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Aquella noche no dormí nada bien, me desperté mas de 8 veces por la madrugada pensando en papá,deseaba poder verlo... Sin darme cuenta había llegado el amanecer, mi viejo despertador sonó, 8:00 am, debía ducharme,arreglarme y beber algo pues Melissa llegaría por mi en hora y media.

Tomé lo primero que encontré en el armario, creo que no eran las combinaciones perfectas, pero la verdad era lo que menos me importaba en ese momento.
Salí del baño, me vestí, rocíe un poco de perfume sobre mi cuello y tapé mis gigantescas ojeras con maquillaje, entré a la recamara de mi madre, ella estaba recostada, pues solo iría poco tiempo al trabajo.
—Lindo dia de clases muñeca, salimos a las 5:30pm a Fhiladelphia—. Dijo con un rostro pálido y mostrando una sonrisa que aparentaba fuerza.
—te quiero tanto—. Le susurre al oido,bese su mejilla y le puse una manta sobre su delgado cuerpo.
Salí de su recamara y cerré la puerta para que pudiera descansar otro poco, porque estoy segura que pasó una noche muy complicada.

Baje a la cocina,abrí el refrigerador, tomé un yogurt de piña y me senté en la sala con mis cosas, esperando a Melissa para irnos al colegio, no tenía ganas de absolutamente nada, sentía que mi madre me necesitaba y yo a ella.

Tocaron el timbre, salí rápidamente y vi el auto rojo de Meli estacionado frente a mi casa, se veía emocionada y traía un empaque de galletas en su mano.
—Hola, ¿Como va todo?—Dije mientras me subía al auto.
—Súper bien, me enteré que ésta noche hay fiesta de bienvenida en la universidad, debemos ir lo mas lindas posibles, ¿Galletas?— Me dijo muy sonriente,colocándose sus lentes de sol y ofreciéndome un poco de sus galletas sabor nuez.
—Te quedaré mal, disculpa no podré ir—Baje la mirada.
—¿Que te ocurreeee? No es por nada amiga pero tienes un semblante nada atractivo— Dijo viéndome mientras iba al volante.
—Surgió un problema en la familia, debo viajar a Philadelphia hoy por la tarde, no se cuanto tiempo me quedaré allá— Comenté algo seria mientras observaba por la ventanilla el trayecto al colegio.
—Hey, tranquila, te apoyare en lo que necesites y verás que se solucionará, ¿esta bien?— sonrió
—Gracias,lo sé— Devolví la sonrisa.

Llegamos justo a tiempo,estacionó el automovil y entramos a la universidad, me separé de ella para ir a mi clase de química,debía entrar al laboratorio,a mi parecer poco agradable.

Camino al laboratorio me encontré a Jacob, pues vamos a la misma clase.

—Hola Cathy! ¿como estas?—Me saludo con un beso en la mejilla y un abrazo muy cálido.
—Jacob!, mmmm digamos que dormí 3 horas, no desayune, y éste no es mi mejor rostro— Dije moviendo en distintas direcciones la mirada mientras caminabamos lentamente por el pasillo.
—¿Pasa algo?— Lo dijo con tono serio y preocupado.
—Es mi papá— Mi tono de voz se quebró un poco.
—¿Que ocurre con tu papá?— Se detuvo de inmediato y me miró a los ojos.
—Tuvo un accidente, debo ir a verlo, quiero verlo— En ese momento sentí un deseo enorme de abrazarlo.
—¿Sabes? En el poco tiempo que llevo conociendote puedo notar que eres una persona muy fuerte, se que todo estará bien, confía en mi.— Me abrazó de una manera tan reconfortante, en ese instante me sentí protegida, como si lo que ocurría solo fuera un sueño de mal gusto,y que mi padre se encontraría bien en cuanto llegara allá..

No pude evitar derramar unas cuantas lágrimas, digamos que soy una persona sensible, pero para lograr desahogarme con alguien me toma tiempo, no me agrada que otras personas me consideren débil o demasiado sentimental, solo que en esta ocasión el abrazo de Jacob me transmitió mucha tranquilidad y confianza.

Al separarme de el pasó suavemente su mano por mi mejilla, limpiando mis lágrimas,mirándome con una sonrisa muy tierna.
—Disculpa por verme de este modo— Comenté algo apenada.
—Gracias por dejarme hacerlo— Tomó su mochila y de ella sacó un chocolate de almendras.—Me ayudan cuando me siento mal— Dijo mientras lo ponía sobre mi mano.
—La verdad solo quería que me dieras un chocolate—Reí un poco.
—¿Ah si? Pues ya lo lograste—Guiñó el ojo izquierdo y mostró su linda sonrisa.—Es lindo verte sonreir,¿Vamos a clase?— Señaló al laboratorio.
Me sonroje un poco y asenté con la cabeza.
Habían pasado 20 minutos desde que la clase había comenzado, tocamos la puerta y salió una maestra morena, de cabello negro, sinceramente tenía cara de pocos amigos.
—Primera clase y llegan tarde ¿traen el equipo de seguridad?— Dijo con un tono déspota y entrecerrando sus ojos.
—Problemas personales, si lo tenemos— Respondió Jacob viendola fijamemte.
—Mmm— Se retiró de la puerta y con la mirada nos dio a entender que entráramos.

Jacob se sentó junto a mi en la mesa de trabajo, aprovechaba cualquier momento para hacerme sonreir, realmente me hacía sentir mejor su compañía... Siendo sincera no presté atención a la clase, sentía mas la ansiedad de querer llegar al hospital con papá que las ganas de hacer mezclas con diferentes químicos.

Terminó laboratorio y teníamos un receso, en ese momento recibí un mensaje de mi madre:
"Cambio de planes, el vuelo sale en 2 horas y media, pasaré por ti a la universidad en 30 minutos para comer algo e irnos, besos."

En cuanto leí el mensaje me preocupé un poco, no sabía porqué saldríamos 3 horas antes de lo planeado ¿Papá habrá empeorado? ¿Tendrá alguna operación urgente? ¿Los médicos quieren a la familia presente por si ocurre lo peor? Esas y miles de preguntas más pasaban por mi mente, cada vez preocupándome mas.

—¿Ocurre algo?—Jacob se acercó a mí mientras me observaba guardar mis cuadernos.
—Me iré en 30 minutos,mi vuelo sale en 2 horas y media— Le dije con tono apresurado.
—¿Estaremos en contacto cierto?—Tocó mi hombro.
—Lo estaremos— Sonreí.

Me acompañó a la entrada del colegio para esperar a que mi madre llegara, mientras eso pasaba comenzó a mostrarme los juegos que tiene en su móvil, y a enseñarme como jugarlos, debo admitir que es muy bueno para eso, y yo... bueno yo lo intenté.

Mi madre sonó el claxon, me despedí de jacob con un gran abrazo y rápidamente me subí al auto de mamá.

—¿Cambio de planes? ¿Pasó algo?— le dije a mamá mientras me ponía el cinturón de seguridad.
—Salí temprano del trabajo, así que me agradó la idea de viajar antes— Me respondió muy calmada.
— ¿A donde vamos en este momento entonces?— Pregunté.
—Al aeropuerto, comeremos algo y abordaremos el vuelo ¿algo en especial que se te antoje?
—La verdad no tengo mucha hambre— Volteé a mirarla.
—Pizza será— Me mostró una sonrisa que me aportó mucha calma.

Llegamos al aeropuerto,mamá dejó el auto resguardado en uno de sus estacionamientos, nos dirijimos a adquirir los boletos y a seguir el típico proceso cuando vas de viaje, después de ello fuimos a un restaurante de pizzas italianas, decir que comimos 3 rebanadas entre las dos es mucho, lo que me agradó de ese momento fue que comenzamos a recordar mi mamá y yo vivencias familiares, de viajes que hicimos, de cumpleaños que pasamos juntos o situaciones graciosas, fue algo muy lindo y conmovedor.

Saliendo del restaurante comenzaron a anunciar nuestro vuelo, fuimos rápidamente a la puerta numero 17 para poder abordarlo, subimos al avión y tuve una sensación extraña, sabía que ese viaje no era por diversión... Me senté en la ventanilla porque desde pequeña me ha encantado observar los edificios y las nubes desde un avión, mamá se sentó junto a mi y me tomó la mano.
—Todo estará bien Mami— Le dije mostrándome fuerte y con una sonrisa en mi rostro.

La aeromoza comenzó a dar las indicaciones e información sobre el vuelo, entre ello avisó que iba 1 hora atrasado.
Mi mamá decidió dormirse, necesitaba descansar, así que yo tomé mis audífonos y puse música para tranquilizarme, estoy lista para 6 horas de vuelo y llegar a darle un gigantesco abrazo a mi papá...

Dolorosamente perfectoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora