Menso - LarryStylinson

5. Celos

Mordisqueaba el metal que rodeba la goma de borrar de mi lapiz gastado con la mente perdida en otro tiempo, menos en el presente.

La noche anterior, Louis me había mostrado un mundo diferente.

Recordé lo sucedido una y otra vez durante todo el día y los recuerdos tan reales, hacían que se abultaran mis pantalones, con lo que Louis me dijo que era una erección.

Suspire con ojos cerrados.

Louis me abrió la bragueta sin preámbulos, metió la mano a mi ropa interior y lo tomó mi ...eso, con la mano completa sacandome un jadeo.

--Menso, eso no se hace. --Murmure con voz temblorosa y él sonrió sin apartar la mano de mi, entonces comenzó a moverla desde la punta hasta la base y yo gemi fuerte, aquello era tan liberador.

--Silencio, hermanito, mamá puede escucharte. --Asenti y apreté los labios mientras el continuaba deslizando su puño, presionando alrededor de mi, robandome suspiros. --Lo que te pasa, se llama erección, no es malo, ni se te va a caer nada. --Explicó sin detenerse. --Sucede cuando estas excitado o a veces pasa solamente porque asi es el cuerpo de cabron.

--Louis... no... no es co-correcto que t-tu me to-toques.

--Sólo te estoy enseñando. Después lo harás tu sólo y asi, no dolerá. --Aumento la velocidad de su muñeca y yo me sujete con fuerza de sus brazos.

--¡Louis!

--Silencio.

Mordi mis labios para obedecerle, como siempre debía hacerlo y mis piernas empezaron a temblar para luego expulsar un liquido blancoso en la mano de mi hermano mayor.

--¿Que-que es...

--Esto tiene que pasar siempre, Harry, se le llama corrida o venirte... no lo se, como gustes, es semen y ya.

Asentí con la frente sudorosa y tomó un par de pañuelos de mi buró para limpiar su mano, yo limpié el restó.

Sus ojos me miraron y en sus labios se dibujaba una tierna sonrisa que me hizo parpadear confundido.

--¿Alguien te enseñó esto a ti? --Y de pronto me sentí incomodo con mi propia pregunta, sobre todo con esa esperanza de que él respondiera que no.

--No, tampoco le había enseñado a nadie. --Acomode mi ropa mientras él hablaba. --Pero tu, Harry, eres tan pendejo, que nunca se te habría ocurrido tocarte.

--¡Styles! --Me levanté de golpe de mi pupitre y tiré unas de mis cosas, la maestra negó con la cabeza y algunos de mis compañeros se burlaron de mi. --Deja de soñar despierto, niño, la clase está aquí, no en la luna.

--Si, maestra. --Volví a sentarme y me frustró horriblemente la idea de no poder sacarme a Louis de la cabeza.

Tal vez él tenía razón, yo si era un pendejo.

♡♡♡

La semana pasó rápido y no hubo una noche en que no me masturbara pensando en él, en su mano tocandome, su piel rozando lo más intimo de mi, su hermosa mano, esa misma que utilizaba para rasurarse, peinarse, huntarse crema corporal, escribir ...esa misma que utilizaba para masturbarse a si mismo.

Cerré los ojos y presioné mi mochila sobre mi regazo, que mamá viera mi erección sería muy bochornoso.

--Harry, esta semana haz estado muy callado ¿todo bien en la secundaria?

--Si, mamá. --Ella conducía a casa y yo estaba ansioso por bañarme y poder satisfacerme en la regadera con la imagen de Louis en mi cabeza.

--¿Seguro? Ahora estas todo el tiempo solo, encerrado nada más. --Soltó un largo suspiro y se adentró a la cochera de la casa. --Me recuerdas a Louis cuando era un adolescente.

--Oh. --Mis mejillas ardieron. Entonces eso era, por eso él quería estar siempre solo en su cuarto, por eso odiaba que yo corriera a su cuarto cada que me daba la gana.

...

Salí de la ducha liberado y fresco, me tiré en mi cama y cerré mis ojos preguntandome que estaría haciendo Louis a esa hora.

Consulte el reloj despertador, marcaban las cuatro menos diez, él ya debía estar en su habitación a esa hora.

Me vestí y salí de mi cuarto para saludarlo pero me abstuve al escuchar una voz más del otro lado de la puerta. Una voz de hombre.

Bajé la mirada y decidí ir a la cocina por algo de distracción.

--Harry, dile a Louis que la comida esta lista. --Me dijo mamá y yo me acerqué a ella para hablar en voz baja.

--¿Quién vino con Louis? --Murmuré y ella sonrió.

--Es Liam, un compañero de su escuela. Comerá con nosotros.

Subí las escaleras nuevamente y abrí la puerta de mi hermano, las palabras no salieron de mi boca cuando vi como los ojos azules de Louis miraban el abdomen de ese chico y sus dedos marcaban los pliegues de sus musculos marcados.

--Harry, mira esto. --Me dijo entusiasta y yo no pude sentirme más humillado. --¿No es genial? Liam era gordo y juntos apostamos a que en dos meses teníamos que marcar los "cuadritos"...

Me adentre a la habitación y Louis se levantó la camisa, Liam sonreía amigable aun sosteniendo su playera arriba.

--...y me ganó, mira mi pinche intento de lavadero. --Mis ojos se clavaron en el abdomen plano a penas marcado de Louis e instintivamente relami mis labios, ambos bajaron sus camisas y el ojiazul me palmeo el hombro. --Vamos, tenemos que comer.

...

Louis era demasiado amable con su amigo y eso hacía que me cayera mal, no me agradaba nada Liam. No hacía nada malo, al contrario, era atento, educado, amigable y si, también tenía buen cuerpo. Pero yo sentía que le odiaba.

El amiguito de mi hermano, se fue hasta la noche y yo agradecí ese momento, temía que intentara quedarse a dormir con Louis, eso sería...

--Harry. --La voz del castaño me distrajo de mis pensamientos y después su hermosa sonrisa. --Entonces ya eres un experto en la masturbación ¿no?

Frunci el ceño avergonzado y mis labios temblaron mientras mi mente buscaba una respuesta audaz para eso.

--Tranquilo, esta bien, es solo que haces mucho ruido, Hazz.

Siempre humillandome.