Capitulo 13

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Estaba acostada cambiando de canal cuando Sue entra a mi alcoba con una cesta de ropa limpia y comenzó a guardar la ropa en los cojones.

-Sue, cuántos años llevas trabajando para nosotros?-

Me miró sonreía-creo que más de cuarenta y cinco años-llevó su vista a lo que hacía

-entonces me conoces desde que estaba en el vientre de Effie-

-por su puesto, de ti y de Primrose-

Asentí-sabes...hable con Peeta el otro día, semanas atrás-

-es buen chico, pese a las circunstancias- me senté en la cama.

-me dijo que...cabe la posibilidad que yo...no sea hija de Effie sino de...-Sue se sorprendió y me quedó mirando sin entender.

-no imposible...-susurró

-yo tampoco lo creo-

-eres hija de Effie y Haymitch, Katniss, tú y Primrose-

-te creo...pero no como me pudo decir eso Peeta...dice que escuchó y si escuchó significa que es verdad pero capaz no hablaban de mi-

-seguramente...-terminó de doblar y guardar la ropa.

-gracias Sue-dije nuevamente acostándome.

-deberías averiguar bien-dijo caminando a la puerta.

-cómo?-me miró antes de abrir la puerta.

-si es verdad que Peeta escuchó.... tienen que averiguar bien...- Se encogió de hombros-tienes que averiguar Katniss-

-tu sabes algo-más que pregunta fue afirmación.

-he pasado tanto tiempo con la familia Trinket, alrededor de 20 años con ellos y casi 28 años con los Everdeen. Créeme que se tantas cosas... pero como empleada solo puedo escuchar más no hablar..pero no se nada-

-Effie te conoce desde antes de nacer? No sabía!-

-prácticamente la crié, cuando fui a trabajar con los Trinket tenía 15 años-

-y cómo así te viniste con Effie al casarse con mi padre? Ella te lo pidió? Qué paso con mis abuelos? Mamá nunca habla de ellos!-

-......-

-Sue?-

-yo no tengo porque hablar, tienes que preguntarle a tu madre- Sue salió de la habitación.


27 años atrás...

Effie estaba nerviosa, muy nerviosa.

Había hablado con Plutarch sobre la boda, que ya no habría. Que ella se había enamorado. Para él fue un golpe, amaba a Effie, siempre lo hizo. Sabía que ella no lo amaba pero creía que al casarse ella comenzaría a quererlo, pero ahora que ella estaba con otro y sobre todo era correspondida, fue un gran golpe. Pero ante todo estaba la amistad que tenían. Por lo que la dejo ir, incluso Plutarch trató con Haymitch y para su desgracia, se dio cuenta que es un buen tipo.

Ahora lo difícil era decirle a sus padres. Los señores Trinket eran muy estrictos, siempre habían mandado en su hija sin reproche por parte de ella.

Effie y Haymitch estaban sentados en la sala de la casa de campo Trinket, esperando que sus padres bajen las escaleras. Casi diez minutos después, bajaron. Un hombre de no más de cuarenta y tantos años bajaba las escaleras de forma aburrida, de cabello rubio y ojos azules. Atrás suyo bajaba una hermosa mujer de treinta y cinco años. De pelo castaño, ojos cafés y de hermosa sonrisa. Aquella mujer era digna de ser admirada, pareciera que aquella mujer no fue hecha para aquel pequeño distrito, sino para posar en revistas como alguien de Hollywood o ser modelo. Effie era hermosa como su madre, pero su cabello, ojos y forma de ser lo saco de su padre. Aunque su padre pareciera frío, es un hombre amoroso, bondadoso, estricto ante todo y amaba a su primogénita ante todo. La señora Trinket era una mujer superficial, fría, autoritaria, atractiva, coqueta y sobre todo ambiciosa. Aunque Effie amaba a su madre no supo como su padre pudo casarse con alguien como ella. Para cuando Effie les dijo a sus padres que la boda con Plutarch se cancelaba, pero habría otra, con Haymitch. Su madre casi se desmaya en pleno salón cuando Haymitch pidió la mano de Effie. Su padre solo se quedó frío, expectante a la reacción de su mujer. La madre de Effie pegó el grito al cielo. "Como es posible que manches el apellido Trinket y de paso con este" dijo mirando despectivamente a Haymitch.

Ese día, Effie Trinket, agarró sus maletas de la casa de sus padres y fue hacia la pequeña casa de Haymitch, donde Effie lloró para después dormirse sobre el pecho de su amado.

Dos semanas después Effie fue a la casa de sus padres, ellos le tenían una noticia, al igual que ella. Effie desde antes de irse de la casa, se había sentido mareada y con muchas ganas de vomitar, aclarando todas sus dudas al realizarse una prueba de embarazo donde dio positivo. Haymitch lo tomó muy bien, incluso ya tenían fecha para celebrar su boda, en menos de una semana.

Al llegar a la antigua casa, solo se encontraba su padre en la oficina.

Y para sorpresa de ella, se enteró que ya no iba hacer la única heredera. Su madre de treinta y cinco años estaba embarazada. Tenía un mes. Effie queriendo matar dos pájaros de un tiro, también le dijo a au padre del embarazo. Y aunque no lo tomara bien, le brindo su apoyo.

Effie aún estupefacta ante la noticia que madre e hoja estaban embarazadas. Fue a visitar a su amigo de toda la vida, Plutarch. Para sorpresa de ella no estaba, sino su hermano. Effie le dijo a la sirvienta si podría hablar con Cornelius Snow Mellark, hermano mayor de Plutarch. Mientras que su amigo tenía 20 años al igual que ella, su hermano mayor tenía 27 años. La sirviente le dijo que podía ir a la sala de espera al otro lado de la casa, que justo él estaba con su madre que vino a visitarlo. Effie se sorprendió, no sabía que su madre y aquel se llevaban. Con un asentimiento de cabeza fue para aya. Encontrándose con una escena matadora.

Su madre. Aquella mujer intachable, recta, fría y muy religiosa ante todo, estaba teniendo sexo con el hermano mayor de su mejor amigo.

-madre?!-susurró Effie.

Para aquellos amantes fue un shock y vergüenza ser descubiertos. Aunque a Cornelius le valía ya que no perdía nada, a la señora Trinket si. Perdía el amor y confianza de su hija, su posición de perfecta, de buena madre y esposa. Perdería a su gran amor, su esposo y todo por una simple aventura sexual que comenzó hace casi tres meses.

Presente.



Unos golpes en la puerta me hicieron despertar-puedo entrar?-dijo aquella voz que reconocí.

-adelante-dije adormilada y con la voz rara.

Eran las 2 de la madrugada y Johana se le ocurría entrar a esta hora.

Johana cerró la puerta de mi dormitorio y fue a sentarse alado mío en la cama pero de frente a mi.

-pero...qué te paso?-le dije preocupada. Su maquillaje estaba corrido y sus ojos rojos de haber llorado mucho, presumo.

-Finnick-

-qué te hizo?-dije molesta.

-apareció el gran amor de la vida de Finnick, Annie. Llegó hace unos meses atrás al parecer. Finnick y ella estaban en contacto pese a que él salía conmigo, me pidió que fuera su novia y aún así se veían a escondidas-comenzó a llorar-ella se separó de su marido...tienen un hijo-

-Finnick y Annie tienen un hijo?-

-no, Annie y su ex esposo tienen un hijo-

-así que Fin...-no me dejó hablar.

-él la ama. Hoy se sincero y me contó todo, todo lo que te dije pero mejor detallado... cuando terminó de hablar le pregunté: si aún la amaba?, me miró a los ojos sin saber que decir. Ahí lo supe-llevó sus manos a las mejillas y comenzó a quitarse las lágrimas- Finnick y Annie volvieron-

-hijo de...-

-Kat!-me interrumpió- lo amé, lo amó-me sorprendí-nunca me había enamorado y ahora....-sonrió con melancolía-le dije que no se preocupe por mi, que yo estaba bien. Que si la amaba tenía que luchar por ella, por el amor de su vida. Kat...cuando uno ama y sabes que él no te ama de la misma manera hay que dejarlo ir para que busque su felicidad. Amo verdaderamente a Finnick como para dejarlo ir con otra, con otra que no soy yo-

Me abrazó, sollozos y muchas lágrimas se hicieron presentes en aquella habitación.

Con dolor consolé a mi amiga, aquella amiga mía que un día me consoló a mi cuando me rompieron el corazón. Ahora era mi turno de consolarla.

Abrazando a mi amiga, le pedí a Dios el hombre indicado para Johana. Aquel que la ama de igual forma y más, que este dispuesto a dar su vida por ella. Aquel hombre que no la haga sufrir.

Dios es bueno y perfecto, se que por algo ocurren las cosas. Solo espero, que el dolor de mi amiga acabe pronto.

Dolorosa Traición-TERMINADODonde viven las historias. Descúbrelo ahora