿Qué quieres?

—¿Qué se supone que estás haciendo?

«¿No es obvio?»

—Voy a hablar con Perla

—No, no es por Perla, la rara, ¿tienes algo con ella?

Me quedo callada y su expresión me muestra lo asustada que está por la situación

—Bárbara

El timbre suena y sonrío, aparto su mano de mí y la miro a los ojos

—¿Tanto quieres que volvamos que buscas a cualquiera para emparejarla conmigo? ¿De verdad crees que yo tendría algo con ella?

Ríe algo recelosa mientras niega, me vuelvo hacia la salida

—Ve a clases

—¿Qué hay de ti?

—Tengo cosas que hacer

—Pero tu maleta...

—Entrégala a Connor, él sabe donde vivo

Me alejo antes de que se le ocurra preguntar algo más, acelero el paso cuando no las veo en la entrada y me congelo cuando las veo en el parque frente al instituto, Ana tiene expresión triste y corro

«Maldición, espero que no le diga nada malo, que no diga nada malo hasta que llegue»

—¡Ana!

Grito cuando estoy frente a ellas, los ojos de ambas se posan en mí, los ojos de Ana están llorosos y mi pulso se detiene, Perla se levanta molesta

—¡¿Qué haces aquí?!

Mis ojos no dejan a Ana, sus mejillas estaban pálidas, sus labios temblaban

«Me odio»

—Ana... necesitamos hablar

—¡Déjala en paz!

Perla me empujó pero no dejé de  mirarla, quería transmitirle lo que sentía, quería que sintiera el mismo temblor que sentía cuando hablaban de separarnos, se puso de pie

—¿Es verdad?

Susurró con las manos sobre su pecho, sus ojos me veían con recelo, su mirada me acusaba, miré a Perla y luego volví a Ana

—Hablemos a solas

Dije algo incómodo, no quería que nadie viese un lado de mí que, estaba seguro, había guardado sólo para Ana

—¡No estás en derecho de exigir nada!

Gritó Perla enojada, no la culpaba, había sido una basura, aunque no es como si hubiese cambiado, mis ojos buscaron los de Ana y ella suspiró

—Vete Perla

—¡¿Eh?!

Perla la miró como si fuese una loca,  pero Ana le sonrió haciendo que sienta celos de su prima

«¿Porqué no puedes sonreírme así también?»

—Déjame ser quien dé la cara ésta vez

Comprometiendo a mi enemiga. [Libro 2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora