Always by my side {Fred&George Weasley} RESUBIDA

Capítulo XI

Febrero llegó con más humedad y más lluvias. Sin embargo, el segundo día la brisa corría con cierta fuerza, tanto que por primera vez, agradecíamos el poco espacio que nos distanciaba de la persona a nuestro lado, en los bancos del Gran Comedor. Nos apretujábamos unos con otros intentando acoplar el frío. Parecía que lo único que podía mantenernos calientes, era el humo que desprendían nuestras bebidas.

—Sabes que ese día es San Valentín, ¿verdad? —dijo George. Yo solo levanté la mirada, intentando comprender a quién se dirigía. Eché un vistazo a Fred, nos observaba con mirada inquisidora.

— ¿Qué quieres decir? —pregunté tragando con fuerza el último sorbo que le había dado a mi té.

—Si sabes que ese día es San Valentín... —repitió.

—Ah... Me lo recordó ayer Hermione —dicho esto llevé un pedazo de tostada con mermelada a mi boca

— ¿Saldrás con él? ¿En San Valentín? —Fred me miró y yo asentí— ¿En serio? —volví a hacerlo— Oh vamos, somos nosotros —dijo señalándonos—. No salimos en San Valentín. No vamos a Hogsmeade a ver parejas felices. Nos quedamos aquí haciéndole bromas a los de Slytherin o en este caso, haciendo negocios.

— ¿Terminaste? —le pregunté cuando finalmente se calló y agarraba una tostada— No estarías tan molesto si no fuera Adrian.

—No estoy molesto —musitó. Esto fue seguido de una risa de George mientras yo rodeaba los ojos.

•••

—Necesitamos un favor... —dijo George esa misma tarde en la sala común. Los miré levantando la cabeza de mi tarea.

—Prueba esto. —Fred eligió ser directo mientras mostraba que en su mano había una pastilla diminuta color amarilla.

— ¿Qué me hará?

—Se supone que debes desmayarte —dijo respondiendo a mi pregunta.

—Se supone... —dijo en voz baja su gemelo.

—Se supone... —repetí— Bien. Si me muero es su culpa. —impliqué, tomando la pastilla que Fred tenía, metiéndola en la boca y tragándola— ¿Y bien? —pregunté con los ojos cerrados esperando respuestas. Al no hacerlo, abrí los ojos y vi que ambos me miraban anonadados— Ay no. ¿Qué le paso a mi cara? —dije desesperada tocándola.

—No es tu cara... —dijo Fred.

Seguí tocando mi cabeza hasta que bajé la vista y tomé las puntas de mi pelo. Solté un grito ahogado y corrí a mirarme al espejo. Su color ya no era castaño claro, si no un azul opaco.

— ¿Qué me han hecho? —volteé enojada.

—Está rojo —implicó George sorprendido

— ¿Qué? —pregunté confundida.

—Ese te queda lindo —dijo Fred bastante tranquilo mientras me miraba al espejo y mi pelo esta vez era negro— George, ¿te das cuenta? Hemos hecho un descubrimiento. Las chicas lo amarán: "cómo hacer que tu cabello cambie de color sin tintura sino con tu cambio de humor".

— ¿Lo creen divertido? —les repliqué a lo que dieron un respingo y, por cómo les pregunté supuse que mi cabello había vuelto a cambiar de color.

—Yo no, él si —dijo George rápido. Fred golpeó el hombro de su hermano— Pero... mírale el lado positivo, eres como Tonks.

Ambos sonrieron y me quede seria. Seguí mirando mi cabello en el espejo que seguía rojo.

—Ya sé —dije mientras éste cambiaba a un color verde— Hermione sabrá que hacer, sí.

Caminé hasta el retrato pero me retracté. No iba a salir con este pelo.