Desperté a las 6:30 como era habitual, me tallé los ojos y me quede observando a la nada por unos minutos. Me paré de la cama y camine arrastrando mis pies hasta el baño, era lunes, el peor día de la semana. Odio levantarme tan temprano, además la noche anterior me había dormido muy tarde y estaba súper cansada.
Duré el tiempo necesario en el baño como para ducharme y cepillarme los dientes, media hora para ser precisos, salí del baño con toda la calma posible y me dispuse a buscar mi uniforme para la escuela.
Mi uniforme consta de un pantalón horrible color caca y un t-shirt color azúl cielo, me lo puse y pasé a verme al espejo... Mi piel es color canela, tengo el pelo corto hasta los hombros y de color castaño obscuro, ojos marrones obscuros y un cuerpo "envidiable" según muchas chicas. Me até el pelo en una coleta y me dispuse a salir de mi habitación cuando noté que me faltaba algo, mis anillos, son mi prenda favorita a la hora de elegir accesorios, así que retrocedí y tomé mis anillos, me los coloque en el dedo correspondiente y salí de mi habitación. Mamá estaba en la cocina haciéndome algo de desayunar pero yo sólo tomé una malta.
-Rachel: Buenos días ma- Dije tomando un sorbo de mi malta.
-Noemí: Buenos días mi amor- Dijo dándome un beso en la mejilla.
-Rachel: Ya me voy, adiós ma- Le digo saliendo de la cocina.
-Noemí: Adiós mi niña, comportate bien, te amo. -Dice viéndome salir.
Tomo mi mochila, el celular y los auriculares y salí de casa camino a la escuela. Mi centro de estudio queda a 10 minutos de casa, así que puedo irme caminando.