⚪⏺️XxX - 2⏺️⚪

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Alguien se sentó en la cama. Me volteé para ver a aquel chico.

-Oiga, no debería huir así de mi, no es apropiado y es injusto que no me conozca primero - pasó su dedo por mi mejilla y bajó suavemente y lentamente por mi cuello, su cabello caía sobre su cara al estar mirándome agachando su cabeza hacia mi - descuide, no la dañaré -

-Quién eres? - pregunté, sonrió -

-versión corta o larga? - con su pulgar acarició mi mejilla, quité de nuevo su mano, me senté poniéndome contra el respaldo de la cama, me abracé a mis piernas, de igual forma, volvió a poner su mano en mi mejilla -

-Eres molesto - encarnó una ceja, su sonrisa se borró, susurró algo pero no lo escuché con claridad - versión corta -

-Soy su dueño - sonrió acariciando mi pierna -

-Sueltame, versión larga - concluí, parecía... Extrañado, como si algo no andase bien -

-Pues, hace tres años, cuando usted tenía 15, su padre me llamó, no recuerdo muy bien como lo hizo, quizo que su empresa suba una vez más, y que no se vuelva a hundir, no quiso vender su alma, así que, vendió la suya - lo miré algo asustada - Soy un demonio, señorita, y vengo a llevármela conmigo, debí esperar 3 años, al principio pensé en solo comer su alma, porque, sinceramente... - tomó mi brazo, jalé, pero me miró serio, cerré los ojos y sentí un corte, lo vi lamer la herida, sus ojos se pusieron rojos, jalé de nuevo, me soltó, la herida ya no estaba - es deliciosa, pero luego, vi lo hermosa que se hacía al pasar los años, y ahora que la tengo enfrente me parece tan preciosa, así que, usted, y yo, nos iremos, ¿la ayudo a preparar sus cosas? Podemos pasar a comprar ropa si desea, no me importaría verla...

-Yo no iré a ningún lugar contigo, vete - se acercó y no reaccioné cuando posó un beso en mis labios, me tomó de la cintura y me puso en sus piernas, lo alejé lo más que puede hasta separarlo - Qué te ocurre! -

-Señorita... Yo.. - abrió los ojos, volvió a besarme, lo aparté -

-Basta! Señor, por favor, solo...

-Señor? Soy solo tres años mayor que usted -

-N-no era un demonio? - asintió-

-Sí, pero en mi forma humana tengo 21, ¿otra pregunta? - negué, me sostenía de la cintura para que no pudiese escapar, mantuve mis manos en su pecho - Bien, no le atraigo? - atraer? -

-No, suelteme - encarnó una ceja -

-Nunca conocí a alguien que no le... Afectara - a-afectar?

-Afectar qué? Sebastian, te llamabas así, verdad? - pregunté algo nerviosa, mi voz se trababa, le tenía miedo, asintió serio y distraído, mirando hacia otro lugar - pues, Sebastian, Sueltame, por favor - me miró y negó -

-Vendrá conmigo - me soltó, me paré y corrí hacia la puerta, no se abría - Tranquilicese, por favor - escuché, sentí una mano en mi cadera, la otra la vi poner la llave en la cerradura - la abriré, y si no se comporta para bajar, verá lo que haré - susurró, besó mi mejilla y sonrió -

Abrió la puerta, me tomó de la mano, bajamos las escaleras, él iba delante, parecía algo molesto.

Al terminar de bajar, tomó unas llaves de su bolsillo y abrió la puerta.

Al salir lo cerró y tiró la llave al lado de una de las plantas de mi madre.

Nos dirigimos hacia el único auto, negro, que había enfrente de la casa.
Al pisar la nieve con las zapatillas me sentí mejor, tenía frío, sí, pero no me quejaría la verdad. Siempre amé la nieve, no iría a rechazarla así como así solamente porque soy una idiota al no tomar un abrigo.

Me abrió la puerta, sin embargo, jalé no queriendo entrar.

-No me haga esto, solo...

-Prefiere quedarse aquí?, sabe que si lo hace, romperé el contrato con su padre, y al hacerlo, tanto usted como su familia irá para abajo - hizo un silbido como si algo se cayese  poco a poco - además, no creo que quiera seguir viendo enojado a su padre - sonrió, me acercó para besar mi mejilla - entre, por favor -susurró, entré acomodando mi cabello, cerró la puerta.

Qué Graciosa! Béseme (Sebastian Michaelis Y Tú) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora