¡Embarazado!

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Nota de la autora ~ ❤ ❤
Bueno primero quiero agradecer por leer esta humilde historia.
También le doy gracias a Carolina por dejarme usar su bello dibujo para este nuevo capítulo. Les dejo su fanpage para que vean sus fan arts y otras cosillas más.
https://www.facebook.com/ilitiaforever/
Sin más que añadir...Les traigo el capítulo...espero lo disfruten.

Unos días después...

-Ten- pronunció Víktor mientras terminaba de servir un bol de arroz.

-Gracias - respondió Yuri con una sonrisa. Pero fue extraño que el olor de aquel carbohidrato hiciera que el pelinegro corriera al baño para vomitar.
Ambos, rubio y albino se miraron sorprendidos.

-Acaso el cerdo está enfermo- preguntó o casi afirmó Yurio.

-No lo sé- murmuró el mayor casi preocupado.

Yuri decidió ir a su cuarto, se sentía cansado y sin ánimos.

-Yuri- Dijo Víktor arrimándose al marco de la puerta- Deberías ir al doctor.
-No te preocupes...ya se me pasará.

-No me gusta verte así, amor- Víktor besó su frente para luego terminar por besar sus labios.

-Víktor....quiero hacerlo- pidió el pelinegro.

-¿Estás seguro?- le preguntó.
Yuri solo asintió con la cabeza y ambos empezaron a besarse.

----Después de unos meses----

-¡Yuri! - Víktor se sorprendió al ver como el menor devoraba unas salchichas del refrigerador, a su lado había un bote de helado, unas galletas, latas de atún y unos cuántos alimentos más.

Víktor le regaño, si seguía así le podía dar una indigestión.

-Lo siento- el menor tenía ganas de llorar y es que no le podía decir que no a su estómago hambriento.
El albino había notado algunos cambios severos en Yuri :

1. Se la pasaba comiendo todo el día.
2. Tenía cambios de actitud regularmente. A veces estaba muy feliz, otras se enojada con él o lloraba por cosas insignificantes.
3. Solía evitar hacer el amor u otras veces tenía un apetito sexual insaciable.
4. Tenía náuseas o mareos. Se cansaba rápidamente y algunas veces se veía sin energías.
5. Y la más importante...había subido de peso, a pesar de no ser nuevo, eso le deprimía.

Ya era hora de dormir y el pelinegro se encontraba frente a un espejo.

- He subido de peso nuevamente- se quejó.

Se acercó a Víctor quien se encontraba en la cama y preguntó.

- ¿Crees que estoy gordo, amor?- dijo sobando su pronunciada barriga.

- Claro que no, bebé. Estás perfecto para mí- sonrió.

- Papi...- Víktor se acercó al menor y comenzó a besar su cuello dejando algunas marcas.

- ¿Quieres que te haga el amor, bebé?
- Sí papi...Quiero tu gran pene dentro de mí.

Víktor le sacó el pijama lentamente. Empezó besando los labios del menor, bajando hacia su cuello y marcandolo como suyo.

Besó uno de los rosados pezones mientras apretaba el otro con una de sus manos.

-¿Te gusta, Yuri?

El menor asintió algo sonrojado.

Bajó lentamente hasta su ombligo y empezó a saborearlo. Yuuri gemía sin poder evitarlo. Tenían suerte de que Yurio y Vicchan ya estuvieran dormidos.

La historia de un perro , un veterinario y dos bebésDonde viven las historias. Descúbrelo ahora