Capitulo 4. Greet

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Era el comienzo del segundo día, consistiría en una cena con Benedict, pero mientras tanto el día sería practicamente normal....a excepción de un pequeño detalle: Los mensajes.

Buenos días

Recibí su mensaje en la mañana, no muy temprano ni muy tarde, como si él supiera la hora en la que yo me levantaba por las mañanas, no pude evitar sonreir como boba, él, Benedict Cumberbatch me escribia mensajes de buenos días a mí.

Buenos días Señor Cumberbatch

Ah? A que viene tanta formalidad?

A que vienen los buenos días?

Hmmm solo para iniciar una conversación tal vez...

Me mordí el labio ligeramente, ¡Queria hablar conmigo!, y yo que no sabía que responderle solo me quedaba mirando a la pantalla.

Sigues ahí?

Me preguntó llamando mi atención.

Trato de conocerte mejor, sabes?

Por qué?

Tenía miedo a su respuesta, no sabía por qué pero me preocupaba, quería que dijera que le gustaba o algo, pero eso no podría ser jamás, además aún me costaba creer que estuviera escribiendome con él en ese mismo instante, tardó un poco en responderme pero lo hizó.

Porque me gustaría pasar más tiempo contigo...

Eso no responde mi pregunta...

No entiendo a que te refieres...

¿Cómo explicarle que alguien como él no suele estar cerca de alguien como yo? Eso no va con las reglas de la sociedad... ¿Por qué me ponía a pensar en cosas como esas?

¿Por qué quieres conocerme si solo soy una chica más?

¿Acaso eso importa?

Tardó en responder otra vez, suspiré sin remedio y dejé de lado el celular sin saber que más responderle, encendí el televisor y me quedé mirando una pelicula que ya estaba por acabarse, de repente el celular comenzó a sonar, era una llamada, tomé el celular y contesté aún sabiendo que era él, no me dejó hablar.

-Te quiero ver otra vez...- Me dijó en cuanto contesté.

-Pero si nos vimos ayer...y nos veremos en la noche...-

-Quiero verte ahora-

-¿Por qué?.-

-....¿Por qué no?.-

-Nunca dije que no...-

-Entonces te veo en el lobby en 10 minutos.- Rió tiernamente y terminó la llamada.

Me quedé petrificada, eso no...¡Eso no podía ser!, ¿Era esto una cita?, no, pero, ¿Y si lo era?, corrí a darme una ducha y cambiarme de ropa, no me decidía de entre dos vestidos (afortunadamente habia llevado dos a Londres para la cena), se me acababa el tiempo, además, igual me vería ambos vestidos puestos por lo que decidí que el primero sería un vestido de encaje blanco con flores azul palido en todas partes, tacones blancos y el cabello suelto dejandolo caer sobre mi hombro.

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