Dolorosa Traición-TERMINADO

Capítulo 24

-Tengo algo planeado para hoy - le dije emocionada-y.. no está incluida la cama... aún.

Ambos estábamos caminando a nuestra choza, con nuestras manos entrelazadas. La pequeña cabaña en nuestro prado, el límite de las tierras Mellark y Everdeen. Le tenía una bonita sorpresa a Peeta.

Peeta se volteó y me observó unos segundos.

-y cuáles son esos planes, mujer?-

Mordí mi labio inferior a la vez que respiraba profundamente para calmarse. Nunca había sido demostrativa en cuanto al amor, peor aún en lo sexual. Me acerqué a él, me puse de puntillas y le di un pequeño beso en sus labios. Mmm.... me encantaban esos labios.

-quiero que te relajes... - le informé sonriendo pícaramente.

-no entiendo...-

-quiero que te relajes, como una terapia mas o menos...-

Saqué la llave del pequeño bolsillo de mi vestido. Hice que Peeta entrara primero a la cabaña, al hacerlo prendí la luz.

Peeta quedó maravillado por el arreglo que hice. Las paredes estaban pintadas, había pocos muebles en la pequeña sala, había una puerta que separa la sala del cuarto y todo, absolutamente todo estaba limpio, pulcro.

-lo arreglaste-

-si, amor-

Me atrajo hacia el y me dio un pequeño beso-me encanta, esta es la sorpresa?-

-si y no-le sonreí-vamos al cuarto-

Cerré la puerta con llave y seguí a Peeta hasta la habitación. Una pequeña cama de no mas de dos plazas estaba en el medio de cuarto. No había puerta del baño, solo un hueco circular que separaba ambas partes.

-siéntate-ordené mientras le señalaba la silla. Lo hizo un poco dudoso y comencé a desabrochar botón por botón de su camisa de vestir.
Me miraba atentamente mientras le quitaba la camisa, la deje en el respaldar de otra silla.

Respiré profundamente, acerqué a su pecho recién descubierto y le di un pequeño beso primero, luego abrí su boca y le di otro un poco más largo lamiéndolo suavemente. Peeta se estremeció y respiró un poco más agitado, puso las manos en mis caderas y empezó a subir mi vestido. Le sonreí contra mis labios todavía en su pecho y me aleje poco a poco de él hasta que Peeta bajo sus manos.

-todavía no, panadero.... paciencia - le dije con tono juguetón a la vez que lo miraba y sonreía. Peeta tenía expresión de impaciencia y frustración que solo me hizo reír más fuerte.

-espera amor, valdrá la pena...-

Peeta suspiró, me tomó en brazos sin que pudiera hacer nada para evitarlo, me besó apasionadamente, solo duró unos segundos pero me dejó mareada y perdida por un tiempo.

- te sugiero que hagas lo que quieras hacer rápido, no soy un hombre paciente -

Aunque estaba sonriendo, podía notar que sus ojos estaban ansioso y le faltaba poco para retomar el control que le había quitado.
Peeta respiraba entrecortadamente.

-Quítate los zapatos - le ordené, lo hizo rápidamente con sus propios pies, y se dobló un poco para quitarse los calcetines, luego se enderezó y se colocó frente a mi.