Nuestros pequeños

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Luego de unos meses, Yuuri ya se encontraba a pocos días de que le practicaran la cesárea.

Ambos, Víktor y el japonés estaban felices de recibir a sus hijos.

Se acurrucó junto a su esposo, el cual leía un libro.
Era dificultoso para Yuuri dormir completamente recostado sobre su cama, debía poner una almohada y apoyarse contra el mullido objeto para así no ahogarse. Sus piernas se habían hinchado más y su espalda dolía mucho.

-Estoy nervioso- le comentó a su esposo el peliplata- La cesárea será el lunes, falta muy poco.

El ruso lo abrazó con cariño dejando el libro a un lado -Tranquilo mi amor, todo estará bien.

- Lo sé, Víktor. Estoy nervioso porque no sé cómo serán nuestros niños. Se parecerán a ti o mí.

-Tal vez una mezcla de ambos- concluyó el ruso - Ahora, sólo vamos a dormir.

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-Buenos días - saludó Yurio al bajar para desayunar. Se sentó junto a su hermano quien comía una tostada con una taza de café mientras leía el periódico.

-¿Puedo tomar la otra tostada? -preguntó el rubio hambriento al observar el pan tostado sobre el plato.

- Tómala. No hay problema- respondió Víktor, sin despegar la vista del papel.

- Gracias- Yurio mordió la tostada, aquel alimento calmó el hambre que tenía.

- ¿ Y Yuuri?

-Desayunando arriba, le duelen mucho las piernas. Ya no puede con los bebés. Le es difícil andar.

- Lástima...-ambos se mantuvieron rn sielncio hasta que el chico de ojos verdes volvió a hablar - Víktor...

- Dime...

- Hoy puedo ir al cine con Otabek.

El de ojos azules dejó de leer el periódico, mirando serio a su hermano comentó -Si te viene a ver y a dejar. Está bien.

-¿De verdad? Gracias. -Yurio sonrió. Sería el mejor sábado. Llevaba un tiempo sin ver a Otabek, quería abrazarle y besarle. Lo extrañaba muchísimo, aunque no se lo dijera- Le escribiré ahora mismo.

El rubio subió las escaleras, debía arreglarse para salir con Beka.

Víktor subió y encontró a Yuuri dormido. Tomó los platos vacíos para lavarlos. Se acercó a su esposo dándole un beso en la frente.

- Te amo - susurró antes de bajar.

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-Ya me voy Víktor. Otabek ya llegó- gritó Yurio bajando las escaleras.

- Ve con cuidado- respondió el albino desde su habitación.

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El reloj ya marcaba las 6:00 p.m y Yurio no llegaba a casa. Hace dos horas que había salido y aún no regresaba.
Justo antes de agarrar su celular para llamar a su hermano, Yuuri se levanta.

- Víktor...- Sonríe al verlo a su lado -¿He dormido mucho?

- Sí, ya es de noche mi Yuuri.

El de lentes rió. Se sentó en la cama tomó aire para levantarse. Víktor lo notó.

-¿Te ayudo?- le preguntó su esposo

-Por favor- asintió Yuuri. Era difícil levantarse. Aguantar el peso de dos bebés era duro.

Víktor le sujetó la espalda y tomó una de sus manos, para ayudarle a ponerse de pie.

-Gracias- respondió el de lentes, para luego dirigirse al baño.

El timbre de la puerta sonó, con rapidez Víktor bajó para abrir la puerta.

- Llegas tarde, jovencito- regañó el peliplata.

- Lo siento, es que después del cine fuimos a pasear y comer un helado- se excusó el menor.

- Como sea, entra a casa. Ve a bañarte y directo a la cama.

- Entendido - murmuró Yurio al tiempo que subía las escaleras.

Su hermano lo siguió. Entró a su habitación y cerró la puerta.

- Víktor - Le llamó el pelinegro, aún no salía del baño.

- ¿ Qué sucede, amor? - el susodicho se asomó.

- Necesito meterme a la ducha.
¿Me ayudas? - el de lentes estaba completamente desnudo. Su panza se veía muy grande, con ambas manos sujetaba su espalda, que difícil era un embarazo.

- Cla-Claro- titubeó el mayor. Después le dió una mano a su esposo para que pudiera bañarse.

Luego de que Víktor preparara la cena, todos fueron a dormir.

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Los días pasaron y finalmente la pareja se encontraba en el hospital. Ese día nacerían sus hijos. Yuuri entró a la sala y luego de varias horas, Víktor pudo entrar para ver a su esposo y a sus dos pequeños.

Para su sorpresa el japonés se encontraba dándole de comer a uno de ellos. El bebé succionaba el pezón del de lentes, muy hambriento.

-Él, es igualito a ti, mi Yuuri.

- ¡Víktor! - Exclamó el menor al ver al ruso entrar.

Ambos niños tenían el cabello negro como Yuuri, al parecer los genes japoneses eran más fuertes en ellos.

El peliplata se acercó a la cuna en donde se encontraba el otro pequeño. Acarició, suavemente, la espalda del mismo.

-Él también es muy parecido a ti. Son muy lindos - pronunció el mayor.

Yuuri asintió.

Víktor sujetó al bebé de la cuna, se acercó a su esposo para sentarse a su lado.

-Gracias Víktor- dijo Yuuri con sus mejillas algo rosas.

- ¿Por qué me agradeces? Yo debería decir gracias por darme a estas dos linduras. - respondió con sinceridad.

-¡Víktor!- se acercó a él con lágrimas en los ojos lleno de felicidad, en respuesta su esposo lo abrazó con una de sus extremidades superiores- Gracias por querernos tanto. Te amo.

-Yo también te amo, mi querido Yuuri.

~5 años después~

Dos pequeños niños pelinegros corrían por toda la sala, uno detrás  del otro.

-Niños no corran que se van a caer- gritó Yuuri desde la cocina preparando un postre. Hoy venía su cuñado junto a su esposo de visita.

- Ey, niños - dijo Víktor bajando por las escaleras.

- ¡Papá! - Exclamó el menor,  se acercó a peliplata para que este lo tomara en brazos- Val me está molestando.

- Eso es mentira - respondió el mayor con en entrecejo fruncido.

- Por favor, no peleen niños- murmuró Víktor bajando al más pequeño.

<Ding Dong>

El peliplata abrió la puerta y detrás de él estaban los niños.

-¡Tío Yurio!- gritaron al unísono.

El rubio entró, luego Otabek, su esposo.

Se saludaron, todos se sentaron en la mesa y se sirvió la comida. Hablaron mucho hasta la noche. Cuando la pareja ya se retiró.

Había sido un buen día, ambos Víktor y Yuuri estaban contentos, pero sobre todo agradecían el haberse conocido.

FIN

¡GRACIAS POR LEER ESTA HISTORIA!
Fue un gusto escribirla. Espero les haya gustado. Si desean pueden pasar a leer mi otra historia "Bum y sus dos esposos" basada en el manwha KillingStalking.
Eso es todo. BESOS Y ABRAZOS 💜

La historia de un perro , un veterinario y dos bebésDonde viven las historias. Descúbrelo ahora