Maratón 2/3
Narra Camila
Estábamos Lauren y yo dentro de la cabaña colocando las esterillas y los sacos de dormir, aunque hacía bastante calor y probablemente no los usaríamos, pero por si acaso.
- Ya tenemos la cama hecha – dijo Lauren, entre risas.
- Parece confortable – le contesté yo - ¿qué soléis hacer ahora?
- Pues normalmente vamos a dar una vuelta por el bosque y luego volvemos aquí al lago para bañarnos y preparar la barbacoa de por la tarde – me respondió Lauren.
- ¿Tú te vas a bañar? – le pregunté yo.
- Solo si te bañas tú también – me dijo Lauren alzando las cejas.
- Entonces me bañaré porque ya sabes que me encanta tenerte mojada – le dije yo y las dos reímos.
Acabamos de colocar nuestras cosas y pusimos en la mochila solo lo necesario para el día de hoy y así no teníamos que llevar tanto peso. Salimos y junto con los demás fuimos caminando por el bosque. Fue un paseo agradable, todos nos reíamos y realmente se respiraba el buen rollo entre todos. Habíamos caminado alrededor de una hora y decidimos hacer una parada para comernos un sándwich antes de volver al lago. Todo el tiempo transcurrió entre risas y bromas, Lauren y yo de vez en cuando nos dábamos algunas miradas cómplices pero nada más allá de eso. Llegamos al lago y todos los chicos corrieron a bañarse mientras que Shawn y Lauren se fueron a preparar la barbacoa. Dinah y yo nos tumbamos un rato a tomar el sol.
- ¿Qué tal la experiencia por ahora? – me preguntó Dinah.
- Bien, me estoy divirtiendo mucho y los chicos parecen disfrutarlo... – dije yo.
- Pues aún queda lo mejor, la barbacoa y luego la hoguera... y para ti después, la noche con tu diosa – me dijo ella con cara pervertida y yo me sonrojé.
- ¿Qué dices Dinah? ¿Tú has visto las circunstancias en las que estamos? – le pregunté yo.
- Cuando una persona te gusta eso da igual, no te puedes controlar... y si no ya me dirás mañana... - me dijo Dinah – ¿A ti realmente te gusta Lauren, verdad?
- Sí, Dinah, me encanta, y sé que no está bien meterse en medio de un matrimonio pero no está en mis manos ya... - le dije con un poco de miedo.
- No te preocupes, de todas formas ese no es tu problema, es el de ella... Ahora sí, Lauren es mi amiga y sé que a ella le gustas también, pero no dejes que en ningún momento juegue contigo y si lo hace, dímelo que voy y la golpeo por ti – me dijo Dinah riéndose.
- Muchas gracias Di – le dije yo sinceramente.
Estuvimos un rato más tomando el sol y decidimos ir a bañarnos. Dinah y yo estábamos ya metidas en el agua hablando animadas con alguno de nuestros alumnos, cuando miré para afuera y vi como Shawn y Lauren no nos quitaban la mirada de encima.
- Venga venid al agua ya – les grité y en menos de un minuto ya estaban con nosotras.
- ¿Qué tal va la barbacoa? – les pregunté.
- Bien, en media hora estará perfecta para empezar con la carne – me contestó Shawn.
Seguimos con el baño un rato más, todos hablábamos y bromeábamos. De vez en cuando, intentaba rozar a Lauren por debajo del agua sin que nadie nos viera y ella siempre se sobresaltaba y yo me reía. Pasamos un poco más de tiempo en el agua pero tuvimos que salir para empezar con la barbacoa. Pedimos a los chicos que fueran a las tiendas y se cambiaran para prepararse para esta tarde ya que cuando se iba el sol, refrescaba un poco. En menos de una hora, ya estábamos todos sentados en círculo y comiendo la deliciosa carne que había preparado Shawn. Los cuatro éramos profesores jóvenes y teníamos muy buen rollo con todos los alumnos, Shawn traía a todas las niñas locas aunque nosotras con los chicos y algunas chicas tampoco íbamos mucho más atrás. Pero eran unos niños magníficos y muy respetuosos, en mi anterior instituto eran mucho más descarados. Cuando terminamos con la barbacoa, de nuevo Shawn y Lauren encendieron la hoguera y todos nos pusimos alrededor con los marshmallows, mientras que los chicos contaban historias y cotilleos que pasaban en el instituto y todos reíamos. Así se nos pasaron las horas sin darnos cuenta.
- Camila, creo que es el momento de que saques la guitarra – dijo Dinah.
- Claro, voy a por ella – contesté yo.
Volví con la guitarra y estuvimos un buen rato cantando canciones de todo tipo. Todos estábamos muy animados y lo estábamos pasando muy bien. Pero ya habíamos acordado entre los cuatro, que como muy tarde a las doce nos iríamos a dormir y faltaban cinco minutos.
- Bueno chicos, se está haciendo tarde y vamos a irnos a dormir que mañana tenemos un día largo por delante- dijo Shawn, mientras todos protestaban.
- Venga chicos, haced caso a Shawn. Cada pareja a su tienda y mañana a las ocho y media os quiero a todos listos – dijo Lauren con autoridad y todos empezaron a hacerle caso.
- Profesora Jauregui, si lo dice así yo también le hago caso – le susurré en el oído con voz inocente y me dio una mirada que me traspasó todo el cuerpo.
- Camila, no juegues todavía – me avisó Lauren.
- Es que se pone muy sexy, cuando se convierte en la profesora autoritaria que lleva dentro – le dije yo.
- Bueno chicas que descanséis, voy a comprobar que no queda nadie fuera de las tiendas y me voy a dormir ya – dijo Shawn.
- Vale, descansa tú también y por favor usa protección con Dinah que no queremos accidentes – dije yo de broma.
- Más vale que te calles, que tú porque es imposible que si no Lauren salía preñada de esta noche – me contestó Dinah y me lo merecía, miré a Lauren y tenía un rubor en las mejillas, era tan adorable.
- Buenas noches chicos – Dijo Lauren metiéndose en nuestra cabaña.
Yo la seguí y cerré la cremallera de nuestra tienda. Teníamos una pequeña linterna que alumbraba nuestra estancia. Quería provocar un poco a Lauren así que empecé a desnudarme y vi como no podía quitarme los ojos de encima.
- ¿Qué directa eres no? – me pregunto Lauren riendo.
- Solo voy a ponerme el pijama Lauren, a ver que te crees – le dije yo, jugando con ella.
- Ah, se va a poner pijama la señorita yo duermo desnuda... – me dijo haciéndome burla.
- Como puedes comprender, no voy a dormir desnuda cuando tenemos treinta alumnos fuera y puede pasar alguna emergencia o algo – le contesté yo- o esperabas que lo hiciera, no estoy tan loca...
- De ti me espero cualquier cosa, todas buenas eh... - me dijo Lauren coqueta.
- Pero puedes aprovechar a verme ahora antes de que me lo ponga, no te quejes – le dije yo. Estaba completamente desnuda, excepto por mis braguitas y Lauren no quitaba su mirada de mi cuerpo.
- Dios Camila, me vas a matar – me contestó mientras se acercaba a mí para besarme.
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PROFESORAS (Camren)
Hayran KurguLauren es profesora de literatura en uno de los institutos de Miami, lleva tres años casada con Jason y ambos hacen la pareja perfecta de cara al público. Ambos son guapos y exitosos en su trabajo ¿pero su relación es tan perfecta cómo parece? Camil...