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Capitulo 1. Travel

Viajar de Manhattan a Londrés esta siendo toda una aventura, y me refiero no tanto por la emoción que siento, nunca había viajado tan lejos de casa, en verdad, ha sido una aventura por que como si el destino o el mundo estuvieran en contra mía he tenido varios problemas...

En la mañana el despertador no sonó, había un trafico del demonio cuando salí camino al aereopuerto haciendo que llegara tarde, el avión aún no despegaba pero en el sistema mis datos no estaban, y el tiempo que perdí en la verficación hizó que perdiera finalmente el vuelo. Horrible, pero cuando creí que en verdad no tenía suerte y la preocupación de que pasaría conmigo se hacía presente, todo cambió. Y como si ahora en lugar de prohibirmelo el mundo me pusiera todo en bandeja de plata recompensando mi tenazidad, en modo de disculpa la aereolinea me acomodó en el vuelo siguiente en clase ejecutiva, nunca en mi vida había tenido el dinero para ello.

Y aquí estoy, volando a mitad del oceano para llegar a Inglaterra, la sección está practicamente desocupada, a excepción de tres personas a parte de mi, una aereomosa me dió mi té helado y preguntó si necesitaba algo más, respondiendo que no, mi mirada se perdió por los lugares, no estaba acostumbrada a tal clase de lujos, nunca en la vida me había sentido así y posiblemente nunca más, pero por la soledad y las pocas personas me quedé pensando, que justamente para eso se hicieron los lujos, solo para aquellos que tienen, era un poco triste pero no podía negar que me gustaba y demaciado, podría acostumbrarme facilmente a ello, creo que por eso me gustaba viajar (aunque no pudiese hacerlo tan seguido) al igual que los hoteles, dan esa sensación rara que hace querer quedarse a vivir ahi...

Era genial, viaje en sección ejecutiva, con el mismo precio de uno economico, comida y bebidas gratis solo por un error suyo, creo que todo fue a proposito. Me asomé por la ventana dandole un sorbó a mi bebida, era media noche y los otros viajeros estaban dormitando, pero a mí no me importó, me gustaba disfrutar lo más que pudiese el viaje, a fin de cuentas, descanzar lo podía hacer cuando llegara a Londrés y estuviera en el hotel, claro antes del gran día.

-¿Se le ofrece algo más Sr. Cumberbatch?.- Mis oidos no podían haber escuchado de verdad aquel apellido, ¿o sí?, desde mi asiento me asomé distinguiendo a la aereomosa que me había atendido apenas unos minutos atrás entregandole una bebida a un hombre varios asientos delante de mí. No podía ser él ¿verdad?. El corazón me dió un vuelco, seguramente era producto de mi imaginación, la emoción de verlo pronto...

-No así está bien, ¿Hay alguien más despierto?.- Preguntó y yo no lo podía creer, era su voz, fuerte y con ese acento britanico que me encantaba, no le pude despegar la mirada sorprendida ni cuando la chica contestó afirmativamente y ambos miraron hacia mi dirección.

Asustada volví a mi lugar, era él, Benedict Cumberbatch, el actor, seguro estoy soñando, se supone que lo conocería apenas en Londrés, para eso voy, por eso tanta frustración, no que nos toparamos en el mismo avión, en la misma sección... Tomé otro poco de mi té, tratando de olvidar, pero alguien llegó al lado mio.

-Hola...- Saludó tranquilamente, mierda, mierda, mierda, es él, es real y está frente a mí, hablandome a mi. Sentí mis mejillas arder, y casi me atraganto con la bebida, Benedict rió al verme.

-Hola...- Respondí timidamente tratando de sonar normal y creo que lo conseguí, no quería verme como una de esas fanaticas locas e histericas... aunque me estuviera muriendo por dentro de ganas de abrazarlo. Era mucho más guapo en persona que en la pantalla... Quería hablar, pero no podía, las palabras no salian y se quedaban atoradas en mi garganta.

-¿Puedo?...- Preguntó, no entendía a que se refería hasta después,asentí con la cabeza sin decir aún nada, para luego moverme al lado de la ventana y se sentó junto a mi, no era verdad ¿o sí?.- ¿Acaso te comió la lengua el ratón?.- Preguntó nuevamente, sonrió un poco más, se veía tan malditamente tierno.