XVI

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Seguimos jugando y disfrutando del basquetbol, todos los días imaginábamos que llegaba con su pelo crespo sonriendo con su pelota bajo el brazo. Pero no lo volvimos a ver. Algunos dicen que se cambio de casa, otros decían que se había ido a jugar a la NBA, los más pesimistas decían que había muerto, y algunos llegaron a decir que el canguro era un ángel.

Lo que es yo, nunca olvidé aquel amigo y no dejaré jamás de admirarlo.

Como a los 23 años, me dediqué a mi trabajo que era la informática, y en las noches me juntaba con algunos amigos de aquellos tiempos con quienes a veces nos sentábamos a tomar unas cervezas y recordábamos al gran Canguro, lo curioso que nunca supimos su verdadero nombre.

Por esos días hacíamos grafitis, así que una noche conversando cerca de la cancha quisimos dejar el nombre de nuestro amigo plasmado para siempre. Así que tomamos nuestro sprite y escribimos con letras grandes en la pared: "AQUÍ JUGO EL CANGURO".

Hoy a 15 años de esos hechos, al pasar por esa cancha, me emociono al saber que conocí a una persona como el canguro, una leyenda, un héroe, una historia que no se escribe en libros de ficción, sino en los libro de la vida, de todos los que lo conocieron...

Hoy a 15 años de esos hechos, al pasar por esa cancha, me emociono al saber que conocí a una persona como el canguro, una leyenda, un héroe, una historia que no se escribe en libros de ficción, sino en los libro de la vida, de todos los que lo con...

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Tal vez esta historia algún día recorra el mundo y llegue a oídos de mí querido amigo, por eso si lees esto, te quiero decir:

"Canguro: Querido amigo, si estás vivo en alguna parte del mundo, trata contactarme, me gustaría mucho saber que pasó contigo. Si es que seguiste recorriendo las canchas de todos los barrios creando tu leyenda o ahora estas sentado mirando el atardecer, sin saber que tu amigo Sergio y todos los niños del grupo juvenil aún te recuerdan con mucho cariño.

Te tengo que decir que nunca creí ninguna de las teorías que se forjaron con tu desaparición, siempre he pensado que sigues recorriendo las canchas, enseñando a ser mejor persona y mejor deportista. Que sigues mostrando tu sonrisa y sencillez. Que al fin y al cabo te convertiste en Una leyenda...y aún espero el Regreso del Canguro...

¡Mi gran héroe!

FIN

"Una noche de verano, años después de escribir esta historia, pasé por nuestra cancha en la micro. Vi una silueta de alguien lanzando al aro. Mi corazón saltó de emoción, me levanté de golpe mientras todos observaban sorprendidos, pero parece que no eras tú...


...Porque era la silueta de un niño..." 

El Regreso del CanguroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora