Mi departamento es un asco, esta viejo, las paredes descoloridas, la pintura se le cae a tajos, mi cama diminuta rechina al acostarme, sigo teniendo la misma cama desde que tengo quince años, vivía aquí con mi padre pero murió por una infección en los pulmones que no fue tratada a tiempo, protección de menores quiso llevarme pero mi tío no dejo que eso pasara ya que si me llevaban él departamento pasaría a ser del banco y él siendo un ser ambicioso vio la oportunidad ante sus ojos. Dijo que se haría cargo de mí sólo para quedarse con el departamento.
Mi tío era un borracho asqueroso, era mecánico por lo cual su cuerpo era fornido, era alto, blanco y de ojos azules, su cabello era negro pero estaba pintado de gris por las canas, usaba barba, pero muy corta, aún se podían apreciar en él las lineas que le dibujaban la forma del rostro. Lo comencé a ver guapo después de que me sentaba en su regazo y me acariciaba hasta ponerme duro, el sabía que yo era diferente, que no era como los demás chicos, se podría decir que mi tío tenía un sexto sentido.
Una noche llego de trabajar, estaba completamente borracho, yo veía televisión en la diminuta sala de estar cuando me agarró por el brazo y me levantó de un tirón, me llevó a mi habitación y me ordenó que me quitase la ropa; lo hice sin protestar, sabía lo que iba a pasar, pero no sentía miedo, al contrario, estaba deseoso.
Me sostuvo por las caderas, me besó el cuello y me tocó el pene, en ese momento sentí como mi cuerpo se erizó y mi erección se hizo presente. Sus roses y besos pasaron a algo más, recuerdo claramente cuando me lanzó a la cama con fuerza sujetándome del cabello, me enterraba la cabeza contra la cama mientras que su pene se adentraba por mi ano.
Dolió, dolió inmensamente, su brusquedad era enorme y yo solo me dedicaba a poner gesto de dolor y quejarme mientras el dilataba mi ano con su miembro viril. Sus movientos eran intensos, penetraba sin piedad y me sostenía la cabeza contra la cama con gran fuerza como si tratase de ahogar mis quejidos contra la cama chirriante que gritaba repetidamente por el movimiento de caderas del hombre.
Terminé adolorido después de eso, terminé llorando, le quería, le quería enteramente, pero después de eso comencé a temerle, cuando llegaba me encerraba en mi habitación y escuchaba como volvía el departamento patas arriba por lo ebrio que llegaba, era un hombre diferente cuando estaba borracho, pero cuando no tenía ni una gota de alcohol fundiendosele en el cuerpo era tan bueno, atento y cariñoso, me gustaba ese hombre, no el violento que me violaba en las noches si me encontraba fuera de mi habitación. Una noche no llego tan ebrio como de costumbre así que me quedé con él charlando en la sala de estar, hablamos durante horas sentados en el suelo recostados del sofá, recuerdo que me dijo que yo era diferente y luego de eso su mirada se clavo en la mía y me besó, era la primera vez que me besaba, lo recuerdo tan claro, lo que sentí fue tan sublime. Del beso pasamos al sexo, me sentía inseguro, tenía miedo de que me lastimara pero no fue así, fue suave, paciente, delicado, fue la primera vez que lo disfrutaba plenamente. Me seguí acostando con el por varios meses, ya no llegaba borracho, era todo perfecto, nos la llevábamos bien, pero todo se vino abajo con una carta, su carta de despedida, me dejó por otro, en su carta me decía que yo le había hecho abrir los ojos y darse cuenta de quien era en realidad, que sólo era feliz estando con hombres y que ya no sentía miedo de estar escondido; fue un golpe duro para mí, se había ido y me había dejado solo con ese amor inmenso que le tenía.
La última vez que lo vi fue en su funeral, solo eramos el y yo, nadie más había asistido a pesar de que había hecho muchos amigos en las fiestas que daba junto con su pareja de las cuales me enviaba fotos y postales de los lugares a donde había viajado, tuvo una vida llena de excesos después de que se fue del departamento, ya no era sólo alcohol sino drogas y sexo. Fui yo quien retiró el cuerpo de la morgue y fue a mí al que le dijeron de que murió. Contrajo sida y junto con las drogas se lo consumieron en tan solo tres años.
A veces lo veo en sueños y me despierto sudando y agitado no porque no pueda salvarlo sino porque yo terminaré igual que él.
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Promiscuous
Randomun promiscuo gay y un heterosexual son los que le dan vida a esta historia llena de drama, excesos, y algo de humor. promiscuous (promiscuos) es una historia que te ayuda a reflexionar de manera creativa en cada narración, narración hecha por el pro...