Narra Camila
El primer día no había sido para nada como imaginaba, creo que ha sido una buena decisión venir a Miami. Dinah tiene un humor tan parecido a mí y hemos conectado tan bien desde el principio que creo que llegaremos a tener una gran amistad. Y que os voy a contar de la diosa de Lauren, es tan perfecta y ni ella misma es consciente, no solo por su físico que es espectacular, también por su interior, se la ve tan culta, tan inteligente, me muero por conocerla un poco más. Es simplemente un juego, ella está casada y maldita suerte tiene el idiota ese de tener a una chica como ella.
Después del trabajo, decidí ir a dar un paseo por la playa y relajarme un rato. Me encanta la sensación de la brisa sobre mi cara y el sonido relajante de las olas al romper contra la orilla. Tras un buen rato, decidí ir a casa a organizar las cosas para el día siguiente ya que empezaban las clases. Preparé la cena, cené mientras veía la tele y no tardé en irme a dormir, mañana iba a ser un día largo.
Me desperté antes de lo previsto y no tardé en arreglarme y coger todo lo necesario para ir al instituto de nuevo. Llegué y me dirigí a la sala de profesores, aun me daba tiempo a tomar un café tranquilamente antes de que empezaran las clases.
- Buenos días – saludé a todos los presentes, mirando especialmente a cierta morena de ojos verdes que ya estaba allí.
- Buenos días Camila – me respondió.
- Perdona Lauren, ¿no tendrás un diccionario para prestarme? – le pregunté.
- Sí, claro. ¿para qué lo necesitas? – me contestó ella.
- Porque cada vez que te veo, me dejas sin palabras – le dije yo y ella estalló en una carcajada.
- De verdad, ¿todos los días van a ser así? – me preguntó ella con una sonrisa en la boca.
- Por supuesto, yo siempre cumplo lo que digo, y más, mientras te siga sacando esas hermosas sonrisas que enamoran – le contesté yo.
- Anda ven, tómate un café conmigo – me pidió ella y yo obedecí, sentándome a su lado.
- ¿Tú no tienes pareja Camila? – me preguntó Lauren.
- No – contesté sin querer ahondar mucho en el tema.
- No me puedo creer que una chica como tú esté sola – me dijo ella.
- ¿Cómo es una chica como yo? – le pregunté sugerente.
- Eres muy guapa y tienes un cuerpazo, hasta yo me doy cuenta de eso. Y aparte de todo eso, tienes una personalidad arrolladora podrías tener a quién quisieras – me contestó Lauren.
- ¿Ah sí? ¿A quién quisiera? – le pregunté yo.
- Bue- Bueno, es una forma de hablar – me dijo ella nerviosa, me encantaba ponerla en ese estado.
- ¿puedo tenerte a ti Lauren? – le pregunté, mirándole directamente a los ojos.
- Sabes que no, estoy casada... - me respondió ella.
- Wow es un avance, ya no me has dicho el "no me gustan las chicas" – le piqué yo.
- No me gustan las chicas- dijo Lauren.
- Ahora ya no cuenta – le dije yo con una sonrisa triunfal en la boca.
- Lauren, cambiando de tema, me gustaría pedirte alguna recomendación de algún libro, confío en tu criterio – le pedí.
Lauren empezó a hablarme de géneros, de libros, de autores, se notaba la pasión con la que hablaba del tema, yo no podía quitar mis ojos de ella, y estoy segura de que todas sus recomendaciones me encantarían.
- Muchas gracias, creo que con todo lo que me has dicho tengo libros para todo el año – le dije.
- Perdona, me dijo ella, a veces cuando hablo de libros me pierdo y puedo ser un poco pesada – se disculpó ella.
- No tienes que disculparte por hablar con pasión de lo que te gusta, me podría tirar horas oyéndote hablar así, además creo que es la única pasión que voy a disfrutar de tu parte – le dije yo bromeando y ella se volvió a reír.
- Bueno Camila, te dejo que tengo que pasar por la biblioteca antes de ir a mi clase, ¿nos vemos luego no? – me preguntó.
- Sí, claro – le respondí yo.
La vi marchar, meneando sus caderas y esta mujer me iba a volver loca. Es solo un juego, siempre me ha gustado coquetear y además subir la autoestima de alguna que otra chica, pero es solo un juego porque ella quiere, porque si por mi fuera, dejaría de ser un juego desde ya. Me dirigí al aula de música y vi todos los instrumentos colocados y los bancos listos. El aula contaba con una gran cantidad de instrumentos no me podía quejar, me fui al piano y empecé a tocarlo, estaba perfectamente afinado. Noté como chicos y chicas empezaban a entrar al aula pero yo no deje de tocar, ellos me miraban expectantes. Me levanté del piano y me dirigí a la mesa.
- Buenos días chicos, yo soy Camila Cabello y este año voy a ser vuestra profesora de música – me presenté y empecé a oír murmullos y risitas entre los alumnos, nada fuera de lo normal.
Después de presentarme, les pedí a ellos que se presentaran y me contaran un poco sobre la música en su vida, si tocaban algún instrumento y que tipo de música les gustaba. Acabamos conociéndonos mucho mejor, yo ya casi me sabía el nombre de todos y es algo que me gustaba hacer desde el primer día. Muchos de ellos tocaban instrumentos o cantaban. Quizás como en mi anterior instituto pueda volver a crear el taller de coro-banda, en el que tanto alumnos como profesores voluntarios tocan o cantan y luego hacemos un recital al finalizar el curso, pero ya veríamos más adelante.
Tuve un par de clases más y en todas salí muy contenta, se notaba en muchos de ellos la pasión por la música y por hacer cosas y eso es lo único que yo necesito para soltar mi creatividad y hacer las clases amenas y divertidas. Cuando terminé mi última clase me dirigí a la sala de profesores y allí estaban Dinah y Lauren hablando con un chico.
- Hola chicas, ¿qué tal el primer día? – les pregunté.
- Camila, pues eso deberíamos preguntarte nosotras a ti, para nosotras esto ya es familiar, los chicos y todo – contestó Dinah.
- Pues todo bien, los chicos son muy majos y a muchos de ellos les gusta la música, por lo que puedo ver, así que será un placer trabajar con ellos – dije yo ilusionada.
- Bueno chicas no me vais a presentar – dijo el chico que iba con ellas, quién no quitaba la mirada de mí.
- Camila este es Shawn, es el profe de matemáticas – dijo Dinah – y un poco pesado como puedes ver.
- Encantado – me dijo el mientras venía a abrazarme y veía a Lauren mirar con una cara un poco rara.
- Igualmente – le respondí, el chico era guapo y tenía un cuerpo marcado que se podía ver a través de la camiseta negra y ajustada que llevaba.
- Lauren no me mires así, ¿tienes ya mi diccionario? – le pregunté.
- ¿Qué diccionario? Si tú eres de música... - me preguntó Dinah
- Nada cosas nuestras – le dije guiñando un ojo a Lauren – Bueno chicos yo me voy a casa que muero de hambre, nos vemos mañana.
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PROFESORAS (Camren)
Fiksi PenggemarLauren es profesora de literatura en uno de los institutos de Miami, lleva tres años casada con Jason y ambos hacen la pareja perfecta de cara al público. Ambos son guapos y exitosos en su trabajo ¿pero su relación es tan perfecta cómo parece? Camil...