1-Morocha.

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-Me queda horrible esto, yo no quiero ir.

-Dale, ya son las dos, pagamos las entradas y ya estamos listas.

-Vos estarás lista, yo estoy gorda y mi pelo es un asco.

-Deja de decir tonterías, con una tijera eso se soluciona eh.

-No es gracioso, planchamelo y ya fue. 

Todas las noches antes de salir, el mismo drama: ropa, pelo, peso.

Era 23 de Mayo y también la noche del cumpleaños de Valentina. La habitación en donde se cambiaban las 5 chicas era un caos, la ropa ocupaba cada centímetro del piso, algodones y maquillajes sobre las dos mesitas de luz. En la cama se encontraban Melina, Luciana y Carolina, la prima de Valentina, las tres expectantes de las quejas de Luna hasta por el clima. 

-Dale Meli, te vas a arrepentir si no venis, y vas a perder un poquito de tu amiga por abandonarme en mi cumpleaños- Luciana volvía a insistirle a Melina para que salga esa noche con ellas, pero era inútil, por mucho que insistiera la respuesta era un 'no' rotundo.

Melina hacía seis meses que estaba de novia con Manuel, un chico de su colegio y su primer novio. Por mucho que se quisieran y que confiaran entre ellos, él no la dejaba salir sola con sus amigas. Y ella al ser nueva en el mundo del noviazgo respetaba esa opinión. Como era la primera del grupo en "formalizar", las demás todavía no se acostumbraban a salir sin ella. 

-Ya sabes que no puedo, no tengo ni ropa, ni ganas y mucho menos le avise a Manuel- el arrepentimiento de a poco se asomaba a la cara de Melina y con sus ojos azules buscaba conseguir el perdón de su amiga.

Con el pelo castaño totalmente alisado, ni un rastro de sus bucles, sus ojos verdes muy bien delineados y toda vestida de negro Valentina ya estaba lista para irse. La primera en ser mayor, la primera en tener esos ansiados 18.

No importaba el frío, ni las quejas, ni la falta de Melina, lo único que querían era pasarla bien. 

Las 4 amigas habían comenzado el año prometiendo que cada cumpleaños lo iban a pasar juntas, sin excusa que valga pero sin darse cuenta una de ellas de a poco iba rompiendo la promesa.

Esa noche habían elegido un boliche nuevo, el resto de las chicas al ser menores se las habían ingeniado para conseguir otros documentos para poder entrar. 

Ni siquiera tuvieron que bajar del auto que el frío empezó a sentirse con mas fuerza y todas, menos la cumpleañera, empezaban a arrepentirse de haber ido.

Cuando cayeron en la cuenta de que la mayoría de los chicos les igualaban en estatura o hasta eran mas bajos decidieron dejar de echar miradas buscando a alguien con quien quedarse el resto de la noche y empezaron a divertirse entre ellas.

Cada vez se llenaba más el boliche y apenas se podía bailar, entre el humo y la gente se hacían paso reconociendo a algunos de sus amigos y así fueron pasando los minutos. 

La música se sentía cada vez más fuerte y junto a las luces y los tragos no podían dejar de bailar.

Todo iba bien para Valentina, la noche se pasaba lentamente, hasta que en un momento Carolina se queda inmóvil y rompe en llanto en el medio del sector VIP.

-Miralo, vos miralo nomas, no tiene cara. Sabes que me dijo? Que se quedaba en su casa jugando a la play con sus amigos. Agarrame o lo mato- Carolina estaba a punto de llorar.

Ninguna entendía nada, se intercambiaban miradas hasta que Valentina encontró al novio de su prima con otra chica. 

Carolina no paraba de gritar, no había nadie que la consuele. Corriendo fue hasta el baño y no quiso salir de ahí. Ella esa noche era como el reemplazo de Melina y no podían dejarla así, al menos no su prima. Por mucho que Luciana y Luna le pidieron para irse ella no quiso. 

Fantasia o Realidad.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora