Lena había terminado ya de grabar y Matt la había invitado a tomar una copa, pero Lena quería hablar con Samanta, después de lo que había escuchado, quería preguntarle si en verdad iba a irse de la película, por lo que le dijo a Matt que iba a quedarse a discutir unas cosas con Frederick y que dejaran lo de la copa para otro día. Matt entendió y se fue. Lo cierto era que últimamente estaban muy juntos y Lena podía notar el interés de Matt hacia ella, a ella no le desagradaba en lo absoluto, se sentía atraída hacia él, pero tener ahí a Samanta, aunque no le hiciera el mínimo caso, podía más con ella que cualquier otra cosa.
Después de estar un gran rato afuera del set para que Samanta no la viera, Lena se percató que no salía, y ya era bastante tarde, tal vez se dijo a sí misma que ese día no podría hablar con ella. Camino dirigiéndose hacia su auto que estaba en el estacionamiento de atrás, cuando observó que Samanta estaba sentada en una de las jardineras, con los ojos entrecerrados y dándose un pequeño masaje en las cienes... Aunque quería hablar con ella, dudó si acercarse, porque hasta ese momento no habían tenido una conversación que no fuera para pelear, pero lo hizo, veía a Samanta bastante mal...
-Sam...-dijo sutilmente...
Samanta abrió un poco los ojos y observó a Lena, volvió a cerrarlos cuando estornudo.
-¿Estás bien?- preguntó Lena de nuevo. Arrepintiéndose de hacerlo pues era notorio que no lo estaba.
Samanta volvió a estornudar.
-Sólo es una gripa- respondió con la voz visiblemente mormada. Lena se acercó y observó un tono rojizo en la piel blanca de Samanta. Sin que se lo esperara, colocó una de sus manos en la frente de ella haciendo que Samanta abriera los ojos de nuevo, aunque no dijo nada, en verdad se sentía mal como para discutir en ese momento...
-Estas ardiendo- dijo Lena preocupada.-¿qué nadie se dio cuenta que estabas enferma?- preguntó molesta.
Samanta negó con la cabeza.
-Es sólo una gripa- dijo.
-No, Sam, estás ardiendo en temperatura-le recriminó Lena-vamos, déjame llevarte aquí adentro a la enfermería.
Ante la negativa de Samanta, y conociendo lo obstinada que podía ser, Lena agregó con toda la paciencia que tenía...
-Mira Sam, ya no hay nadie, solo vamos a la enfermería a que te vea alguien y que te de una pastilla, después de eso, te dejo en paz, ¿ok?Samanta suspiró, lo cierto era que el dolor de cabeza y el frío que estaba empezando a sentir no la dejaban pensar en ninguna réplica, y no le quedó otra más que aceptar.
Entraron y se dirigieron a la pequeña enfermería que tenían en el set de filmación, la cual afortunadamente seguía abierta. Lena se quedó afuera esperando a que saliera Samanta. A los pocos minutos salió con el doctor detrás de ella, Lena se acercó a preguntarle qué tenía y el doctor le indicó que era una infección y que tenía que estar en reposo, le extendió a Lena las pastillas que le había recomendado y que tenía que tomarse la temperatura cada hora y le dio las indicaciones por sí ésta aumentaba.
Salieron del set y se dirigieron hacia el auto de Samanta, en realidad Samanta se dirigía a él pensando que Lena se dirigiría al suyo, pero notó que iba atrás de ella...
-Ya fuimos con el doctor, muchas gracias Lena puedes irte- dijo con la voz cada vez más afectada por la gripe.
-No voy a dejar que manejes así Sam, estás muy enferma y los ojos se te cierran, voy a llevarte a tu casa.-respondió Lena con mucha seguridad.Samanta rodó los ojos y después de varios estornudos y sin ganas de discutir, le extendió las llaves a Lena, abrió la puerta de copiloto de su auto y se subió. Lena sonrió, era notorio que Samanta se sentía en verdad mal para no discutirle nada, y no fue eso lo que la alegro. La hizo sonreír el estar así de cerca con ella, aunque fuera en esas condiciones.
Lena se subió y comenzó a manejar hacia la casa de Samanta, la cual estaba muy cerca de ahí. En un alto, volteó a verla observando que Samanta se había quedado dormida, era notorio su mal estado. La observó más de la cuenta, y por primera vez, con mucha tranquilidad, sabiendo que podía hacerlo. Observó sus ojos cerrados, y su respiración un poco agitada por la gripa, observó cada una de las pecas que cubrían su rostro, las cuales adoraba. Observó su cabello cayendo en su rostro y sonrió, Samanta estaba mucho más guapa que hacía siete años. Lena salió de su trance cuando un auto le tocó el claxon para que avanzara... Llegó a casa de Samanta y muy sutilmente la despertó.
Entraron a la casa y Samanta se dirigió hacia la cocina, se sirvió un vaso de agua y Lena le dio una de las pastillas que el doctor le había mandado.-Gracias Lena, agradezco todo lo que has hecho, pero ya puedes irte-le dijo observándola seriamente.
Lena la observó algunos segundos, se decía a sí misma como era posible que aún estando enferma pudiera verse tan hermosa.
-No puedo dejarte sola...-comenzó a decir, haciendo que Samanta frunciera el ceño-al menos hasta que se te baje la temperatura...
-En serio Lena, vete... Ahorita me recuesto y ya.-respondió con ese mismo tono seco.
-El doctor dijo que tenías que estarte checando la temperatura, Sam... Solo me quedo en lo que se te baja...
Samanta negó con la cabeza. Ahí estaba de nuevo su lado tan obstinado.
-Dame el teléfono de tu no... Amiga-comenzó a decir Lena, un poco incómoda- solo me quedaré en lo que ella llega.
Samanta aún tenía el ceño fruncido.
-No está en la ciudad, llega mañana- respondió secamente Samanta, aún con su tono enfermo. La verdad era que cada vez estaba sintiéndose peor y solo quería recostarse, aunque estando en su casa no podía evitar portarse así con Lena.
-Ok Sam, me quedaré entonces hasta que se te baje la temperatura.
Samanta rodó los ojos nuevamente y no dijo nada, ya no quería discutir más y también conocía a Lena, sabía que cuando se aferraba a algo podían pasar horas discutiendo y no llegarían a nada. Fueron a su recámara y Samanta cada vez estaba más enferma... Lena salió por un termómetro y levantó a Samanta que ya se había recostado, midió su temperatura y notó que aún era muy alta. Samanta se quiso tapar y Lena lo impidió.
-No, harás que suba más la temperatura...
-Pero muero de frío-respondió Samanta con temblores.
-Lo sé-dijo Lena comprensivamente-hagamos algo, te quitas la ropa y te metes bajo las cobijas, ¿si?...Samanta asintió, lo único que quería en ese momento era dormir. Sin avisar y sin que Lena se lo esperara, se quitó la blusa, y justo aquel día se le había ocurrido no llevar sostén, por lo que Lena pudo observarla así tal cual, completamente desnuda. Lena no pudo evitar ponerse nerviosa, muchas veces antes había observado a Samanta así, pero muchos años atrás, ahora observarla de nuevo, fue demasiado para ella. Pero sabía que lo primero era que Samanta estuviera bien, se levantó de su lado y cuando Samanta se quitó toda la ropa y se metió a la cama, Lena la tapó con todo el cuidado del mundo. Salió por algunos paños de agua y regresó para ponerlos en la frente de Samanta, quien trataba de dormir, aunque lo cierto era que el malestar que sentía, no la dejaba hacerlo del todo. Después de una hora, Lena entró de nuevo a la habitación con un plato de sopa y un poco de agua.
-Sam...-comenzó a despertarla con mucha calma.
Samanta abrió un poco los ojos.
-Estoy segura que no comiste nada en todo el día-dijo Lena, y la verdad era esa, con todo el trabajo en el set, y con su malestar, Samanta no había podido comer.-come un poco de sopa, para que te mejores...-agregó Lena con ternura.
Samanta se incorporó un poco y con ayuda de Lena comió, después de que Lena le tomara la temperatura de nuevo, volvió a recostarse. Lena entró de nuevo en la habitación, después de haber dejado el plato de sopa en la cocina. Observando que al parecer Samanta estaba durmiendo, se dispuso a salir, pero escuchó una voz entre susurros...
-Lena... No te vayas... ¿Puedes, puedes recostarte conmigo?
Lena sintió como al escuchar esto, su corazón latía fuertemente... Estaba segura que todo era parte de las alucinaciones que la temperatura le causaba a Samanta, pero no pudo evitar sonreír... Poco a poco se acercó a ella y se metió debajo de las cobijas. Samanta se recargó en su brazo y la abrazó, quedando casi encima de ella. Lena le pasó una mano por la frente notando que aún tenía bastante temperatura y tomó uno de los paños que había dejado en el mueble a lado de la cama, se lo colocó muy tiernamente. Minutos después, Samanta susurró...
-Así parece que el tiempo no hubiera pasado...
Y después de eso se quedó profundamente dormida. Lena no pudo evitar que algunas lágrimas comenzaran a resbalar por sus mejillas...
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Cosas del Destino (Borrador)
Fiksi RemajaLena y Samanta se separaron hace siete años, ahora, están a punto de protagonizar una de las películas más esperadas de los últimos años. Ninguna sabe que en ese sueño, el destino las ha puesto a las dos de nuevo, en el mismo camino. ¿El amor habrá...