Despertar

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-Hablaré con Valentine- contestó la reina Seelie algo obligada- ¿cuándo queréis que vaya?
-Esta misma noche, y que venga solo.
-De acuerdo. A las diez estará allí.-ambas salieron de la corte empapándose otra vez.

Mientras en el Instituto

Jace, Alec y Max se fueron a entrenar y Sam se quedó en la biblioteca, estuvo ojeando algunos libros familiares, levantó la cabeza y vió que eran las ocho. Isabelle y Clary no habían vuelto todavía, se levantó y fue directo a la enfermería. Allí había una larga fila de camas a cada lado, en una del lado derecho estaba Kaily, Sam se acercó silenciosamente y la observó, estaba más pálida de lo normal, sus labios estaban algo morados y tenía una venda manchada con algo de sangre en el lado izquierdo de su cuello. Cogió una silla y se sentó junto a la cama, la cogió la mano que sobresalía de la manta y no la soltó.
-No te mueras, por favor- se le escapó una lágrima- Aunque parezca egoísta, quédate aunque solo sea por mi.
Se fue quedando dormido con la cabeza apoyada en el lado de la cama y sin soltarla la mano.

Una voz despertó al rubio.
-Sam, despierta- Clary y Jace estaban allí.
-¿Lo habéis conseguido?¿Va a venir?
-Isabelle y yo somos las mejores chantajistas, obvio que va a venir-contestó sonriendo la chica.
-¿Cuándo?
-En diez minutos- contestó de nuevo.
-Vale, voy a por el adamas-se levantó y fue corriendo a por él a la biblioteca. Lo cogió y bajó a toda prisa, la piedra era peculiar, tenía la runa parabatai en cada lado. Llegó a la enfermería y allí estaban también los Lightwood.
-Trae-le dijo Alec, Sam le dio la piedra y el moreno la examinó con la mirada- esperemos que funcione.
Una especie de timbre retumbó en todo el Instituto, Sam y Max se acercaron a la ventana, era una noche lluviosa, una figura estaba delante de la puerta.
-Iré yo-anunció Jace saliendo de la enfermería.
-Voy contigo- salió de allí Alec a paso rápido. -¿crees que funcionará?- caminaban a paso rápido para llegar a la entrada.
-Tengo que creer que sí-contestó el rubio. Llegaron a la puerta-Saca el cuchillo serafín.- ambos lo sacaron. Jace abrió la puerta, allí estaba  Scott empapado por la lluvia.
-¿Dónde está?- preguntó con impaciencia, entró rápidamente. Jace le frenó.
-¿Traes armas?-preguntó Alec.
-No- no se fió de la respuesta y por ello lo registró-¿Lo ves?
-Vamos para arriba, no podemos perder tiempo-dijo Jace. Subieron a toda prisa, según entraron Scott fue corriendo a ver a su parabatai, miró a Sam con odio pero a este no le importó.
-Lo siento, no tendría que haberte dejado-susurró a Kaily en tono apenado.
-Pues lo hiciste- le reprimió Sam.
-No te metas, capullo-dijo el otro furioso.
-¿Cómo que no? Rompiste el juramento parabatai, la dejaste sola cuando más te necesitaba.
-Habló aquí. ¿Te recuerdo que tuvo que sacrificarse por ti y ni siquiera luchaste? Simplemente la dejaste ir. Que buen novio...-Clary los interrumpió.
-¡Eh! Basta, ahora no es momento de discusiones. Scott toma el adamas-le tendió la piedra, este la cogió con cuidado. Abrió la palma de la mano de su parabatai y juntó la suya con la piedra entre ambos, se concentró y un tipo de onda dorada se formó alrededor de sus manos. La chica empezó a emitir sonidos de queja, Sam se alarmó, se fue a acercar pero Isabelle lo retuvo. Los labios de la chica se fueron tornando a su color rosado normal y su piel se volvió a su tono pálido pero normal. Empezó a retorcerse en la cama quejándose, Scott se apartó, ya tenía que despertar. Sam se colocó junto a la chica tratando de calmarla. La chica empezó a hablar entrecortadamente.
-T Te necesi necesito...- dio un pequeño que grito de dolor, Jace se acercó y la zarandeó intentando despertarla.
-Kails, estás bien, despierta. Vamos Kails.
-Te ne necesito...
-¿De quién habla?-intervino Max.
-No lo sé- contestó Jace.
-S-empezó a pronunciar la letra s, Sam y Scott se tensaron, era uno o el otro. Jace se apartó y miró a ambos confusamente-S Sam- el Wayland sintió alivio al oír su nombre. La rodeó una de sus manos con ambas suyas, la morena se tranquilizó y dejó de quejarse.
-Estoy aquí, contigo- Scott sentía furia, pero sabía que no podría tener lo que tiene Sam con Kaily por su vínculo parabatai. Trató de calmarse. De repente, Kaily abrió los ojos lentamente, miró directamente a Sam que estaba junto a ella.
-Sam..-dijo con tono de sorpresa, lo atrajo hacia sí y lo abrazó, el chico la siguió el abrazo. Se apartó de él y se fue a levantar, estaba algo débil. Se puso en pie con ayuda de Sam y sintió un terrible rencor  al ver a Scott.
-Creo que mereces una disculpa-dijo este.
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Hey! Lo siento, no aguantaba más, necesita Samly (nótese el curro que me ha llevado formar el ship).
Hasta la próxima mundis➰

Nacida de los ÁngelesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora