Hannah Marin
Abro los ojos por un frío que inunda mi cuerpo. Miro a mi alrededor y no veo nada, sólo oscuridad. Estoy empapada de agua y comienzo a toser.
-¿Hola?-hablo con mi voz ronca.-¿H-hay alguien?-me levanto con dificultad.-¿Shawn?-hablo pero nadie contesta.
No, no puede ser. No puedo estar encerrada de nuevo, no, no, no. Mi pesadilla no puede estar volviendo a ocurrir. Esto no puede estar pasando.
-¡Shawn!-grito mientras limpiaba mis ojos llenos de lágrimas.-Shawn...-comienzo a respirar agitada y poco a poco me empieza a faltar el aire.
Otro ataque de asma no por favor. Intento recuperar el aire inhalando y exhalando pero no lo logro. No tengo aire, no puedo respirar. Intento gritar pero lo único que consigo es quedarme aún mas sin aire. Poco a poco voy cerrando los ojos y me voy durmiendo.
Shawn Mendes
Ignoro los gritos del sótano que son provocados por Hannah. Damon va a pagarme y debo hacer mi trabajo bien. Los gritos siguen hasta que se detienen es seco. Algo debe estar mal.
Bajo al sótano y enciendo la luz. Observo a Hannah en el suelo, no parece estar respirando. Corro hacia ella y la muevo.-¡Hannah despierta!-la abofeteo levemente.-Despierta...-doy un golpe en el suelo.-¡Mierda!-me levanto del suelo y le marco a Salvatore.
Suena tres veces y la voz adormilada de Damon habla.-¿Qué cojones quieres ahora Shawn?-su irritante voz me daban ganas de golpearle.
-Es Hannah, no está respirando y...creo que su corazón se ha detenido.-hablo finalmente.
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Gracias.