Mis padres parecían más amables conmigo últimamente, la verdad es que me asustaba ese hecho, ya que cuando se ponían de buenas conmigo era simplemente para luego obligarme a hacer algo que yo no quisiese, y ellos me recordasen con tono melancólico;
-No recuerdas lo buenos que somos contigo? Te damos todo lo que quieres y tú no tienes la decencia de hacernos un solo favor -
Mi padre es dueño de una empresa, Grande, más bien enorme, lo conocen, y lo hacen bien, también me conocen a mi, aunque cuando me ven por primera vez y yo pronuncio mi apellido, no creen que fuese yo su hija, al menos que tuviesen; pruebas.
Hace 3 años se fue a la bancarrota, esos meses la pasé verdaderamente mal, ya que, se desquitaban conmigo, pero, de repente y como si nada, la empresa subió, y subió y subió.
Nunca me quisieron decir qué fue exactamente lo que ocurrió.
A mis 17 años yo era completamente independiente, ya que ellos no me prestaban atención.
Oh! Y mi madre, su secretaria.
Ninguno de ellos estaban mucho tiempo en casa.
Eso me alegraba en cierto modo.
-Baja a Desayunar Cariño!! - mi madre.
Estoy, meramente asustada por lo que puede pasar hoy, ya que, estaban amables, muy amables, hoy cumplía 18, y hoy, exactamente, dijeron que tenían una sorpresa para mi.
Acomodé mi cabello castaño hacia atrás, me puse unos shorts blancos y una blusa negra con un estampado de un gato blanco en una esquina.
Hacia frío, pero dentro hacia mucho calor porque, bueno, a mis padres le agradaba eso, no les gustaba el frío, añoran el calor.
A mi, por mi parte, me encantaba el frío, la nieve siempre fue preciosa, cada copo era diferente y aún así, a la gente le gustaba por igual o le desagradaba por igual.
Me puse unas zapatillas y bajé rápidamente, y nada entusiasmada.
Al bajar completamente, vi a un señor, sonrió al verme, parecía tener unos 20 o 21 años.
Caminé con lentitud, vestía con una camisa blanca, una chaqueta negra y unos pantalones del mismo color, era.. Lindo. A mi edad la verdad, solo estoy alucinando. De seguro es eso.
Mis padres me sonrieron, mi madre me jaló de la muñeca fuertemente clavando sus uñas, tengo miedo.
Fue ahí, cuando me puso enfrente de aquel personaje.
-Hola Ammy - sonrió el tipo y tomó mi mano para posar un beso - nos dejarían solos? Por favor? - mis padres asintieron y se fueron para la cocina - Perdóneme, me llamo Sebastian Michaelis, un gusto - acarició mi mejilla, quité su mano retrocediendo, rió - Sus padres, no le dijeron nada, verdad? - negué y retrocedi en dirección a las escaleras, escuché la puerta de atrás abrirse y cerrarse - pues, donde quiere charlarlo? Tenemos tiempo Señorita - salí corriendo escaleras arriba, sin embargo no lo sentí seguirme y de igual manera me encerré en mi cuarto. Fui a mi cama y me acosté.
-E-esto no pasa... S-solo... Qué - unas lágrimas salieron, quién habrá sido?
Sebastian, Sebastian Michaelis, pero...
-Señorita, por favor-
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Qué Graciosa! Béseme (Sebastian Michaelis Y Tú)
Teen FictionMi padre es dueño de una empresa, Grande, más bien enorme, lo conocen, y lo hacen bien, también me conocen a mi, aunque cuando me ven por primera vez y yo pronuncio mi apellido, no creen que fuese yo su hija, al menos que tuviesen; pruebas. Hace 3...