-Lo lamento yo, Señor Sebastian, pero no pueden marcharse - me miró - su novia tiene 18 y morirá en 6 meses, por lo que, deberá jugar al menos ese tiempo, las reglas son esas, cuando los acepté automáticamente aceptaron los términos -
-¿tiene en cuenta que soy nivel más 25? - escuché murmullos, la sala quedó en completo silencio - puedo mandarlos a todos ustedes allá arriba si lo deseo, y se atreve a desafiarme - rió seco - abra las puertas, por favor - negó -
-Siéntese, Señor Michaelis, tal vez no pueda con usted pero sí con su niña - volteó a verme y la fina Señora bajó las escaleras, me aferré al brazo de Sebastian - Por lo que yo sé, él te trajo aquí de forma involuntaria - sus ojos se volvieron rojos, aquel brazo me apretó contra sí - así que... Te ofrezco, irte, sólo debes tomar una decisión y decirme que sí -
-¡ya basta! ¡¿Qué crees que hace?!- gritó, todos nos miraban sorprendidos - Vamos Em - me jaló un poco para caminar hacia la puerta, la misma se abrió y pasamos.
-¡Se lo diré al consejo! -
-¡yo soy parte del consejo! - Sebastian gritó hacia aquella señora-
Salimos de allí a paso rápido.
-S-Sebastian - se detuvo en medio de la explanada -
-Qué - se cruzó de brazos - ¿me dirás que quieres aceptar la petición de esa señora? - negué, me acerqué a besarlo en su barbilla, era muy alto pero aquello fue lo único que necesitó para sonreír - mi hermosa muñeca - me besó los labios para separarse un poco - ¿quiere ir con Exo? - asentí - de acuerdo, al parecer no terminará la secundaria, ya es bastante inteligente de igual manera -
-Tú- un fuerte habla interrumpió nuestro momento, la directora se nos acercó - Abby -
-Emmy - corregí -
-es lo mismo, vendrás conmigo - negué - lo harás, no eres mayor, por lo que... - Sebastian me puso detrás-
-¿No lo entiende? Ella se queda conmigo, soy un Demonio nivel 25, eso significa que puedo hacer este tipo de cosas sin remordimientos ni problemas y usted, no me los dará, disculpe -
Al darnos la vuelta, pasamos por la zona roja.
Así lo llamaban, ya que, al entrar allí podíamos irnos a Paradum de forma más directa. Ya en la casa, él se tomó de los cabellos.
-¡No puedo creerlo! Qué mujer tan testaruda - me puso en su hombro en un rápido movimiento, comenzamos a subir las escaleras - ¿que debo dejar a mi pequeña en sus asquerosas manos? ¡JA! Qué gracioso, muy gracioso, como si mi muñequita estará entre todos esos hombres mirándola y tocándola - abrió la puerta de la habitación, se cerró al mismo tiempo que me sentó en la cama, se arrodilló y me quitó los zapatos y las medias - párate Cielo - al hacerlo, bajó mi falda y se recompuso para quitar mi blusa.
Lo vi quitarse toda su ropa, menos los boxers.
-Siempre son así los de su clase - me besó -
-¿clase? - asintió -
-Sí, son muy pocas, son de los hombres y/o mujeres que viven más de 100 años, y deben esperar a que mueran para que puedan enamorarse, se llaman clase 4 - me tomó de la cintura - pero no quiero hablar de eso - me aferré a su cintura con mis piernas, mis brazos fueron a su cuello -
-Me pareció extraño - asintió -
-Lo lamento tanto, nunca pensé que sería así, las cosas de ese tipo no cambian mucho en tan poco tiempo- mi espalda era acariciada de arriba a abajo muy suavemente - ¿quiere salir con Exo? Él es un muchacho divertido, y también alejará los miles de mensajes al día que manda- reí.
Aquel día, nos la pasamos recorriendo Paradum.
Resultó ser un lugar hermoso, la nieve era algo que no faltaba y Sebastian me envolvía en sus brazos fuertemente.
No quería soltarme.
Y yo tampoco quería.
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Qué Graciosa! Béseme (Sebastian Michaelis Y Tú)
Teen FictionMi padre es dueño de una empresa, Grande, más bien enorme, lo conocen, y lo hacen bien, también me conocen a mi, aunque cuando me ven por primera vez y yo pronuncio mi apellido, no creen que fuese yo su hija, al menos que tuviesen; pruebas. Hace 3...