Capítulo 20

1.1K 79 8
                                    


-Rory, por favor-luchaba contra su beso.

-acaso ya no me quieres?!-dijo angustiado-es eso verdad!-olía a alcohol. Rory incluso cuando tomaba mucho vino le hacia efecto.

-estas tomado, hablemos mañana de todo pero deja de...-me volvió a besar.

El beso fue demandante.

Sus manos recorrieron todo mi cuerpo. De arriba y abajo, tocando todo. Mis nalgas, cintura, vientre, senos, cuello, cabello... me estaba excitando. Por primera vez en años me volvía a sentir aquel sentimiento tan viejo y tan recordado a la vez.

-Prim...mi flor de verano-susurró.

Casi se me salen las lágrimas en escuchar aquel sobrenombre. Flor de verano, me lo dijo por primera vez cuando nos conocimos, desde ahí siempre lo hacía. Lleve mis manos a su cabello, acaricie, aprobando aquel beso. Sus besos eran como un afrodisíaco para mi cuerpo, para mi ser, en todos los sentidos se me alborotaban hasta el último rincón de mi cuerpo con tan solo besarme.

Estaba tan cegada de él, de lo que me provocaba, que no me fije en que momento se agarro en brazos y me subió, aún besándome, por las escaleras hasta el segundo piso, cuando me di cuenta que estaba en el piso de arriba fue porque Rory habló-tu cuarto?-dijo con voz ronca. Le señale la segunda puerta a la izquierda.

Casi tira la puerta al abrir y casi la tira de nuevo al cerrarla.

Me dejo parada en el piso respirando con dificultas, para después comenzar a desvestirme. El vestido terminó hecho trizas en el suelo, junto con mis bragas y brasier. Miento si digo que no me dio vergüenza. Estaba con pánico en que vea mis pequeñas estrías bajo el ombligo que la maternidad puso en mi. Frente a mi Rory comenzó a desvestirse por igual, dejando su junto
fino pantalón de vestir negro que llevaba, alado de lo que quedaba de mi vestido. El resto de su ropa quedo tirada. Al bajar sus bóxer, mi vista fue hacia ese duro miembro que se alzaba como asta deseosa en que le pongan la bandera. No lo recordaba así de grande y...larga. Me sonrojé y deje de mirar aquel aparato, al mirar a los ojos a Rory, este miraba mis pechos como muerto de hambre. Sus ojos estaban ciegos por el deseo.

-te crecieron las tetas-

-siempre tan...directo y sin pelos en la lengua-trate de sonar bromista, pero mi comentario estaba lejos de ser gracioso.

Mis senos se habían hinchado en el embarazo, pero al dar a luz, mas precisamente de lactar a mi hija, mis senos habían crecido varias tallas, dejando atrás mi cuerpo adolescente para dar paso a mi cuerpo de mujer.

Se acercó y me sostuvo en sus brazos hasta trasladarnos a la cama que ocupaba la gran habitación, se posicionó encima de mí, pasando sus labios por mi clavícula y haciéndome gemir sin pudor alguno.
Comenzó a besarme de manera muy distinta, diferente a minutos atrás.

Me besó con dulzura que casi no reconocía al hombre que tenía frente a mí, sus caricias eran diferentes pero agradables, me tocaba con delicadeza y muy despacio para mi gusto, como si fuera un cristal o una pieza de porcelana a punto de quebrazarse en cualquier momento. Fue bajando su cabeza hasta posicionarse entre mis muslos, sin pudor alguno, abrí más mis piernas dándole acceso de sobra. Comenzó a lamer de arriba abajo mis pliegues, haciéndome soltar gemidos, estaba sonrojada de mí misma por la forma en que gritaba tan escandalosamente.

Llevaba muchos años sin hacer el amor. Y me sentía muy receptiva y muy sensible.

Me estaba volviendo loca de deseo. Sentía un fuego interno crecer más y más a medida que los segundos pasaban. Su boca, su lengua y sus dedos, todo lo que me hacia era maravilloso. La forma en que movía esa lengua por mi clítoris, dando ligeros golpes y mordiendo ligeramente. Subió para besarme y comenzó a tocar, amasar mis senos sensibles y necesitados por él. Apretaba ligeramente mis pezones erectos.

Acarició unos instantes mi vientre con delicadeza. Como que asimilaba todo lo que ocurría.

Posicionó la punta de su pene en mi entrada, me miro a los ojos y por la misma comenzó y a penetrarme tan despacio que casi me sentía a morir.

-fuiste parto normal...?-

-a que viene tu pregunta tan fuera de lugar?-dije mientras sentía como se metía poco a poco dentro de mi.

-estas estrecha-mordí mi labio inferior.

-parto normal-

-carajo...-dijo gruñendo en mi hombro-y sigues estrecha-

Cuando abarcó todo mi interior, hasta llegar al tope, sacó por completo su pene para volver a embestirme de una sola estocada, haciéndome gemir su nombre.

Su embestidas era lentas, tan lentas que sentía que si no se movía más rápido yo tendría que tumbarlo y ponerme encima, me besaba el cuello enviando descargas eléctricas por todo mi cuerpo y más cuando sus penetraciones empezaron a ser más rápidas. Envolví mis piernas en su cadera para que fuese más profundo, estaba a punto de llegar. Besé su cabello y frente, lugares que mis labios podían llegar. Rory estaba recogido encima mío. Rory se inclinó un poco para besarnos en los labios mientras sus embestidas se aceleraba. Lo agarré con fuerza clavando mis uñas en su espalda cuando estaba llega do al orgasmo, el no se quedo atrás, agarro con fuerza mis caderas y gruño casi grito mientras llegaba al clímax. Los dos llegamos al mismo tiempo, los gritos acallados por nuestros besos, sentí su semen caliente en mi interior, extrañaba esa sensación de plenitud y satisfacción.

Me sentía agotada y plena.

Rory salió dentro de mi y se acostó alado mío.

Nuestras respiraciones trataban de normalizarse. Aún mi corazón latía desbocadamente.

-te amo, Rory-lo miré-así ya no me ames, lo entenderé. Pero quiero que sepas que te amo, nunca deje de hacerlo-

Acarició mi mejilla-yo también te amo, mi flor de verano-Besó mi frente-cásate conmigo, comencemos de nuevo-

-si...-dije feliz-pero...podrás perdonarme por todo-

-no tienes que sentirte culpable, mi flor, pero para que estés tranquila, todo esta perdonado-

Agarré su mano y lo puse donde queda mi corazón-esto es tuyo, siempre lo fue- él bajo su mano y agarro apretando mi seno.

-tu cuerpo siempre me perteneció-

-estoy hablando de mi corazón, bobo-

Sonrió picarón acariciando mi pezón-no mientas-

Le di un manotazo en su mano, soltó seno y lo volvió a poner sobre mi corazón mientras que con su mano libre agarro mi mano, y lo puso sobre su corazón.

-el tuyo me pertenece y el mío te pertenece, siempre fue así y seguirá así-

Dolorosa Traición-TERMINADODonde viven las historias. Descúbrelo ahora