—Hyeri, Hyeri, Hyeri, Hyeri, Hyeri— susurró en su oído suavemente. La chica estaba dormida y, a menos de que quisiera ponerla de mal humor, debía despertarla de buena manera— Anda, la clase ya terminó.
La castaña se había dormido en la última clase y todos habían abandonado el aula ya, a excepción de ella. Jungkook se había dado cuenta de ello y ahí estaba, intentando despertarla. Justo como en los viejos tiempos.
También quería ir a comer con ella y contarle la gran noticia que lo tenía más que emocionado.
Quería, de alguna forma, recuperar su relación con ella.
La vio mover con pereza su cabeza, negándose a despertar—No, mamá. Es muy temprano—murmuró.
Jungkook no pudo evitar soltar una risilla al ver a Hyeri en ese estado. Tenía baba resbalando por su mejilla y su cabello estaba hecho un desastre. Siempre había sido así.
—Eres imposible—murmuró, tomando la mochila de la chica y poniéndola en su hombro. Con cuidado, puso sus brazos debajo de las rodillas y espalda de la castaña, cargándola y dirigiéndose al estacionamiento.
Recibió varias miradas curiosas en el camino, y es que, ¿qué tan normal era ver a Jeon Jungkook cargando a una chica dormida por los pasillos?
Durante el trayecto, no pudo evitar fijarse en el rostro de la castaña. Se había vuelto aún más bonita que antes, sin duda tenía a demasiados pretendientes detrás de ella.
Hyeri no lo sabía, pero de pequeños, Jeon solía gustar demasiado de ella.
Todo en ella era exactamente lo que él visualizaba como perfección y le parecía imposible no pensar que aquella pequeña de ojos oscuros, cabello café y sonrisa amable era el ser más lindo del planeta.
—¿Uh?—La castaña abrió sus ojos con rapidez al notar que se encontraba en un asiento de auto y no en su butaca—¿Quién...?
La pregunta quedó en el aire al notar a la persona a su izquierda. ¿Qué hacía en el coche de Jungkook? ¿Por qué el chico estaba viéndola tan fijamente?
—Oh, despertaste—dijo él con una amplia sonrisa. Acercó su dedo a su boca, humedeciéndolo antes de frotarlo en la comisura de los labios de la castaña, limpiando el pequeño rastro de saliva que había — ¿Qué quieres comer? Yo invito.
...
A Jungkook le gustaba pasar tiempo con Hyeri. Siempre lo ponía de buen humor y era demasiado graciosa. Tenía una forma tan natural de ser que le agradaba demasiado.
Se encontraban caminando por un pequeño parque, después de comer Jeon había insistido en ir para poder charlar un rato y simplemente pasar el rato. No quería terminar esa tarde, realmente extrañaba pasar tiempo con Hyeri.
Durante toda la comida no pudo hacer más que cuestionarse el por qué se había distanciado de ella. Era su mejor amiga y un día, de repente, ambos se habían distanciado.
La primera semana en la que las cosas se volvieron diferentes entre ellos había sido rara. Hyeri lo evitaba o se portaba incómoda con él. No recordaba con exactitud qué desencadenó aquella actitud, pero le constaba que había sido algo sucedido en una fiesta. Estaba demasiado ebrio como para recordar y la castaña nunca dijo nada al respecto.
—Gracias por la comida, Jungkook—dijo la chica mientras acariciaba su estómago con exageración— Mi estómago y yo estamos felices.
Jungkook rió e hizo un ademán extraño, restándole importancia al asunto— No es nada, dile a tu estómago que se acostumbre porque esta es la primera salida de muchas más.
—¿Qué?
Suspiró, peinando su cabello y encogiéndose de hombros. Había decidido recuperar su amistad con Hyeri, la extrañaba demasiado y finalmente se había dado cuenta de la falta que le hacía tenerla en su vida— A menos de que te opongas, claro está.
—No, no, no. No me refería a eso— se excusó ella— Es sólo que no me lo esperaba. Pensé que ya no era tu amiga.
—¿A qué te refieres? ¡Tú y yo nunca hemos dejado de ser amigos! Para mí sigues siendo mi mejor amiga— dijo él antes de abrazar por los hombros a la chica— Y ahora que hemos vuelto a hablar, no te dejaré ir tan fácilmente.
Hyeri suspiró y apartó la mirada.
Jungkook notó como un pequeño rubor se había extendido en el rostro de la castaña y no pudo evitar pensar en lo bonita que se veía.
Esta vez no creyó que fuera su imaginación, pero siguió sin tomarle importancia.
Ella nunca se fijaría en él, siempre lo supo.
Así que debía dejar de pensar en esos pequeños detalles.
Estaba a dos días de conocer a la que sería, probablemente, el amor de su vida y no debía distraerse de ello.
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206; jjk
Fanfiction❝He escrito demasiado sólo para decir que estoy enamorada de ti. Atentamente; 206. ❞ |280417| 130617 Highest ranking in Fanfiction: #107 050417 #121 en Short Story.