21. Como un hermano mayor

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Si un tiempo atrás le hubieran dicho a Ren sobre todo lo que tendría que pasar en esas últimas semanas en definitiva no lo hubiera tomado en serio.

Sus pensamientos eran confusos. La fecha de su cumpleaños se aproximaba realmente rápido, 18 años de edad, su mayoría de edad. Aquello que podría considerarse como una libertad; para ella sería su sentencia de encierro.

Sus ojos bicolores observaban con admiración, preocupación y anhelo el firmamento estrellado de aquella noche desde el techo del hogar Senju.

—¿Qué es lo que debería hacer, padre, madre?—sus ojos a miraban la singular luna llena, esperando una respuesta o consuelo.

Ella lo quería. Verdaderamente quería a Tobirama Senju, más aún no estaba enamorada de él y era muy confuso descifrar si él sentía aunque sea lo mínimo por ella.

Si alguna vez pensó en casarse las cosas habían sido de una forma completamente diferente. Aún cuando se percató de sus sentimientos hacia aquel chico seguía pensando igual.

Casarse enamorada, recibir amor de su pareja, superar esta guerra juntos y, eventualmente, formar una familia.

Ahora... Ahora aquellos sueños habían terminado por volverse simplemente aquello; sueños.

Tobirama no parecía querer casarse con ella, siendo sinceros ella tampoco lo quería, al menos no de aquella forma tan forzada. Aunque con el tiempo aprendiesen a funcionar como pareja tenía miedo, miedo de entregarse a él, miedo de tener un hijo entre aquella guerra, porque aunque Tobirama fuera a protegerlo o protegerla, estaba segura de que Butsuma lo usaría como arma de guerra debido a la fortaleza de ambos clanes.

Su cabeza estaba hecha un terrible desastre.

—¿Qué estás haciendo aquí?—las palabras que salieron de la boca de aquel castaño la hicieron dar un brinco.

—Por Kami-sama Hashirama, no vuelvas a aparecerte tan de la nada nunca.—dijo soltando un suspiro y re-acomodándose cómodamente.

—Lo siento.—se disculpó con una de sus típicas sonrisas.

—No pasa nada, y volviendo a tu pregunta, estoy pensando.—dijo y fijó su mirada en aquel cielo estrellado.

—Es sobre lo que dijo mi padre,¿cierto?—consultó mirando al cielo.

—Efectivamente, tiene mi cabeza hecha un desastre.—suspiro.

—Me recuerdas tanto a Tobirama y a la vez a mi madre.—dijo con una sonrisa melancólica—. Sabes, él no siempre fue así de serio, quiero decir, lo era pero su carácter era más alegre.

—Es algo... Un tanto difícil de imaginar.—dijo la chica con una sonrisa—. Pero aún así es posible.

—Claro que lo era, Tobirama tenía, y sigue dentro de si, el carácter de nuestra madre. Ella... Oh, ella era una mujer bellísima y muy fuerte, cuando ella murió algo dentro de Tobirama comenzó a cambiar; no se le permitió llorar nuestra madre, a ninguno de nosotros porque "eso no es lo que hace un hombre"—hizo comillas con sus dedos imitando a su padre— después de aquello seguía reteniendo algo de su chispa, siempre cuidando de nuestros hermanos, sin embargo no podía estar pegado a ellos todo el día y lo malo sucedió. Nuestros hermanos murieron a manos de los Uchiha, igual que nuestra madre, y desde ahí nació un repudio hacia ellos de parte de Tobirama.

—Pero...¿qué más paso?

—Se volvió frío como el hielo y se apegó más a mi, siempre cuidándonos las espaldas. Dejó su vida personal de lado solo para entrenar y volverse más fuerte; no quería volver a perder a nadie sin hacer nada.—dijo y ella hizo una mueca, desde lo de su padre se propuso lo mismo—. Siempre hubo chicas buscando una oportunidad, pero él siempre objetaba que todas eran muy débiles, él no quería una mujer débil.

—Lo sé, me lo ha dicho.—dijo sonriente al recordar como él había mencionado que le gustaba su compañía.

—Es exactamente aquí donde apareces tú, Ren.

—¿Yo? ¿Cómo podría yo entrar en esta historia?

—Desde el momento en que lo comprometieron a él y no a mí se mostró insoportable y antipático. En serio, no había día donde no lo vieras con el ceño fruncido.—dijo divertido sacándole una risita a la joven—. Cuando te conoció todo su mundo dio vueltas, en definitiva no eras la chica débil y perfecta que él creía que eras. Justamente por eso comenzó a interesarse en ti.

Los ojos de la chica se abrieron con sorpresa y sus mejillas enrojecieron.

—Ren, tal vez no es el momento de una boda. Créeme que nada me alegraría más que ver a mi hermano ser feliz, más si es contigo, en verdad me agradas y ya te considero mi hermana menor.—dijo seguido de un suspiro—. Mi punto es, que aunque la boda sea forzada nadie te obligará, ni siquiera el mismo Tobirama, a cumplir con las funciones de una esposa, ambos aún son jóvenes. Él tiene casi 19 y tú estás a días de cumplir tus dieciocho, sigan fortaleciendo el lazo que tienen y si los sentimientos se ven envueltos en el transcurso sean muy felices.

—Hashirama... Yo...—sus ojos estaba aún abiertos con sorpresa y sus ojos algo cristalinos.

El apoyo que le estaba brindando Hashirama en ese momento la hacía sentir tranquila. Su sonrisa se hizo presente y asintió decidida.

—Lo haré, Hashirama-nii. Prometo cuidar bien de Tobirama y de mi, al igual del lazo que nos une.—dijo decidida y se levanto dándole un abrazo al castaño.

Ambos estaban ensimismados en su conversación que nunca notaron al albino que los observaba con una sonrisa en su rostro, ahora sabía que más que nunca debía de cuidar de esa chica, que era ahora casi una mujer, con su vida.

No la forzaría a nada y tomaría el consejo, secretamente escuchado, de su hermano mayor.

Fortalecería ese lazo entre ellos y cuando ella estuviera en realidad enamorada de él, correspondiendo sus sentimientos, comenzarían a tratarse como marido y mujer.

Porque, aunque solo mentalmente, Tobirama admitía estar lentamente enamorándose de la chica.

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¡Hola!
¿Qué tal el capítulo de hoy?

Ya casi se casan 7u7r
Mis niños están creciendo muy muy rápido😭💔

¡Nos leemos a la próxima!

Ren || Tobirama SenjuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora