La casa de Alisson quedaba en el Bronx así que tarde casi dos horas en llegar ya que me fui en metro. Al llegar y entrar el fuerte sonido de la música me ensordeció, el humo de los cigarrillos y la marihuana flotaban pesadamente sobre las cabezas y entre los cuerpos de los invitados. Travestis, lesbianas, gays, se desplazaban ante mis ojos, las luces cambiaban de rojo a verde y de verde a azul. De pronto al final de la larga barra vi a Alisson, despampanante como siempre, un mini vestido rojo de tirantes, su peluca blanca de largo hasta los hombros, su maquillaje impecable como de costumbre; me acerqué y en cuanto me vio se le notó la emoción de verme.
Luego de los saludos y presentaciones nos sentamos a hablar un rato, le contaba sobre mi trabajo mientras que ella enrrollaba un billete y se aspiraba la cocaína sobre la mesa, me ofreció pero no quise, siempre tan atenta, hasta para las drogas.
Alisson y yo nos conocimos en un bar gay, lo frecuentan muy poco las personalidades como ella, Alisson es un chico en transición, está tomando hormonas desde hace dos años, los pechos le han aumentado aunque parecen los de una niña de doce años en pleno desarrollo. Desde que la conocí se presentó como Alisson y hasta ahora no se cual es su nombre real, creo que es lo mejor ya que si lo sé no sabría como llamarla, para mi es una chica, una chica guapa, pasa por la calle desapercibida, las personas no se dan cuenta de que es un chico que va de mujer, se funde muy bien entre la masa de las féminas.
De pronto llegó Mark, nos saludamos y comenzamos a charlar un rato sobre las pinturas que había vendido y la nueva exposición que estaba exponiendo en Manhattan. Mark es artista y se podría decir que es la persona mas allegada a mí, nos conocimos en una discoteca gay de manera equivocada, nos peleamos por la marihuana y armamos tanto revuelo que la policía fue a por nosotros y pasamos la noche en la cárcel, algo que nos ayudó para hacernos allegados.
Todo iba bien hasta que llegó un chico el cual nunca había visto en mi vida preguntando por mí, al parecer alguien me buscaba fuera. Fui a ver de quien se trataba y para mi sorpresa era Henry.
Al salir a buscarlo lo vi fumandose un cigarrillo mientras observaba a las personas que entraban y salían de la casa sin sorprenderse de lo que veía, me acerqué y le palmee el hombro, me miró de seguida con el cigarrillo aprisionado suavemente entre sus no tan delgados labios, sonrió con la mitad de la boca y sostuvo entre sus dedos el cigarrillo que estaba ya por terminarse, me dio una vigorosa palmada en el brazo y luego de ello procedió a tirar el cigarrillo al suelo y pisarlo con su zapato.
- debo decir que me sorprende verte aquí, pensé que estabas muy molesto conmigo... sobre eso, quería pedirte disculpas, suelo estar a la defensiva con quienes no se lo merecen. - estaba claro que mi rostro demostraba la preocupación que me carcomía.
- deja de hablar tonterías e invitame a pasar, la fiesta se ve que está muy animada. - y de nuevo allí estaba esa sonrisa despreocupada.
- jmjm (risilla) está bien, vamos adentro, te presentaré a unos amigos, veo que no te molesta este ambiente. - le dije al mismo tiempo que lo encaminaba hacia la boca del lobo.
- ¿Por qué debería de incomodarme?, son todos seres humanos, ¿O son alienígenas acaso?. - el tonito burlón en que lo dijo me hizo reír.
- no, pero muchos nos ven así. Allá están mis amigos. - los señalé entré la gente.
Nos acercamos y luego de las presentaciones nos sentamos a hablar, Henry entró rápido en confianza con Alisson y Mark, su personalidad festiva y alegre los motivaba a seguir hablando con él, además la forma en la que se expresaba y debatía era perfecta, un léxico limpio, una sensatez exuberante que se desbordaba por el lugar. .
- es increíble éste sujeto Alan, ¿Verdad Mark?. - dijo Alisson con los ojos abrillantados y excitación desenfrenada por la cocaína que corría por su cuerpo.
- así es, y vive junto a Alan, cuando vayas a visitar a Alan no olvides pasar también por donde Henry. - decía con una sonrisa pintada en su rostro. .
- Claro, es mas que obvio que lo haré, ¿a ti te molestaría Henry?. - la mirada de Alisson se dirigió hacia él.- para nada, sería un placer, pero avisame y así te espero con un café. - le respondió alegremente.
- eres todo un caballero. - le respondió Alisson.
- lo normal. ¿Quieres bailar?.
- ¡Claro!, ven, ¡Vamos!. - dijo levantándose de inmediato para luego tomarlo de la mano y llevárselo finalmente a la pista de baile.
Algo de cocaína y estaba listo para la fiesta, salí a bailar con Mark y miraba de vez en cuando hacia donde se encontraba Richard con Alisson quien bailaba y hablaba con él. No presté mas atención y continué bailando con Mark pero unos segundos después ya no estaba, me encontraba bailando sólo, me detuve y lo busqué con la mirada entre las personas pero no estaba, pero encontré a Henry entre la gente, se besaba con Alisson mientras bailaban, vi como sus manos delgadas con dedos alargados se cerraron en los glúteos de Alisson apretandolos animosamente, me quedó más que claro donde terminarían. Salí a fumar un cigarrillo, me encontraba incómodo, no entendía la razón, pero ciertamente no dejaba de pensar en lo que podría haber estado haciendo Alisson con Henry.
Sentí un abrazo y un beso en mi cuello, me quité de inmediato y miré a la persona, era un hombre tal vez de unos treinta años, de la misma altura que la mía, rubio hasta el ultimo vello de su barba, con ojos grises abrillantados, estaba drogado claramente, nadie llega y abraza a un completo extraño.
- soy Eric, ¿y tú?. - me dijo con medía sonrisa y gesto despreocupado.
- soy Stephen. - mentí, nunca le daba mi nombre real a los chicos de las fiestas.
- hola Stephen, ¿Quieres cocaína?. - me preguntó.
- ¿La vendes?.
- Sí, puedes pagarme como quieras. - su tono emanaba doble sentido.
Estaba acostumbrado a follar con desconocidos fuera por placer propio o por otros fines, la noche había comenzado bien, dos pájaros de un tiro, placer sexual y drogas. Lo hicimos en la cocina, su sexo oral fue sublime, casi logró que me corriera, la penetración fue intensa, el orgasmo me invadió rápidamente llenándome de espasmos, mi semen salió disparado llenándole el abdomen al fornido rubio y antes de que llegase él al orgasmo me puse de rodillas y deje que soltase su semen en mi boca.
Salimos satisfechos y finalmente tomamos rumbos separados.
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Promiscuous
Randomun promiscuo gay y un heterosexual son los que le dan vida a esta historia llena de drama, excesos, y algo de humor. promiscuous (promiscuos) es una historia que te ayuda a reflexionar de manera creativa en cada narración, narración hecha por el pro...