Capítulo 32

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Narra Lauren

El día pasó y sin ninguna novedad, no teníamos ningún tipo de pista. Ally se quedó con las llaves del coche para ver si encontraba algún rastro o cualquier evidencia pero no se había puesto en contacto con nosotras así que no encontraría nada. También habían intentado rastrear su teléfono pero no parecía que lo hubiera usado por lo que era prácticamente imposible encontrar su ubicación. Yo ya estaba desesperada no sabía que más podía hacer. Dinah no se había separado de mi lado desde que pasó, pero yo cada vez perdía más la esperanza y no tenía ni idea de qué más hacer, solo podía llorar, pensar en Camila y rezar porque ella estuviera bien.

- Dinah tienes que ir a tu casa y descansar un rato, yo puedo cuidarme sola esta noche te lo prometo y tu familia te necesita – le dije yo con sinceridad.

- No, Laur no pienso dejarte sola – me contestó ella.

- Sí que lo harás y no te preocupes por mí, no podemos hacer nada más que esperar no hay ningún tipo de pista y yo no voy a hacer nada... - le dije yo.

- Está bien pero mañana a primera hora estoy aquí ¿ehh? – me respondió ella.

- Vale, descansa – le dije mientras nos dábamos un fuerte abrazo.

- Sé fuerte Lauren, yo sé que Camila va a aparecer y ella estaría orgullosa de ti – me dijo Dinah antes de salir por la puerta.

Me quedé un rato pensando y no podía evitar llorar cada vez que recordaba todos los momentos que habíamos vivido, Camila era el amor de mi vida. Sé que es muy pronto, que apenas nos conocemos de pocos meses pero no necesito más para saberlo. Cuando pasa, tú simplemente lo sabes y todo lo que yo he sentido con Camila no lo había sentido nunca, y todo lo que ella ha hecho por mí, no lo había hecho nunca nadie. Ella me devolvió la emoción, la ilusión, el placer, el amor, me devolvió la vida y para nada estoy dispuesta a perderla. De repente, sonó mi móvil sacándome de mi ensimismamiento. Vi el nombre de Camila en la pantalla y mi corazón dio un salto, era un mensaje y lo abrí rápidamente, mis manos temblaban.

"Si quieres volver a ver a Camila con vida, te espero antes de la 12 en esta dirección. Ven sola y no quiero que hables de nada con la policía o te juro que la mato."

No podía creer lo que estaba pasando, tenían a Camila y no sabía quién podía ser. Miré la dirección y era un sitio a las afueras de Miami. No me arriesgaría a que hicieran nada a Camila, iba a ir sola. Cogí mi abrigo y llamé a un taxi para que me llevará al lugar. Tardamos más de una hora en llegar debido al tráfico, estaba nerviosa. No sabía qué me iba a encontrar al llegar, solo sé, que por Camila merece la pena arriesgar hasta mi vida y si de mí dependiera no dejaría que le pasará nada.

Llegamos al lugar, parecía una casa deshabitada en un barrio de mala muerte, el taxista estaba preocupado por lo que iba a hacer una chica como yo ahí, pero traté de tranquilizarle y tras pagarle se fue, dejándome ahí. Iba a llamar a la puerta cuando de repente se abrió, el interior estaba completamente oscuro y no se veía nada.

- Lauren entra y no digas absolutamente nada o te tapo la boca – me dijo una voz desde adentro que me parecía familiar.

Yo me quedé inmóvil no sabía qué hacer.

- Te juro que si no entras ya, mato a tu Camilita – me dijo de nuevo.

No necesite nada más, simplemente oír su nombre era suficiente para mí y entré sin pensarlo. Alguien me agarró y me llevó a una habitación iluminada donde me empujó en un sofá. Levanté la mirada y pude verlo.

- Cariño, ¿creías de verdad que te lo iba a poner tan fácil? ¿Te iba a firmar los papeles así sin más? Qué ingenua ¿no? – dijo Jason mientras estallaba en carcajadas.

- Jason ¿dónde está Camila? ¿Qué le has hecho? – le pregunté con miedo.

- No le he hecho nada por ahora pero ya has llegado y vas a poder contemplarlo tú misma, voy a matar a esa perra para que tú lo veas y después te voy a matar a ti. Como ya te dije si no eres mía no serás de nadie... - me dijo sin ningún tipo de sentimiento en su voz.

La imagen que estaba viendo de Jason no tenía nada que ver con la persona con la que yo me había casado, en sus ojos no quedaba ni rastro de mi mejor amigo, de esa persona que estuvo conmigo en los buenos y malos momentos y físicamente tampoco. Estaba mucho más delgado, tenía barba de varias semanas y se notaba el olor a alcohol que desprendía desde lejos. No tenía nada que ver con el hombre sexy y atractivo con el que yo había estado.

- Hazme lo que quieras a mí pero a ella ni la toques por favor – le supliqué con lágrimas en los ojos.

- Ohh sí que es amor verdadero, ¿serías capaz de sacrificarte por esa perra? – me preguntó él enfadado.

- Haría cualquier cosa por ella Jason – le dije con seguridad – déjala ir y seré toda tuya.

- Ya es tarde mi amor, ahora solo quiero disfrutar de tu sufrimiento cuando la mate y después acabaré contigo – me contestó fríamente.

- Jason piénsalo bien, ¿qué ganas con ello? Te vas a pudrir en la cárcel – le dije yo.

- Eso me da igual, no voy a dejar que sigas por ahí con ella, Lauren eres mía y siempre lo serás – me respondió él.

- No y ahora menos que nunca soy tuya, cada fibra de mi ser le corresponde completamente a Camila, nos mates o no. Ella en estos meses se ha ganado lo que tú no has podido en años – le escupí sin ningún tipo de reparo.

Él se acercó y me dio una bofetada que me cruzó la cara completamente pero me daba igual.

- Mira para que veas que no soy tan malo te voy a dejar cinco minutos con tu amor – me dijo mientras me llevaba por un pasillo oscuro hasta otra habitación.

Abrió la puerta y la imagen me sobrecogió, allí estaba Camila tirada en un rincón de la habitación con las manos atadas a la espalda y una mordaza en la boca. Tenía todo el rostro lleno de lágrimas y me estaba matando verla así, corrí hacia ella y pronto le quite la mordaza de la boca.

- ¿Estás bien mi vida? – le pregunté.

- Sí, ¿y tú? Tu labio está sangrando – me dijo ella, yo seguía desatándole las manos.

- No te preocupes por eso, te amo tanto Camila, pase lo que pase no lo olvides, eres el amor de mi vida – le dije mientras la abrazaba y la pegaba a mi cuerpo.

- Te amo Lauren, tú también eres el amor de la mía y tenemos que salir de esta, tenemos que tener a nuestros pequeños y un perro – me susurró en el oído.

- Lo haremos mi amor – le dije mientras le dejaba un dulce beso en los labios.

- Que tierna imagen, cuanto amor ¿no? – dijo Jason con ironía – ya se ha pasado mi momento de buen samaritano, despediros porque vamos a acabar ya con esto.

Se empezó a acercar a nosotras y sacó un arma de su bolsillo trasero, yo solo abracé a Camila.

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Tengo que hacer una confesión, me encanta escribir los inicios de las historias pero odio escribir los finales, sé que era previsible y que la mayoría adivinastéis lo que iba a pasar, yo antes que escritora, que no me lo considero, soy lectora y sé que es más de lo mismo que pasa en los fics pero bueno... espero que aún así os guste leerlo. Como he dicho antes me gusta escribir los inicios de las historias y hoy he publicado el primer capítulo de mi nuevo fic, se llama ETAPAS y lo podéis encontrar en mi perfil por si os apetece leerlo. Muchas gracias por leerme y espero que estéis disfrutando leyendo este fic como yo escribiéndolo, ya no queda nada.

PROFESORAS (Camren)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora