Nunca en su vida había estado más nerviosa. Las manos de Ren temblaban mientras intentaba acomodar un ornamento en su cabellera negra, fallando miserablemente.
—Dame eso y quédate quieta de una vez.—refunfuñó la mayor—. No puedo creer que vayas a casarte, pareciera que fue ayer cuando mi amada tía me dijo que tendría un bebé.
La sonrisa nostálgica en los rostros de ambas se borro en un instante. La pelirroja seguía sonriente; la azabache con una mueca de nervios.
—¿Qué crees que pase?—pregunto con un extraño tono de voz la pelinegra.
—Crei que ya habíamos hablado de eso, Ren.—comentó burlona la mayor.
—¡Mito, no me refería a eso!—chillo asustada la joven.
Anteriormente su tía les había dado "la charla" a ambas chicas. Claramente ambas sabían de dónde venían los bebés, sin embargo aquella platica había ido más a fondo al proceso de creación.
Aquella noche ambas salieron a cenar tan sonrojadas que Hashirama casi logra hacer que tomarán medicina para bajar la fiebre.
—Lo sé, solo estoy jugando contigo. Te ves demasiado tensa.—Mito comenzó a reír haciendo que su pequeña prima la acompañara con delicadas carcajadas.
—¿Recuerdas cuando éramos pequeñas y soñábamos con casarnos enamoradas?—sonrió la pelinegra ganándose la atención de su prima.
—Lo recuerdo, tú... ¿Sientes algo por el?—pregunto sentándose frente a ella.
—Yo...
Su respuesta quedo en el aire, ¿sentía algo por el?
La pelirroja la observaba fijamente. ¿En qué momento aquella desastrosa niña se había vuelto aquella hermosa mujer? Sus labios estaban pintados de un rojo escarlata, su cabello estaba suelto y con un ornamento decorado uno de los lados de su cabeza. El kimono contrastaba con todo lo demás y la hacía lucir sumamente hermosa, como una fina muñeca.
—Cuando estamos juntos hay ocasiones en las que mi corazón se acelera. En ocasiones, cuando hablamos siento que el tiempo pasa volando y cuando se fue yo estaba tan nerviosa... Cuando regresó herido sentí tanto miedo de perderlo y cuando él me abraza yo...
Una ligera risa con una sonrisa de ternura por parte de la pelirroja hizo que parara su discurso.
—Amor.—su única palabra hizo que la pelinegra frunciera el entrecejo—. Lo que sientes es amor, y si él se atreve a faltarte el respeto siempre podrás partirle la cara nena.
Una carcajada salió de los labios de la azabache ante el comentario de su prima.
—Tienes toda la razón, Mito-nee.—respondió tranquila, aunque su cabeza era todo lo contrario.
Amor. Aquella palabra era lo único que pasaba por su mente.
—¿Puedo entrar?—la voz de aquel chico las hizo reaccionar.
—Claro, ya está lista.—anunció la pelirroja con una sonrisa maliciosa.
—No Mito...—susurro más fue inútil, la puerta acaba de abrirse dejando salir a la pelirroja y entrando en su lugar un peliblanco.
—¿Estás bien?—pregunto al ver la expresión de la chica.
—Claro, ¿cómo estás tú?—pregunto la chica con una mueca.
—Supongo que bien, Hashirama no dejaba de sermonearme y arreglar el traje.—dijo con una mueca de medio lado.
Ambos se dedicaron a observarse mutuamente, el chico llevaba una yukata formal color azul oscuro y negro con él símbolo de su clan bordado en la espalda de un todo de azul marino.
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Ren || Tobirama Senju
FanfictionEl dolor trae consigo felicidad; la guerra eventualmente llega a un final. La vida de Ren Chiba nunca fue del todo fácil, las guerras, el odio, muertes y demás hicieron que la chica adaptará un carácter frío y calculador, escondiendo dentro de ella...