18. Compañia mutua

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En la ultimas semanas Ren se había acostumbrado a la presencia de Tobirama al rededor de ella.

Las heridas de este habían sanado notoriamente y su relación personal estaba de maravilla. Cuando despertaban se daban los buenos días, comían juntos, entablaban entretenidas conversaciones, se daban las buenas noches y en ocasiones se sentaban en el porche del patio trasero de la mansión a ver las estrellas.

—Ren, ¿necesitas ayuda en eso?—pregunto el chico peliblanco a su lado, ella nunca noto en qué momento llego.

—Oh, claro.—le sonrió y siguió dándole forma a aquellas bolas de arroz.

—Bien.

El joven comenzó a moldear el arroz sin quitar la vista de la chica que se encontraba a su lado, parecía distraída y a decir verdad aquello lo inquietaba.

—Tobirama, ¿no te has sentido incomodo estando solo conmigo?—soltó de un momento a otro.

El silencio reino un momento aquella cocina, ¿se había sentido incomodo?
Es decir, estaba más que claro que en ciertas ocasiones al estar con ella se le revolvía un poco el estomago, sentía una calidez en su pecho y disfrutaba algunas cosas.

No, la respuesta era un rotundo y claro no, el no se sentía incómodo con ella en ninguna forma.

—No deberías preocuparte por eso, en algún momento estaríamos conviviendo así.—mencionó a lo que la chica frunció el ceño y se quedó callada. Aquello no era normal.—Pero aún así debo decir que me agrada tu compañía, Ren.

—También me agrada tu compañía, Tobirama.—sonrió de lado para seguir cortando algas en tiras.

El chico la observo, por su anterior comentario días pasados ella lo hubiera retado y se hubiera quejado, sin embargo no lo había hecho. Su actitud del día estaba distraída y parecía demasiado pensativa. La chica estaba en las nubes.

—Tobirama, ¿crees que todo este bien?—pregunto sacando al chico de sus propias deducciones.

Y lo entendió todo con esa simple respuesta; Ren estaba preocupada por su padre.

—Puedo asegurarte que tu padre, que Ryu-sama es un gran ninja y en definitiva está bien. Si llegaran a estar en peligro podrían con ellos.

—Yo...—su cabeza se agachó un momento, ella estaba verdaderamente preocupada. Su padre era lo único que tenía, si bien sabía ningún Uchiha podría tocarla en territorio Senju el viaje que su padre estaba realizando para ir a verla era demasiado riesgoso.

Durante el tiempo que Ren estuvo con los Senju se escribía a su padre contándole todas y cada una de las cosas que había pasado en el lugar.

«Creo que te estás enamorando, mi pequeña princesa.» había respondido su padre en una de las últimas cartas, en la cual le contó sobre Tobirama y aquellas flores y estrellas.

Ella había insistido en verlo, quería saber sobre su padre, y al tener que cambiar su escondite Ryu le había prometido ir a verla durante el traslado. Y siendo aliados de los Senju, el mismísimo Butsuma Senju había ido a ser su escolta antes de volver a batalla.

—Ren, vamos fuera.—la voz de Tobirama retumbó en sus oídos para acto seguido caminar al lado del chico.

Cuando menos cuenta se dio se encontraban tomando el té y comiendo unos onigiris preparados entre ambos sentados en la parte trasera de aquella casa bajo el estrellado firmamento.

—Sabes Ren, me agrada este momento.—anunció ganándose una mirada de total atención por parte de la chica—. Me agrada que colaboremos en equipo en algo tan simple y poder disfrutar esta tranquilidad juntos.

—Basta, estoy sonrojándome.—respondió tapando su rostro.

—Solo estoy siendo sincero, estoy disfrutando este momento aunque hay algo que está haciéndome sentir consternado.

—¿Qué es ese algo?

—Tu actitud del día de hoy.

Aquellas palabras la dejaron helada, ¿había hecho algo malo?

—¿A qué te refieres con eso, Tobirama?—pregunto con inseguridad.

—Has estado distraída todo el día, tu cabeza está en las nubes y no has intentado por ningún medio discutir conmigo o hacer tus preguntas.—respondió—Además estás haciendo eso de nuevo, aquello de hacer muecas al pensar. Solo lo haces cuando algo te preocupa.

—¿C-como lo sabes?—sus ojos estaban abiertos al igual que su boca en el momento que aquella pregunta inconscientemente salió.

—Te he estado observando.

Las mejillas de Ren se tiñeron al instante de un rojo vivo, ¿Tobirama había estado observándola? ¿Desde hace cuanto? ¿Cómo había sido que nunca lo noto?

—Es algo un tanto fastidioso y me ofende, a decir verdad, el hecho de que no tengas la confianza suficiente conmigo de decirme tus preocupaciones.

Una vez terminando su pequeño discurso, Tobirama, sigue comiendo en silencio. Aquello era verdad le gustaría que la chica le dijera sus tormentos y el así mismo poder contarle los suyos.

Ambos terminaron de comer en silencio, dejando los platillos sucios de lado.

—Lo siento, Tobirama.—suspiro y el chico enfocó su atención en ella—. Estoy preocupada por mi padre y Butsuma-sama, también por Yoko en cierto punto, las emociones que he tenido últimamente son muchas y muy extrañas. Me asusta que algo pueda pasarle en este viaje y perderlo, él es todo lo que tengo.

—Ven acá.—dijo tomándola fuertemente se los antebrazos y arrastrándola a él—. Todo va a estar bien, Ren.

Las cosas pasaron muy rápido, Ren aún no podía entender en realidad como era que había jalado su cuerpo para dejarla en una cómoda posición de abrazo y sobre todo en cómo su corazón bombeaba a un ritmo verdaderamente tranquilizante.

—Es muy extraño para mí comenzar a mostrarte afecto, pero aún así deberías saber que seguiré contigo pase lo que pase.

La chica se quedó en shock, aquello había sido un lindo detalle viniendo del albino.

—¿Qué puedo hacer para que dejes de pensar en aquello?

—Tobirama, sólo abrázame por más tiempo.—respondió aferrando más sus brazos a él con su corazón bombeando fuertemente.

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Se podría decir que esto es un "relleno" sin embargo de aquí en adelante la historia ya va a empezar a tornarse más compleja.

Agradezco muchísimo todo el apoyo, en verdad no saben cómo me emociono cada que veo las leídas, votos, comentarios, agregó a su lista de lectura... Me hacen feliz💘

Ren || Tobirama SenjuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora