Capítulo 19

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Narra Camila

Me desperté por uno de los rayos de sol que entraba en la tienda y me encontré con una de las imágenes más maravillosas que yo he visto en mi vida. Lauren dormía tranquila en mi pecho y era tan preciosa, tiene una belleza tan natural que corta la respiración. Nos quedaba media hora para tener que levantarnos y yo iba a aprovecharla. Empecé a dejarle suaves besos en la cara mientras poco a poco me dirigía a sus labios, donde le dejé unos cuantos besos más. Lauren empezó a abrir los ojos poco a poco y me regaló una mirada somnolienta.

- ¿me puedes despertar así cada día? - me preguntó.

- No hay nada que quiera más - le contesté yo, dejando otro dulce beso en sus labios.

- Camila, ¿esto es real? - me preguntó.

- Es muy real, princesa - le dije mientras la abrazaba fuerte contra mí.

Seguimos dándonos mimitos hasta que llegó la hora de levantarnos y prepararnos para el desayuno. Teníamos que dar ejemplo y estar ahí las primeras y lo conseguimos. Al rato salió Dinah y Shawn con cara de sueño.

- Buenos días chicas, ¿qué tal la noche? - nos preguntó Shawn.

- Genial - contesté yo, emocionada - ¿y vosotros?

- Pues Dinah no para de moverse pero aparte de eso todo bien - dijo Shawn entre risas.

- Eso no es verdad, yo soy un angelito durmiendo- contestó Dinah - ¿y tú Lauren qué tal?

- Muy bien, no tengo ninguna queja de mi compañera - dijo Lauren mientras me miraba y solo me estaban dando ganas de ir y besarla ahí mismo.

Entre todos preparamos el desayuno de los chicos y empezamos a organizar la gymkana que haríamos por la mañana ya que nos volveríamos después de comer. Algunos chicos empezaron a levantarse y nos estuvieron ayudando a montar todo. A las nueve ya habíamos desayunado y estábamos listos para empezar. Cada uno teníamos una función, yo me encargué de cronometrar algunas de las pruebas en las que era necesario. Shawn iba preparando los materiales especiales de otras pruebas, Dinah se la pasaba corriendo de aquí para allá y mostrando a los chicos cómo hacerlo correctamente y Lauren se encargaba de las puntuaciones. La gymkana fue genial y los chicos se lo pasaron muy bien, todo fue un éxito. Cuando terminamos comimos frente al lago y recogimos todo para ponerlo en el autobús y volver a casa. Lauren y yo nos volvimos a sentar al fondo del autobús y fuimos escuchando música y disfrutando de la compañía de la otra. No me sentía preparada como para dejarla ir.

- Lauren, no quiero dejarte ir... - le dije yo con un puchero.

- Ni yo a ti tampoco, Camila y no me pongas esa boquita porque la quiero besar... - me contestó ella.

- Entonces la pondré todo el tiempo, porque quiero que me beses a todas horas - le respondí yo.

El trayecto en autobús se me pasó volando, como siempre que estoy con Lauren. Cuando llegamos al instituto después de dos horas, nos despedimos de los chicos y de Dinah y Shawn y nos dirigimos a mi coche. Llevé a Lauren a su casa y aparqué en su puerta.

- Bueno supongo que te veo mañana, ¿no? - me despedí de ella.

- Claro, pero dame un beso que si no esta noche no podré dormir bien - me respondió ella con una sonrisa en los labios.

- Lauren, tu marido puede estar en casa y nos puede ver... - le avisé yo.

- Me da igual, solo quiero besarte - me dijo mientras que me cogía del cuello y me besaba pasionalmente.

- Hasta mañana Camila, que tengas dulces sueños y gracias por estos maravillosos días - me dijo Lauren.

- Gracias a ti, me muero por repetirlo - le contesté yo y Lauren salió por la puerta del coche y se dirigió a su casa.

Narra Lauren

Entré a mi casa con una sonrisa en la boca pero se me borró cuando vi a Jason con una cara horrible de pie mirándome. Toda la mesa del salón estaba llena de botellas vacías.

- Hola mi amor, veo que te has divertido mucho ¿no? - me dijo Jason sarcástico.

- Sí, no ha estado mal, los chicos lo han pasado bien - le contesté yo.

- Los chicos... y tu follándote a Camila también, ¿verdad? - me gritó y por primera vez sentí un poco de miedo de él.

- Qué dices... - le dije atemorizada.

- Te crees que soy tonto, he visto cómo te morreabas con ella enfrente de tu propia casa sin importarte nada, si haces eso aquí, no quiero imaginarme cuando nadie te ve - me dijo él cada vez más enfadado.

- Pues mira Jason sí, me gusta Camila y creo que ya es momento de que los dos dejemos de fingir que todo va bien cuando hace mucho que no es así o acaso te crees que no sé que tú te tiras a tu asistente - le dije yo ya cabreada con la situación.

- Qué quieres que haga cuando tú ni siquiera me tocas y parece que te de asco. Ahora te gustan las mujeres, ¿Camila no te da asco? ¿Ella te hace disfrutar? - me preguntó el con ironía.

- Pues sí, todo lo que tú no me has hecho - le contesté yo y el me dio una bofetada que caí al suelo.

Me quedé paralizada y en estado de shock, Jason nunca me había puesto una mano encima antes y no sabía cómo reaccionar, estaba borracho pero eso no es ninguna disculpa.

- Ni se te ocurra volver a tocarme y a partir de ahora olvídate de que tienes una esposa, me voy Jason - le dije mientras subía arriba para coger lo imprescindible.

- Lauren no creas que voy a dejar que te vayas así - dijo cogiéndome de la muñeca - eres mía o no serás de nadie...

Estaba tan borracho que logré escabullirme de su agarré y salí corriendo a la calle. Cogí el móvil y llame a Camila rápidamente.

- Eyyy - me contestó- apenas unos minutos y ya me echas de menos...

- Camila - le respondí entre lloros - necesito que vengas a buscarme a mi casa.

- ¿Qué pasa? ¿Estás bien?- me preguntó.

- Sí, pero ven rápido por favor - le rogué.

- Tranquila, en 5 minutos estoy allí - me respondió y colgó.

Vi llegar a Camila que me miró sorprendida tocándome la cara.

- Lauren, ¿qué te ha pasado? ¿Tienes toda la mejilla morada? - me preguntó.

- Nada, sácame de aquí por favor - le pedí aún con lágrimas en los ojos y ella me abrazó con fuerza y me llevó hacia el coche.

PROFESORAS (Camren)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora