8. Helado

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El departamento de Louis era tan amplio y masculino, todo el lugar olía a su colonia y a limpio. Esa casa era perfecta para cualquier chico.

--¿En qué viniste? --Me preguntó mientras me servía nieve de galleta oreo en una copa de plastico azul, yo balanceaba los pies, sentado en un taburete.

--En bicicleta.

Louis colocó el helado frente a mi y parpadeó con la boca abierta exagerando su asombro.

--¿Ya aprendiste a andar en bicicleta?

--Si, menso, aprendí yo sólo.

--¿Y eso?

--Quería verte, quiero poder verte cada vez que yo quiera. No cuándo mamá tenga tiempo de traerme o cuando al fin me den dinero para el autobús. --Suspiré y vi como vertía chocolate líquido en mi helado.

--Que lindo eres, Harry. --Lo miré fijamente.

Cuándo conocí a mamá, dije que era linda... o bonita, no recuerdo bien, pero papá me acusó de coqueto.

¿Mi hermano estaba coqueteandome?

--Estás tan grande ahora. --Lo vi servirse helado en otra copa color verde y yo comencé a comer del mío. --Me arrepiento de haberme portado mal contigo en la infancia.

--¿Si? Niall siempre me dijo que así son los hermanos mayores, asi que no le tomé importancia.

--A veces la maldad se nos va de las manos a los hermanos mayores. --Comió una cucharada de helado y me sonrió con la boca llena. --Pero nunca te odié.

--Ni yo a ti. Te he dicho que te quiero.

--Lo sé y eso te hace muy afeminado.

Bajé la mirada avergonzado, yo aún no descubría mi identidad sexual pero cuándo Louis hacía esa clase de comentarios, me ponía a pensar en que estar confundido era incorrecto y lo mejor sería dejar de ser como soy para convertirme en alguien más... como él.

--Harry, tu y yo nunca hemos hablado de nuestras cosas, ya sabes, como amigos. --Pestañé en su dirección y él continuo comiendo con la vista en su postre. --Y ya que estamos acá, sólos, sin mamá paseándose afuera con la puerta sin seguro... ¿ya te haz cogido a alguna chica?

Me atragante con mi helado y comence a toser como loco con ojos irritados, Louis y sus preguntas me van a matar.

--Oye, tranquilo. Nunca hablas de sexualidad con tus amigos ¿verdad?

--Claro... --Aclaré mi garganta y pase saliva. --Claro que si, Niall nos enseña pornografía en su teléfono y a veces también sus revistas para adultos.

--Woah... y ¿que hacen después? ¿se masturban entre sí? --Su risa hizo qué sintiera algo de enfado al tiempo que me ponía rojo de la vergüenza.

Yo nunca permitiría que otro hombre me tocara, mucho menos yo tocarlo...

A menos que se tratara de mi hermano, es decir, yo le debo ese favor ¿o no es así como funciona?

--Bueno, entonces eres virgen. --Afirmó y yo le di un golpe en la cabeza, uno leve, no sería capaz de hacerle daño.

--Eso a ti no te interesa.

--Sólo estaba pensando en que yo tuve que enseñarte a jalartela ¿también debía enseñarte a coger?

--¡No! Y ya cállate, eres un menso, pervertido que no hace más que pensar en sexo. Que asco me das.

Miré en otra dirección para no encontrarme con sus ojos y reír de mis propias palabras, pero la carcajada se escapó de mi boca igual que la de él.

--Aya tú.

--Gay. --Murmuré llevándome a la boca una cuchara grande de helado.

--¿Es malo ser gay? --Lo mire buscando otras intenciones en su pregunta, pero parecía sincero.

Pasé saliva y me pregunté lo mismo mentalmente ¿es malo ser gay? Tendría que preguntarselo a Zayn después.

--Harry. --Su voz me volvió al presente y vi preocupación en sus ojos. --Si no haz cogido a ninguna chica ¿entonces a un chico, tal vez?

Negué efusivamente, pasando el helado derretido por mi garganta, lo escuché suspirar y luego continuó.

--¿Te a gustado alguien? Si quiera.

Me encogi de hombros y vi su sombra rodear la barra de la cocina, deteniendose junto a mi.

--No se como se da cuenta uno de que le gusta alguien.

--Mmh... --Levanté la mirada solo un poco y mi vista quedó en sus manos que sostenían un helado con una cuchara encajada en él. --Sueñas con esa persona seguido, te gusta todo lo que esa persona hace o utiliza, todo acerca de esa persona te parece maravilloso aún siendo cosas simples, como el shampoo que usa, sabiendo que un millón de personas más, usan ese mismo shampoo...

Levanté la mirada y vi sus ojos perdidos en la ventana grande que tenía en la sala, después bajé a sus labios y miré como éstos se movían al hablar.

--Cuando vez a esa persona, te pones nervioso y te sientes impotente porque ella no sabe que te gusta, no sabe que le sueñas ni cuanto deseas abrazarle y besarle, deseas tanto el contactó físico que te resulta dificil concentrarte en sus palabras porque lo unico que haces es mirar su boca y preguntarte.

--¿Que se sentirá besarte?

--Exacto.

Entonces dejé la cuchara en la barra y tomé a mi hermano por la cabeza para acercarme a él y a penas rozar mis labios con los suyos, pues con tanta prisa, hice que su helado cayera sobre nuestros pies y se alejara de mi en un brinco.

¡Oh, ¿que acabas de hacer? Harry!

--Lo siento. --Dije apresurado y salí de su departamento hecho un rayo, corrí hasta el elevador y bajé dando saltitos como si eso pudiera ayudar de alguna manera a que la cosa esa avanzara más rápido.

Tomé mi bicicleta del estacionamiento privado de su edificio y comencé a pedalear con fuerza, prácticamente estaba huyendo, huyendo de mis deseos, de mis miedos, de mi hermano, de su rechazo y sus posibles regaños.

La había cagado, estaba seguro que la había cagado y ahora si es que alguna vez, Louis quiso ser mi amigo, lo perdi todo, todo por un beso que ni siquiera realicé.

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Menso - LarryStylinsonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora