CAPITULO 26- Desearia Que Estuvieras Aqui

139 25 17
                                    

Me levanté de un salto y abrí la puerta pensando que, esta vez, sería Zoro para desmentir la horrible nota pero era el mismo hombre de antes. Había dejado de llover hacia un instante.

-Lamento mucho interrumpirte de nuevo pero me deje mi chaqueta.-

Le deje pasar para que la buscara pero no la encontraba. Tenía una sonrisa que, aún simpática, me daba miedo, al igual que estar solo en casa con ese hombre.

-¿Y vives solo?- Preguntó acercándose a mí.

-Sí.-

-Sé lo que ese bastardo de Roronoa te ha hecho y si…- se acercó más y acarició mi hombro –Si quieres vengarte te puedo ayudar- e intentó besarme pero lo alejé.

-No sé lo que ese bastardo te habrá contado pero yo no hago eso y mucho menos con personas que no conozco así que, por favor, sal de mi casa.-

Él me miró y sonrió. Agarró mis manos e, inmovilizándolas contra la pared, me habló tranquilo frente a mi oreja. Yo sólo quería vomitar, tener eses aliento hediondo contra mi oreja me daban ganas de llorar sabiendo lo que vendría.

-Él me contó que no eras más que una puta.- Dijo mientras besaba mi cuello. Yo sólo podía llorar. -Se fue porque no le vas a dar un hijo ¿No?- Yo asentí humillado y maldecí a Zoro por enviarme esto.

Cuando intenté alejarme de él, sacó una navaja y la paseó por mi cara. -Sería una lástima que tan bello rostro fuera mancillado con una marca.- dijo y rio maliciosamente mientras se tiraba sobre mí.

Cuando me tuvo en el suelo me pegó pero esta vez me defendí.

Cuando por fin le quité la navaja y creía que todo se había terminado se levanta dejándome en el suelo y me apunta con una pistola mientras se seca la sangre de su labio con la manga.

-¡Eres una Zorra peligrosa! ¿Te vas a portar bien? No quiero hacerte daño ¿Qué dices?-

Yo me levanté y abalancé sobre él con la intención de seguir peleando pero el soltó un disparo y yo caí de nuevo al suelo, la bala había dado en mi brazo.

-¿Te vas a portar bien?-

Yo asentí. Me incorporé como pude y me apoyé en la pared, él me miró y se mordió el labio. -Deja de llorar, es una herida limpia, no tocó el hueso. ¿Sabes algo? Yo maldigo a Zoro, fue  un suertudo teniendo un hijo contigo, yo mataría por eso y es un sueño que harás realidad.-

-¡¿Qué?!- Él empezó a besarme el cuello. Lo iba a echar para atrás pero me apunto con la pistola. Yo me resigné y dije -Haz conmigo lo que quieras.-

Él sonrió y siguió con su asqueroso juego. Me dio la vuelta y llegados a este punto ya no me resistía, qué más da que otro hombre me use, que se venga dentro de mí.

El empezó a meter su polla en mi ano sin dilatar. No pude evitar gritar, eso hacía que él la metiera con más ganas, yo sólo lloraba pidiendo auxilio, entonces me dio la vuelta y me agarró del pelo tirándome y estampándome contra la pared.

-¡Tu Marimo no vendrá! ¡¿Me has oído?! Tú serás mi puta hoy y las veces que quiera.-

Siguió follándome sin cuidado. Noté cómo su polla se hinchaba cuando se venía dentro de mí. Cuando terminó me lanzó contra la pared y salió por la puerta, no sin antes decir -Espera mi regreso porque volveré.-

No podía sentarme ni andar bien y podía ver en el suelo como caían gotas de semen mezcladas con sangre. Me tiré en el suelo y empecé a llorar y a gritar, entonces una enorme sensación de asco me invadió y me fui corriendo al baño donde vomité como nunca antes.

Todo era tan diferente contigo…

PoV. Narrador

A la orilla de una carretera una patrulla de policía se había detenido al ver algo extraño sobre la hierba. Se acercaron a verificar lo que parecía un cadáver e inmediatamente pidieron refuerzos.

-Hombre herido en la carretera 113. No respira. Necesitamos asistencia. Está inconsciente. Hemos encontrado su avión a trece metros de distancia de aquí. Este estúpido demente anduvo todo ese tramo hasta aquí con una pierna rota y un brazo herido. Tiene una gran herida en el brazo. Hemos intentado estabilizarlo pero perdió mucha sangre.-

-Repito. Necesitamos asistencia en la carretera 113 Norte Blue-

La asistencia tardó unos 30 min en llegar, era un lugar apartado en medio de la nada. Cuando la ambulancia llegó subieron rápidamente al herido y lo trasladaron a un hospital a las afueras de Noruega.

-¿Me oye?- Dijo una enfermera mientras lo trasladaban al interior del hospital. -Si me oye apriéteme la mano Sr. Roronoa.-

-¡Ayuda! No respira, se va.- Gritó otra enfermera que monitoreaba su ritmo cardiaco y su respiración.

-Hay que operar de urgencia. Llévenlo a quirófano ¡Ahora!- ordenó el médico que acaba de llegar.

_______________________

Con la ayuda, opinión y corrección de mi editor @Madkitten_

C.O.M.E.N.T.A

o

V.O.T.A

Dame una señal de que no voy tan mal.

GRACIAS POR LEER.

Lost. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora