Capítulo 21

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NARRA MARC

Cuando ví salir a Jimena por la puerta de mi habitación, comprendí todo. Le pregunté porque se iba sabiendo perfectamente el porqué. Le he fallado y no me merezco estar con ella. El dolor de cabeza me impide dormir.

No paro de llamar a Jimena pero no me contesta, lo lógico. Me siento una mierda por haber hecho eso con una chica tan espectacular como ella, no se lo merece. Pero cuando me quise dar cuenta... Era demasiado tarde.

Es cierto que seguí con Amaia estando con Jimena, estuve dos semanas intentando aclararme la mente, si amaba a Amaia o me había enamorado de Jimena, pero si, me estaba enamorando de Jimena, y sí lo corté pero es cierto que estuve con otra a la vez que con ella y no hay algo de lo que más me arrepienta. Me sentía mal al haber estado con Amaia y por eso no quise hacer nada más con Jimena.

Me quedé despierto toda la noche, sin poder dormir, sin poder dejar de pensar en ella, sin poder dejar de maldecir por culpa mía, porque todo es culpa mía.

Ella había estado todo el tiempo que estuve ingresado conmigo, a mi lado, sin poder dejar de llorar pensando en que podría perderme. Ella me prefirió a mi antes que a su familia, prefirió salvar nuestro amor, y así se lo he pagado, pero es así cada uno tiene que pagar por sus actos y eso estoy haciendo.

Oigo la puerta de mi habitación abrirse, giro mi cuello hacia esa dirección; Amaia. Se acerca hacia donde estoy y espero a que diga algo.

-Lo siento Marc. -La miro con desprecio y la dejo de mirar. -Por lo de Jimena, lo siento. Pero ella debía saberlo, y se que tu no se lo ibas a decir. -Se sienta en la orilla de mi cama, mirándome.

-¿Era necesario que se lo dijeras tu? -La miro frío, me incorporo. -¿Era necesario en este preciso momento? Has ido a hacer daño, pero no te culpo de nada, todo ha sido culpa mía. -Amaia intenta decir algo pero no la dejo. -Y ahora por favor vete, ya has hecho bastante no quiero oírte mas. -Vuelvo a acostarme.

Un silencio incómodo invade la habitación, Amaia sigue ahí.

-No quería hacerle daño a nadie, pero, como te he dicho, ella debía saberlo y se que tú no se lo ibas a decir. -Noto como se levanta. -Y que sepas, que me vas a tener aquí para lo que quie...

-¡Fuera! -La interrumpo bruscamente. Me mira negando.

-Yo no tengo la culpa. -Sale de la habitación.

A la media hora de que Amaia saliera de mi habitación, decido salir al jardín a que me de el aire, pero antes de ir a dar un paseo me encuentro a mi madre.

-Buenos días cielo, ¿hoy no vas al Segre con papá? -Veo a mi madre leyendo en el jardín. La miro.

-No, no tengo ganas, no estoy de humor. -Me mira frunciendo el ceño.

-¿Jimena sigue durmiendo? -No sé como decirle a mi madre lo que pasó a noche, pero tengo que armarme de valor y hacerlo.

-Jimena... Jimena se ha ido. Se fue, anoche. -Me siento a su lado. Mi madre se quita las gafas y cierra el libro, me mira atenta. -Tuvimos una pelea, bastante grande y no sé donde está, la he llamado mil veces. -Suspiro.

-¿Se puede saber por que pelearon? -Eso es demasiado difícil de explicar, me levanto.

-No quiero hablar de eso ahora mamá, luego hablamos. -Ando hacia la puerta trasera del jardín.

-¡Marc!-La miro. -Jimena te quiere muchísimo, no dejes que se vaya de tu vida tan fácilmente. -Me dedica una sonrisa confortable y asiento.

-Lo sé.

La Prima De Valentino Rossi «Marc Marquez»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora