Qué Graciosa! Béseme (Sebastian Michaelis Y Tú)

⚪⏺️XxX - 15⏺️⚪

-¡H-hey! Nena! - reí -

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-Despierta Chiquita - me removi un poco - Bien, la llevaré yo - me avisó, asentí-

-Me duele, llévame tú, tú eres el responsable - lo inculpé mientras sus manos me acariciaban la cadera.

-Cariño, levanta, vamos, ¿dónde le duele?- se detuvo y bufó - Lo lamento, soy idiota, ya vuelvo - se fue, lo escuchaba caminar de un lado a otro, y a los segundos volvió, lo sentí meterse bajo las cobijas, y luego...

-¡Au! ¡No toques ahí! - cubrí mi cara- ¡Y-ya basta! Está f-frío - me quejé -

-Es solo una crema, tranquila - murmuró -

-Está fría - repetí - P-pero... Me gusta - rió - es agradable - sonreía, me acariciaba suavemente mis partes.

-Eso es, bien, por cierto ¿le gustan las piscinas? - negué aún con los brazos cubriendo mi cara - pues... ¿El sol? - negué - muy bien ¿el exterior? -

-Noup, se supone que soy tu cosa esa rara, tú deberías saber todo eso sobre mí -

-Lo sé, lo sé todo, pero debía comprobar algo - miró hacia otro lugar.

-De acuerdo, oye - respiré profundo - N-no ahí, basta ¡Sebastian eso no! - rió de nuevo cuando lo miré, estaba recostado sobre mi estómago, mirándome sonriente mientras me tocaba de una forma... Más libre, mis sensibles partes.

-Hermosa ¿nos vamos? - asentí -

-No quiero ir a estudiar - carcajeó -

-No iremos a - catarreo - estudiar, simplemente será - lo pensó unos minutos - bueno, sí, estudiar sí, pero sólo un poco, es una institución de parejas - se cubrió con la manta y bajó - le gustará, sólo serán 5 o 6 meses y volveremos aquí, haremos muñecos de nieve, jugaremos con miles de gatitos y... La parte las importante - sentí su lengua moverse allí abajo, la excitación me subió por la columna vertebral provocando que lanzara un gemido- mimarla como toda mujer se merece- me besó allí - por que se lo merece, hay que mimarla mucho - quitó la manta - ¿verdad princesa?-

-S-si - pude decir con mis piernas temblorosas -

-Sí, qué - preguntó con sus dedos jugando debajo, mi respiración se entrecortaba -

-Sí... M-me gustaría que - sonrió - que me m-mimes - se cubrió.

-La mimaremos un poco aquí y luego nos vamos -

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-Entonces, última pregunta - la señora me miró - ¿cuándo fue la última vez que tuvieron relaciones?-

Mis mejillas no podían estar más rojas, al parecer, algo que Sebastian no me especificó, era que esta institución era para parejas totalmente y que las pruebas eran sobre nosotros, y yo... Yo sabía mucho más de lo que pensé sobre él, cosas que él me decía a veces y que nunca había escuchado.

-Ayer - Susurré -

-de acuerdo, su habitación es ésta - nos dió dos llaves, una rosa y otra azul, yo me apresuré por tomar la azul, Sebastian sonrió negando, ambas tenían un número escrito; 2.6.8 - el primer número es de su casa, el segundo el piso y el tercero el número, buena suerte - sonrió.

Cuando salimos de la gran oficina, pude apreciar mejor las blancas paredes y las plantas de varios colores puestas a cada lado de una puerta.

-¿entonces? - pregunté.

-Somos de la casa negra, ¡buuu! - reí - venga señorita, le explicaré mejor las cosas, aquí, en este lugar, no hay tarea, creen que los estudiantes aprenden mejor sin ser estresados, por lo que hay 3 descansos y una prueba por mes, son cortos y no duran más de 10 minutos, es un plan de estudios básico pero efectivo y eficaz - lo miré - ¿qué ocurre, princesa? ¿Quiéres tus mimos? - miré hacia otro lugar, negué, se acercó a acariciar mis mejillas - vámonos, nuestras habitaciones están por allá.

El lugar era una isla, una enorme isla, aquí vienen los... Demonios, según me dijo Sebastian, a divertirse, comenta que el mundo aún no fue descubierto totalmente por los humanos, y que nosotros lo utilizamos para nuestro beneficio. Lo que me asustó, fue que me lo haya explicado con un "nuestro".

Era una gran explanada, Sebastian me había dado un mapa, eran cuatro casas, una negra, otra morada, azul y roja.

Entramos, varias personas nos miraron hasta que...

-¡Michaelis! ¡Sabía que lo harías! - y lo besó -