Capítulo 9

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- El gusto el mío April.- dijo ella amablemente.- Entonces ¿en qué área estás?

- Bueno, trabajo como asistente del gerente- dije sin importancia mientras trataba de descifrar como funciona la máquina de café.

- ¡OH POR DIOS!- gritó y la miré- trabajas con Ken.

- No, trabajo con el Señor Shepard- dije repitiendo.

- No, chica. Ken es el sobrenombre del jefe.- iba a responder pero me interrumpieron.

- April, preciosa, necesito esas copias ahora- dijo lo último en un susurro al ver a Viviana- Buenos días señorita..

- Viviana Vera.

- Srita. Vera.

- Ya casi termino Sr. Shepard solo faltan unos minutos, hasta eso hago su café.

-El café no importa ahora April, y tuteame, ¿Acaso ahora nos hacemos los desconocidos?- dijo colocando su mano en el pecho como si lo hubiera ofendido.

- No, pero estamos en horario laboral.

- Yo mejor me voy- dijo Viviana- después te veo April.

- Espera ¿cuándo?

- ¿Para la hora de almuerzo puedes?

- Si, creo.

- ¡No! Ibas a almorzar conmigo, April- dijo Brent con indignación.

- Entonces mañana, Viviana.

- No, Mañana también ibas a almorzar conmi...

- Mañana te veo Viviana, anda a verme a mí piso. Y tú- dije y mire a Brent- calla.

- Está bien, adiós April. Hasta luego Sr. Shepard.

Brent recupero su postura dominante- Srita. Vera.- dijo con un asentamiento.

Así salió de la sala.

- No puedo creer que seas tan niño- dije con una media sonrisa mientras ordenaba las impresiones.

- No soy niño- dijo y cruzo los brazos- es que siempre almuerzo solo.

Miré su cara y ví un rastro de tristeza pero desapareció al instante.

- Si quieres puedes venir con nosotras a almorzar. Así haces amigos- dije en broma.

- No necesito más amigos, te tengo a tí y a Andrew.

Auch, Friendzone detected.

Le sonreí como pude.

- ¿Es mejor ir no crees? Los irlandeses ya han esperado mucho.

- Si, lo había olvidado,vamos.

Pasó 1 hora hasta que Brent salió de la sala de conferencias con los irlandeses.

- Preciosa, voy a recursos humanos, regreso en 10 minutos.

- Está bien.- respondí y se fue.

A los dos minutos me entraron ganas de ir al baño así que eso hice. Regresé al mismo tiempo que Brent entraba al piso.

- ¿A dónde fuiste?- dijo caminando hacia mi escritorio.

- Al baño- dije encogiéndome de hombros.

- Cuando venga mi abogado me avisas, tengo 30 minutos para dormir- el abrió la puerta de su oficina mientras me miraba- enserio, si no es el, no me despiertes.- vió adelante y juraría que es imposible que una persona abra más los ojos.

Tu Lugar Es A Mí LadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora