- ¿Qué te pasa?- pregunta el al ver mi ceño fruncido.
- Nada, nada- dije y alce la carta para que no vea lo avergonzada que me siento al tener celos por alguien que no es nada mío.
- ¿Ya decidiste que vas a pedir?- dijo y asentí.- una lasagna de mariscos y espinaca.- respondí.
- ¿Te gustaría tomar un vino?
- Yo nunca he tomado vino- me sonroje.
- ¿Enserio?- negué- bueno, pediré 2 copas de vino blanco suave para que pruebes ¿te parece?
- Si, está bien.- al terminar de decir eso se acerca la camarera.
- Ya desean ordenar- dice ella mirando a Brent.
- Si, traenos dos copas de Synthesis Sauvignon Blanc del 2006 y una langosta al vapor.
- Sabes de vinos- dijo esta sonriéndole coquetamente mientras batía sus largas pestañas.- ¿tu hermana que va a ordenar?- seguía mirándolo, me ignoraba completamente.
Esperen ¿dijo hermana?
- Mi novia quiere una lasagna de mariscos y espinaca. Nada más, puedes retirarte- dejó de verla y me miró a mi.
Ella se fue dando pisadas muy fuertes.
- Disculpa si te incomode pero creo que te estaba ignorando y me incomodaba su intensa mirada- dijo y me desanimé un poco, sólo lo hizo para quitársela de encima. Bueno, es entendible su incomodidad.
- No te preocupes, está bien- y le di una sonrisa forzada.
- Ahora dime ¿cuánto te tengo que pagar?- pregunté y el se removió incómodo.
- Nada, preciosa. No es mucho, no te preocupes.- dijo restándole importancia.
- Si no es mucho, no te molestaría que viera la factura ¿cierto?
- Uh... preferiría que no.
- No me importa, muéstramela. Quedamos en que te pagaría la mitad por lo menos.- dije y estire la mano para que me la diera.
Seguí insistiendo hasta que sacó la factura de su billetera y me la dio. Estoy segura que mis ojos no podían estar más abiertos y mi boca también.
¡Es una cantidad ridículamente excesiva de dinero!Eso no se lo podré pagar ni aunque trabaje toda mi vida. Aunque si trabajo dos vidas creo poder pagarle.
- Brent.
- ¿Si?- dijo riendo con nerviosismo.
- Sabes que esto no te lo podré pagar nunca, ¿cierto?
- Me imaginé que dirías eso. Si te sirve de consuelo, ya no tendrás que comprar más ropa. Por ahora.
- Déjame ayudar, por lo menos, con la cuenta de la comida- dije quitándole la factura.
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Tu Lugar Es A Mí Lado
RomanceEl, un hombre resignado a vivir en la soledad. Ella, una mujer que esta sola en la vida. Ellos se encuentran. El cambia completamente la vida de ella e intentará todo para estar con ella...